Las
vitaminas y los minerales regulan el metabolismo, facilitan la liberación de
energía y garantizan que se lleven a cabo funciones importantes en la síntesis
de los huesos y los tejidos.
Las
vitaminas A, E y C, el zinc y el selenio poseen potentes efectos antioxidantes
contra los radicales libres. Además, son indispensables para prevenir muchas
enfermedades graves como el cáncer, el alzhéimer o las enfermedades cardíacas,
entre otras que verá más abajo.
Sin
embargo, una buena parte de la población no consume la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitaminas, minerales y otros nutrientes. Además, esos
nutrientes no son siempre de la mejor calidad, especialmente en el caso del
zinc, el ácido fólico o la vitamina D -este último caso afecta particularmente
a personas mayores de 50 años-.