Cuando un niño se enfrenta al reto de ir a la escuela, asumir unos aprendizajes, hacer unos exámenes y aprobar, sus resultados van a venir determinados por dos grandes factores: Su capacidad intelectual es decir, su potencial de aprendizaje y su motivación para el estudio. Hoy nos centramos en el segundo factor y os damos 8 pasos para que lo consigáis.
La motivación no aparece por arte de magia: Los 8 pasos para motivar a los niños a estudiar:
Pregúntate:
- ¿El escritorio de tu hijo está decorado por él?
- ¿Tiene decoración acorde con sus gustos?
- ¿Tiene bastante luz y pocos ruidos?
- ¿Cada día hace los deberes en un sitio fijo?
Los 3 NO:
- NO Deberes en el salón/cocina (a ser posible, no todos los hogares tienen espacios físicos adecuados).
- NO Televisión/radio/ tablet encendida.
- NO sentarnos a su lado y si lo hacemos que sea con un libro o nuestros deberes.
Apuntad las metas y las colocáis en un sitio visible. El hecho de apuntarlo nos hace comprometernos.
- Metas específicas: “Marc subirás la nota de mates el próximo trimestre y para conseguirlo necesitas seguir 3 pasos: Estudiar mates 20 minutos al día, realizar un examen sorpresa que hará mamá o papá una vez a la semana, pedir las dudas necesarias a la profe”.
- Metas reales y que se puedan medir: Si lo que necesitamos es mejorar en mates y sacar buena nota, necesitamos medir si mates va mejor mediante pequeñas pruebas.
Paso 3: Organización y elaborar un plan.
Lo Primero es determinar los horarios que el niño va a dedicar al estudio. Es importante que sea realista para empezar. Es decir, es mejor empezar con un tiempo de estudio que el niño pueda asumir que empezar a marcar tiempos demasiado largos o exigentes, especialmente si no hemos conseguido antes establecer unos hábitos mínimos de estudio. Si vemos que el niño necesita más tiempo para cumplir los objetivos intentemos hacerlo progresivamente. Nunca pasar de media hora a dos horas solo porque tiene examen, el niño no tendrá el hábito.
Organizar quién será el que le de apoyo en caso de necesidad, mamá, papá, abuelo, etc.
Nunca estar encima de ellos a la hora de estudiar.
Qué sea una alarma quien avise al niño de que es la hora de ir a estudiar, si es el padre o madre quien se ocupa de hacerlo hay más probabilidades que acabe en riña.
Estrategias:
- Recompensas, si es posible que no sean materiales.
- Que el niño se comprometa delante de una figura que para él sea importante (madrina, primo, abuela).
- Si el niño tiene problemas para concentrarse o es un niño muy movido tiene que ir haciendo descansos.
- Alagar lo que ha hecho bien y no sólo focalizar la atención en lo que ha hecho mal.
- Si el niño ya presenta cierto retraso en los aprendizajes busque ayuda profesional, establezca los apoyos necesarios (refuerzo, maestro particular, etc.).
Paso 4: Tenemos que trasmitir una imagen del colegio atractiva.
- Establecer buena relación con los profesores.
- Alagar a los profesores.
- Actitud positiva hacia el colegio y los deberes.
- Hablar del colegio siempre de manera positiva.
- Contar anécdotas e historias de cuando íbamos al cole.
- Explicarles la suerte que tienen por poder ir al colegio.
Paso 5: Estilos de aprendizaje.
Es más probable que el niño quiera aprender si usa el estilo de aprendizaje que le parece más natural y que tiene sentido para él. Ayúdele a descubrir cuál es su mejor estilo de aprendizaje y a usarlo eficientemente.
Estudiantes Auditivos. Los estudiantes auditivos tienen más motivación cuando pueden incorporar más actividades en las que tengan que escuchar. Éstas son algunas maneras de motivarlos:
- Pídele a tu hijo que se grabe a sí mismo leyendo un capítulo en voz alta. Luego, repase la lección escuchando la cinta. O sé tú mismo quien le grabe.
- Usa versos, rimas, canciones y palabras de asociación (letras o palabras que evocan otras palabras) para recordar datos e información.
- Le puedes sugerir que les pida a amigos y familiares que le tomen una prueba oral o que escuchen mientras recita las tablas de multiplicar o fórmulas matemáticas.
Estudiantes Visuales. Los estudiantes visuales se sienten más motivados cuando pueden incorporar más actividades visuales al proceso de estudio y aprendizaje.
- Ayúdale a usar color tanto como sea posible. Tome apuntes en la clase usando diferentes lápices de colores. Escriba las nuevas palabras de vocabulario y los conceptos clave al estilo “arco iris”: escriba cada palabra tres veces, primero en rojo, después en anaranjado y finalmente en azul. Destaque los puntos importantes en tonos llamativos, como por ejemplo rosado brillante. Colores, post-it, carteles y todo lo que necesite para retener la información.
- Cuando lea un texto, sugiérele que primero vea las tablas, las ilustraciones, fotografías. diagramas y gráficos que aparecen en el capítulo.
- Ayúdale a hacer una pared de estudio. Cada semana, elabore una ficha que contenga cualquier cosa que debe aprender y se pega en su habitación.
- Las fichas didácticas son estupendas para los estudiantes visuales.
- Le puedes ayudar a buscar maneras de hacer que el aprendizaje sea práctico. Use un ábaco o tablero contador para aprender a sumar y restar, divida objetos por la mitad, en tercios o cuartos para enseñar fracciones. Aprenda ortografía manipulando bloques de madera con letras.
- Recomiende a su hijo que interrumpa sus períodos de estudio con actividad física.
- Le puedes sugerir que estudie unos 30 minutos, que luego camine unos 10 y que después vuelva a sentarse a estudiar.
- Dale tanto espacio como sea posible para estudiar. Muchos estudiantes quinesiológicos prefieren caminar cuando tienen que memorizar datos. También, les gusta estudiar parados o acostados, no sentados.
- Ayúdale con la lectura de comprensión pidiéndole que le cuente un pasaje del libro o que se lo represente. Conviértase en su público o represente usted una parte.
Paso 6: Mensajes de ánimo.
Son muy importantes los mensajes que reciben los niños a diario por parte de sus padres, a través de nuestros mensajes podemos trasmitir tantas cosas positivas como queramos, por lo contrario si nuestros mensajes son negativos no ayudamos al niño en su desarrollo.
Algunos mensajes y que transmiten:
- Cuando me necesites, yo te ayudaré – Amor.
- Así me gusta, lo has hecho muy bien – Satisfacción.
- Noto que cada día eres mejor – Ganas de serlo.
- Creo lo que me dices, sé que lo harás – Confianza.
- Sabes que quiero para ti lo mejor – Amor.
- Tú te mereces lo mejor – Satisfacción.
- Muy bien. Yo sé que lo harás – Soy capaz.
- No dudo de tu buena intención – Soy bueno.
Paso 7: Dar ejemplo.
La importancia del ejemplo de los padres, es mucha siempre y cuando se utilice esta herramienta de forma apropiada.
Los niños aprenden de lo que observan, si ven que su padres también tienen su momento para hacer sus deberes por ejemplo de inglés, que también tienen su tiempo para leer o escribir. Ver a sus padres también hacer deberes es una motivación extra para los pequeños de la casa.
Paso 8: Las 5 NO.
- No hagas sus deberes: Si los deberes los acaban haciendo los padres el niño ni aprende ni adquiere disciplina, en estos casos pedimos sobre todo sentido común, los deberes son para los niños.
- No compares: No hay dos niños iguales. Comparar entre hijos, amigos, primos sólo daña la autoestima de tu hijo.
- No grites: Gritando solo consigues que el niño aprenda que cuando quiere algo tiene que gritar para conseguirlo.
- No castigues: Si castigas por no hacer los deberes lo único que consigues es que el niño relacione deberes con algo negativo.
- No amenaces: Y si lo haces, que se cumpla.
PARA AMPLIAR O CONTRASTAR:
- Cómo ayudar a nuestros hijos en los estudios.
- Condiciones para el estudio.
- Instrumentos de trabajo.
- Potenciar nuestras facultades para el estudio.
- Disposición ante los estudios.
- Cómo sacar adelante los estudios.
- Cómo ayudar a nuestros hijos a ser más organizados.
- 10 consejos para aprobar el curso.
- Y ahora... ¡a estudiar!.
PARA LA REFLEXIÓN Y DIÁLOGO EN FAMILIA:
- ¿Qué conclusiones obtenemos de la lectura de este artículo y de los enlaces para ampliar?.
- Según estos planteamientos y si estamos de acuerdo con ellos ¿en qué nos vemos bien y en cuáles creemos que necesitamos cambiar o mejorar?.
- ¿Qué otras estrategias no mencionadas aquí nos han servido o nos están sirviendo para lograr que nuestros hijos vivan una buena motivación ante los estudios?.
- ¿Qué podríamos poner en marcha para mejorar en relación con la motivación de nuestros hijos?. ¿Cómo organizarnos para lograr con mayor efectividad ese cambio?.
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