Así se le llama a esa etapa en que una pareja decide formalizar sus
encuentros y relaciones de mutuo acuerdo con la intención de conocerse, también
de disfrutar de dicha relación, pudiendo llegar o no finalmente a la unión
formal expresada en el matrimonio.
Al respecto hallamos distintas acepciones. Apuntamos aquí algunas que
invitamos a leer con detenimiento:
- Noviazgo (wikipedia).
- ¿Qué es y para qué sirve el noviazgo? (viva
en familia).
- ¿Para qué sirve el noviazgo? (rexpuestas).
Habremos observado que aunque plantean elementos comunes, también hay sus
diferencias entre distintos medios aunque hablen del mismo elemento.
Nosotros vamos a extendernos aquí en lo que entendemos que es o convendría
hacer del noviazgo para que pueda decirse que sabemos lo que hacemos cuando
decidimos llegar al matrimonio, y más al "matrimonio cristiano".
Noviazgo no es "aquí te pillo y aquí te mato".
La afirmación de que "vivimos en el siglo de la inmediatez, del ya y
ahora, del cambio constante y cada vez más rápido,..." no es mentira
alguna. Se está produciendo un progresivo deslizamiento a la adolescencia del
ser humano en vez de hacia su madurez; se muestran patrones en los medios de
comunicación que responden únicamente a lo temporal y circunstancial, sin
trascendencia, sin perspectivas de futuro y mucho menos de estabilidad. Toda la
vida social, laboral, política, económica,... está impregnada de esta
característica de lo efímero.
Cuando a un joven, que se jactaba de "ligarse cada fin de semana a una
piba distinta de la del fin de semana anterior", le pregunté:
- "¿No crees que estás jugando con los sentimientos de esas chicas?,
¿piensas que no les va a afectar el descubrir que sólo estás jugando con ellas,
las estás utilizando?". Él me respondió:
- "Eso es su problema. Yo las camelo, me las follo y luego si quieren
llorar que se vayan al valle".
- [...].
El joven exageraba algo, las cosas no eran exactamente así (en su caso),
pero sí es cierto que "por ahí andan los tiros de la cuestión".
No hay consciencia de compromiso, se busca el placer por el placer, pasarlo
bien sin más incluso "a costa de", utilizando al otro, sirviéndose
del otro,... no para construir una relación juntos. ¿Qué calificativo tiene esto?,
¿qué futuro puede tener esta trayectoria cuando se prolonga en el tiempo?,
¿cuántos golpes, decepciones, dolor y engaño habrán sufrido quienes quisieron
ver en esas "relaciones" algo más que un rato de cama aunque fuera en
un coche, una discoteca o un parque en horas de madrugada?.
No pocos jóvenes lo reconocen abiertamente:
- "Es que... ¿para qué quedamos si no?, lo que queremos es pillar y si
la tía está buena... mejor".
Las cuestiones de fondo son: ¿Nos construye?, ¿esto nos lleva a la
felicidad de ambos?. ¿Es esto justo, bueno y lo mejor para ambos?. Contestemos
con honestidad y más allá del primer impulso.
Noviazgo de verdad.
Se suele catalogar de "tradicional" a la familia formada por un
hombre, una mujer y los hijos que ambos deseen tener y deciden este hombre y
mujer comprometerse el uno con el otro para toda la vida; ese calificativo de
"tradicional" suele venir acompañado de calificativos deliberadamente
despectivos y se les asocia con sistemas abiertamente rechazados por quienes
dicen ser "modernos y progresistas".
Se tilda de "moderna" a la familia formada por un hombre y mujer
que establecen relaciones temporales, sin compromiso formal alguno duradero en
el tiempo; o bien dos hombres o dos mujeres que amándose también el uno al otro
sin embargo no pueden procrear por sí mismos; o bien cuando constituyen familia
miembros que lo fueron de otra (separados, divorciados,...),...
Honestamente mostramos nuestra disconformidad con ese simplismo a la hora
de catalogar las distintas fórmulas de familia que se han producido hasta la
actualidad. Cada realidad es ella misma en sí misma, además de estar en
relación con todas las demás la cual -esta relación- contribuye recíprocamente
en su formación y crecimiento constante.
Entendemos por "noviazgo" a lo que siempre ha existido, con
diversas fórmulas, en la inmensa pluralidad que la humanidad ha expresado con
sus culturas, religiones, costumbres,...
Noviazgo, aún en esa diversidad, ha pretendido ser:
- Un tiempo gracias al cual la
pareja va encontrándose, conociéndose, expresándose tal cual es cada cual.
- Sin coacciones, sin
obligaciones, sin apariencias, sin escudos o corazas,... pero respetándose
mutuamente y haciéndose respetar.
- Tras el cual la pareja puede
determinar finalmente que "esa chispa, esa química inicial, esa
pasión interior que brotó en cada uno de ellos y se encontró en una mirada
cómplice, un gesto o unas palabras que llegaron dentro"... encendió
una llama aún mayor, más íntegra, capaz de alumbrar la vida entera y
renovarse constantemente a lo largo de ella.
- Cuando se tiene la confianza de
que ello es así... es entonces cuando la pareja puede decir que está
preparada para entregarse definitivamente el uno al otro sin dejar de ser
cada cual él o ella misma.
Si en ese proceso, ese caminar que puede durar meses como años (algunos lo
hacen durar semanas únicamente), se descubre que "no son felices juntos y
que hay más contras que pros y estos "contras" son realmente
serios... obviamente ese noviazgo pudo haber sido muy pasional en algunos
momentos pero... muestra a las claras que esta pareja no puede aventurarse a
comprometerse a ser matrimonio".
Y no pasa nada, es preferible mil veces esta "ruptura" antes del
matrimonio que después de celebrarse éste.
Cursos prematrimoniales.
La Iglesia Cristiana Católica organiza procesos formativos que tratan de:
- Aportar a las parejas, que
están viviendo ya su noviazgo, conocimiento de lo que significa el
matrimonio: vida de pareja, paternidad responsable, educación de los
hijos,...
- Llamar la atención sobre las
claves esenciales de toda relación de pareja: comunicación, relaciones afectivo-sexuales,
resolución de conflictos,...
- Concienciar a los novios sobre
los compromisos que adquirirán al constituirse en "matrimonio
cristiano", tanto en relación consigo mismos y sus hijos como con el
resto de la comunidad cristiana y humana.
- Responder a las cuestiones que
las parejas necesiten plantear y para las cuales necesiten respuestas que
les orienten en su vida matrimonial y familiar.
Si la pareja, en su noviazgo, vive con sentido de la responsabilidad -cada
cual consigo mismo- este proceso o tiempo que no se mide cronológicamente sino
que atiende a procesos madurativos personales y de pareja, entonces podrá
decirse que ha vivido un "noviazgo de verdad".
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
- ¿Viven de la misma manera el
noviazgo una pareja de 16 ó 17 años que otra de 30 ó 31 años que otra de
50 ó 51 años?. ¿A qué creemos que se deben esas diferencias?. ¿Qué tienen
en común?.
- ¿A qué nos parece que se deben
esa gran cantidad de embarazos no-deseados que se producen en la
adolescencia y juventud?. ¿Es suficiente con informar sobre métodos para
prevenir el embarazo?, ¿qué más es necesario?.
- ¿Qué tipo de noviazgo estamos
dispuestos a proponer a nuestros hijos?, ¿cómo les vamos a ayudar a
llevarlo con criterios de respeto al otro como también a sí mismos?.
- ¿Qué opinamos sobre los
"cursillos prematrimoniales"?, ¿es suficiente con eso?. ¿Cómo
habría que tomarse ese recurso para ser realmente efectivo?, ¿cómo lograr
que esa formación de las parejas les oriente mejor para su vida
matrimonial y familiar?.
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