La
vuelta a la rutina después de las vacaciones de verano es para muchos, después
del Año Nuevo, el segundo momento por excelencia en el que realizar grandes
propósitos. Entre ellos, comenzar una dieta con la que bajar esos 2 ó 3 kilos
que, casi con total seguridad, ha ganado durante el período estival.
¿Y si
le dijera que realmente puede perder los kilos que le sobran sin contar
calorías?
Para
todos aquéllos que han comenzado o se plantean comenzar una dieta, o conocen a
alguien que la sigue en la actualidad, he decidido recuperar esta interesante
entrevista que el Dr. Ludwig concedió hace unos meses al periódico The New York
Times tras la publicación de su libro “Always hungry?” (¿Siempre con hambre?).
El Dr.
Ludwig, de la Universidad de Harvard, es uno de los especialistas mundiales más
reconocidos en el campo de las dietas de adelgazamiento.
Según
él, el mito más generalizado respecto a las dietas es que no existe más que un
único tipo de caloría (se sobreentiende: 1 caloría de proteínas = 1 caloría de
glúcidos).
Sin
embargo, para el Dr. Ludwig contar calorías no es la mejor forma de adelgazar.
Él defiende que si la gente no consigue perder peso es porque no conocen las
categorías de los alimentos que comen (glúcidos, grasas, proteínas…). Y es que,
según su teoría, existen alimentos que hacen proliferar nuestras células de
grasa.
- ¿Cuál
es el mensaje de su libro?.
La idea
innovadora es que comer demasiado no es lo que engorda, sino que es el hecho de
tener grasa corporal lo que hace comer demasiado. Se trata de una idea radical,
pero que ha sido demostrada por numerosas investigaciones. Tratar de ingerir
menos calorías, como a menudo se aconseja, muchas veces empeora la situación.
Si
usted simplemente reduce su aporte calórico, su apetito aumentará y su cuerpo
entrará en un “modo hambruna”; es decir, el metabolismo se ralentizará para
rebajar el consumo de calorías.
Un
régimen pobre en calorías hace más difícil perder peso, ya que el metabolismo y
la voluntad se enzarzan en un combate que con toda seguridad llevará a la
persona que sigue la dieta a tirar la toalla.
- Siempre se ha escuchado que la
obesidad afecta a los que comen demasiado. ¿No es eso lo que ocurre?.
Tendemos
a entender la obesidad como un “estado de exceso”, cuando en realidad se trata
más bien de un “estado de hambruna”.
Si las
células de la grasa acumulan demasiadas calorías, el cerebro se quedará sin
calorías para hacer funcionar el metabolismo correctamente. En ese caso, el
cerebro indicará que tiene hambre para intentar solucionar el problema. Ese es
el motivo por el que nos volvemos glotones y comemos en exceso, para resolver
el problema temporalmente.
Mientras
las células de la grasa continúen recibiendo calorías, se irá reforzando más y
más este círculo vicioso de sobrealimentación y aumento de peso.
Pero el
problema no es que haya demasiadas calorías en las células grasas, sino que
haya muy pocas en la sangre. Y reducir el aporte de calorías no va a
solucionarlo.
- Es una forma de verlo muy distinta a
la creencia tan común que resume la pérdida de peso con el cálculo: calorías
ingeridas menos calorías quemadas…
Sí. La
analogía sería querer curar la fiebre a un paciente sumergiéndolo en una bañera
de agua helada. Imagine que va al hospital con una fiebre alta y el doctor le
dice: “esto es sólo un problema de equilibrio de temperaturas; se concentra
demasiado calor dentro del cuerpo y sale poco calor del mismo”. Desde un punto
de vista físico, esto es cierto. Entonces, el doctor decide meterle en una
bañera de agua helada. Este remedio funcionará durante un tiempo;
efectivamente, la fiebre bajará. Pero imagine lo que viene después: su cuerpo
contraatacará violentamente con fuertes escalofríos y contrayendo los vasos
sanguíneos. Usted se sentirá peor incluso que antes de entrar en la bañera
helada. Y ésa es la razón por la que no se utiliza un método como éste para
bajar la fiebre.
En el
caso de la dieta, situar a la biología de nuestro lado comiendo de una forma
sana nos hará perder peso naturalmente, al igual que desaparece la fiebre
cuando se trata la causa subyacente.
- Si la causa no es comer demasiado,
¿qué es lo que está detrás de la obesidad?.
La
causa son los regímenes pobres en grasas y ricos en glúcidos (como las pastas,
el pan o las patatas) que se llevan recomendando desde hace 40 años.
Éstos
aumentan los niveles de la hormona insulina, que ordena a las células de la
grasa que aceleren la acumulación de calorías. La insulina es el mejor abono
para hacer crecer las células de la grasa.
Cuando
se diagnostica a un diabético de tipo 1, su tasa de azúcar en sangre es elevada
porque no produce insulina. Siempre ha perdido algo de peso. Ya puede comer
5.000 calorías al día: continúa adelgazando, y no podrá recuperar ese peso sin
insulina.
Y a la
inversa funciona del mismo modo: si usted da insulina a un diabético, por
fuerza ganará peso. La insulina ordena al cuerpo almacenar las calorías, y éste
guarda la mayoría de ellas en las células grasas (adiposas). Si usted tiene
demasiada insulina, almacenará demasiadas calorías. Es un mecanismo que los
investigadores conocen bien.
El
medio más rápido es reducir el consumo de glúcidos refinados y lograr un aporte
equilibrado de proteínas y grasas en su dieta. Que ésta sea rica en grasas es
el medio más rápido para corregir el metabolismo. Ello reduce el nivel de
insulina, deja las células grasas en reposo y consigue sacar a la persona del
citado “ciclo de hambruna” (ganas de comida-exceso de comida).
- Da la impresión de que usted
recomienda la dieta Atkins…
No, es
diferente. La dieta Atkins es muy pobre en glúcidos (féculas), lo que en su
interpretación clásica implica no comer fruta. La mayoría de personas no
necesita un régimen pobre en glúcidos, y menos todavía cuando seguramente no
desean seguir una dieta así de estricta.
Además,
estos regímenes no son útiles para aquellas personas que ya tienen un serio
problema a nivel metabólico, como por ejemplo los diabéticos de tipo 2 (que
padecen resistencia a la insulina).
- ¿Cómo funciona su programa?.
Nuestro
programa consta de tres etapas. En la primera, decimos a la gente que debe
dejar de consumir glúcidos refinados, azúcares añadidos y todo tipo de cereales
durante dos semanas. Los glúcidos que puede seguir comiendo son las frutas, las
judías, las fabáceas o leguminosas y todo tipo de legumbres no feculentas.
Después
de dos semanas, reintroducimos los cereales enteros (no machacados), alguna
patata y algo de azúcar añadido.
Se debe
mantener esta dieta hasta que el peso disminuya y se estabilice (ello puede
llevar varias semanas e incluso meses a una persona que tenga un problema de
sobrepeso importante).
Recuerde:
Las
propuestas del Dr. Ludwig son interesantes porque se toma muy en serio la
dificultad de vencer al hambre sin flaquear.
Es más
importante dominar el apetito que contar las calorías.
Si
usted elige los alimentos más saciantes (proteínas y grasas, mejor que
glúcidos), va a ingerir menos calorías ¡sin darse apenas cuenta!.
¡A su
salud!.
Luis
Miguel Oliveiras
Artículo original:
******************************
Fuentes:
- Anahad O’Connor. Rethinking Weight Loss and the Reasons We’re ‘Always Hungry’. The New York Times. January, 2016.
- Kris Gunnars, BSc. How to Lose Weight Fast: 3 Simple Steps, Based on Science. Authority Nutrition, an Evidence-Based Approach. April, 2016.
PARA AMPLIAR:
- Entrevista al Dr. Ludwig Johnson (vídeo).
- Remedios naturales para bajar de peso.
- 10 claves para adelgazar.
- Cómo volver a tu peso ideal.
- Y... una vez alcanzado el peso ideal ¿cómo continuar?.
- ...
Podrían añadirse muchísimos enlaces más y, aparte de eso, tendríamos que tener en cuenta que hay tantas realidades como personas y las soluciones "generales" son eso: "generales" y cada cual puede buscar y hallar aquéllas que considere más adecuada a su realidad concreta.
Aquí, por lo tanto, sólo hemos apuntado aquéllas que nos han parecido más universales y con más sentido común.
Otra idea que destacamos es la necesidad de "pautar nuestro proceso de recuperación de nuestro peso ideal con nuestro médico de cabecera o alguien especialista en esta área"; es imprescindible saber desde dónde, de quién y de qué partimos.
Podrían añadirse muchísimos enlaces más y, aparte de eso, tendríamos que tener en cuenta que hay tantas realidades como personas y las soluciones "generales" son eso: "generales" y cada cual puede buscar y hallar aquéllas que considere más adecuada a su realidad concreta https://la-voz.net/alfonso-ugarte/
ResponderEliminar