"La
terapia familiar es un tipo de terapia psicológica (psicoterapia) hecha para
ayudar a los miembros de la familia a mejorar la comunicación y resolver los
conflictos. La terapia familiar es generalmente proporcionado por un psicólogo,
trabajador social clínico o terapeuta con licencia. Estos terapeutas tienen
títulos universitarios o de postgrado y pueden ser acreditados por la
Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar (AAMFT).
La
terapia familiar es a menudo a corto plazo. Puede incluir a todos los miembros
de la familia o sólo los más capaces de participar. Su plan de tratamiento
específico dependerá de la situación de su familia. Sesiones de terapia
familiar que pueden enseñar habilidades para profundizar en las relaciones
familiares y pasar momentos de estrés, incluso después de que haya terminado
yendo a sesiones de terapia".
Por lo tanto, necesitarán de un recurso externo que:
1. Acoja la situación que
la pareja o familia le presente.
2. Haga un diagnóstico
claro de lo que está sucediendo: sus causas, consecuencias y los recursos
personales que hay en cada una de las partes implicadas en el conflicto.
3. Organice un proceso
terapéutico que lleve a la pareja o familia a ir entrando de manera ordenada y
sistemática en todas las cuestiones problemáticas que le estaban afectando y
que se quieren superar para beneficio personal de cada uno de ellos y también
para mejorar sus relaciones interpersonales, no sólo durante el proceso
terapéutico sino sobre todo a partir de ese instante pero ya de manera autónoma 100%.
Recursos de la terapia familiar.
El primero y principal son las propias personas que acuden a esta terapia.
Ningún resultado positivo se puede esperar de alguien que no se implique en su
propio desarrollo; por lo tanto, es la pareja, la familia, cada una de sus
personas quienes tienen en esto el principal protagonismo. Ellos son quienes
marcarán el ritmo a seguir, la intensidad del trabajo a desarrollar,... y por
lo tanto el resultado final dependerá esencialmente de ellos como conjunto y de
cada uno en particular.
El segundo es el recurso externo, el equipo terapéutico que trabaje con
esta pareja o familia. Este equipo suele ser multidisciplinar: su capacitación
les permite observar las diversas situaciones desde perspectivas diferentes
pero complementarias, de tal manera que pueden ofrecer -tras un estudio
objetivo de la situación global y también personal de cada uno- un guión
adaptado a la realidad sobre la que se pretende trabajar y puedan alcanzarse
los objetivos que la pareja o familia se proponen alcanzar.
Es indispensable, por lo tanto, en este ejercicio que:
1. Haya una verdadera
confianza en el recurso al que se acude pero sobre todo que esa confianza sea
en sí mismos: que estén convencidos de que podrán resolverlo aunque no tengan
claro cómo conseguirlo (por eso acuden a este recurso).
2. La comunicación sea
fluida, honesta, abierta de principio a final en este proceso de todas las
partes una vez iniciado. Esta comunicación se verá muy beneficiada si se realiza con asertividad.
3. Se comprometan
mutuamente a llevar a la práctica aquellos compromisos que vayan asumiendo
libremente y sean capaces de valorar sus resultados sin dejarse llevar por los
desánimos en sus aparentes fracasos ni tampoco la euforia de los primeros
frutos positivos les lleven a creer que ya está resuelto todo.
Hablando con asertividad.
Puesto que esta cualidad de la comunicación es esencial para, además de
preservar el respeto a uno mismo y a los demás, ayudar a resolver adecuadamente
una situación conflictiva, vamos a ofrecer algunas ideas que nos ayudarán a
comprenderlas convenientemente en este contexto. Proponemos la lectura de los
siguientes artículos:
- Asertividad frente a los
conflictos.
- Manejo asertivo de los
conflictos familiares.
- Comunicación, asertividad y
resolución de conflictos.
Conclusiones.
No vamos a resumir las lecturas que hemos propuesto pero sí vamos a
insistir en algunas claves sencillas que nos orienten en esta comunicación y
nos ayudarán a plantear y resolver cualquier conflicto familiar, empezando por
nosotros, la pareja:
1. Prestémonos atención.
Asertividad es comunicar lo que pasa en mis adentros; para poder saber lo que
pasa en mi interior he de estar atento a ello, así que... la clave para lograr
ser una persona asertiva con mi pareja es prestar atención a lo que sucede en
ella. La pareja me aporta suficiente información para entender cómo expresar lo
que necesito decir sin herirle. Si le presto atención, entenderé la perspectiva
suya y lograré que se sienta cómoda con lo que planteo.
2. Definamos exactamente lo que queramos decir. Antes de hablar, he de pensar. Muchas veces decimos cosas
de las cuales nos arrepentimos al instante o a los pocos minutos. Esto ocurre porque no tenemos claridad en
cuanto a los objetivos que perseguimos. Si necesito que mi pareja entienda bien
lo que le planteo y quiero llegar a entenderme bien con ella, me tendré que
expresar de forma clara y sin agresividad.
3. Honestidad. Este punto
parece evidente, pero en una relación donde no existe un lenguaje asertivo, no
existe franqueza al hablar. Cuando hay conflicto fuerte la confianza en la
pareja está débil, pero aún así confiemos plenamente en ella. Esa confianza es
lo que realmente nos conectará emocionalmente.
4. Evitemos juzgar a la
pareja. “Es que tú nunca me escuchas” solemos decir
cuando empezamos una discusión. Esto no ayuda a llegar a una solución ya que
achacamos al otro directamente las causas del desencuentro. Pero si decimos: “A veces me siento mal porque creo que no me escuchas” estamos comunicando
nuestra interpretación de las cosas. De esta otra manera estamos dando la
oportunidad a la pareja a que confirme o desmienta lo que pensamos. Puede
parecer una diferencia sutil, pero es fundamental para el proceso de
comunicación que se producirá después.
Cuando vemos que somos poco o muy poco asertivos y ya tenemos el conflicto
encima... será entonces cuando más vamos a necesitar del recurso de la
"terapia familiar"; en esa dinámica podremos aprender, entrenarnos en
la comunicación asertiva y resolver nuestros problemas mediante ese tipo de
comunicación.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN:
- ¿Qué "accidentes" se
suelen producir en nuestra comunicación de pareja o de padres-hijos?, ¿a
qué creemos que son debidos, cuáles son sus causas?.
- ¿Cómo andamos de
"asertividad"?. Pensémoslo cada cual individualmente y luego
contrastemos la respuesta con lo que nos diga la pareja (ella nos pondrá
el contrapunto, si lo hay, y sabremos entonces cuáles son nuestros
escollos en este asunto).
- ¿Cómo podríamos hacer para
mejorar nuestra comunicación de pareja, padres-hijos y con el resto de la
familia?.
- Si hace un tiempo teníamos
problemas en la comunicación y los resolvimos ¿qué nos ayudó a
superarlos?, ¿qué propondríamos a otras parejas o familias al respecto?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- Terapia familiar.
- La terapia familiar (Tenerife).
- Cuando la familia requiere
ayuda.
- Del individuo al sistema.
- Elección y conflicto en la
relación de pareja.
- Estrategias para resolver
conflictos familiares.
- Resolución de conflictos
basada en los valores.
- Resolución de conflictos en
el ámbito familiar.
- Cómo resolver los conflictos
familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario