Jesús nos pide incansablemente que nos amemos entre nosotros como hermanos, que lo amemos a Él y que el amor sea la vara con la que midamos todas nuestras acciones. Teológicamente, el amor es una virtud y le llamamos “caridad” (cf CIC 1822). Sencillo en el papel pero no tan sencillo en la práctica. Sebastián Campos de Catholic-Link, nos da 15 consejos.
No es tarea fácil vivir todos nuestros “amores” de forma plena y entregada como se supone que debería ser idealmente. De hecho, nuestra relación de amor con Dios, muchas veces es completamente diferente a la que tenemos con nuestros hermanos y ésa es una de las piedras que nos lanzan los no creyentes y opositores al cristianismo, al decirnos hipócritas, personas que predicamos cosas que no vivimos.