(Continuación del artículo "Estrategias y recursos para superar la soledad" de Marta Rodríguez Martín).
Prestación
de servicios sociosanitarios.
El
sistema sanitario actual, en conjunto, ofrece servicios de calidad. Las
diferentes redes de Atención Primaria (AP), sociosanitarias, de salud mental y
de hospitales configuran un conjunto de servicios con un buen nivel y que, por
otro lado, ya están proporcionando atención específica a la gente mayor.
Igualmente, hace falta incorporar nuevas actuaciones dirigidas a detectar a las
personas con un mayor riesgo de soledad, con la finalidad de retardar la
incapacidad y la dependencia que ésta pueda causar.
Las propuestas que se realizan en este trabajo se orientan a continuar extendiendo las actividades que ya se llevan a cabo e incorporar otras orientadas a detectar y tratar a las personas mayores con un mayor riesgo en el tema que se aborda: la soledad.
Las propuestas que se realizan en este trabajo se orientan a continuar extendiendo las actividades que ya se llevan a cabo e incorporar otras orientadas a detectar y tratar a las personas mayores con un mayor riesgo en el tema que se aborda: la soledad.
Teniendo
en cuenta que la puerta de entrada al sistema sanitario es la AP y que el
colectivo de las personas mayores utiliza muy especialmente este servicio, los
profesionales de AP son, a menudo, los que tienen la oportunidad de detectar y
abordar sus necesidades, al mismo tiempo que ejercen un papel determinante en
la coordinación y la integración del proceso asistencial. Por eso, creo que los
Equipos de Atención Primaria (EAP) serán los más implicados en cuanto a la
labor de abordar el tema de la soledad en la gente mayor, incentivando siempre
la coordinación entre entidades proveedoras, niveles asistenciales y servicios
sociales con tal de responder a las necesidades específicas de cada paciente.
Atención
de enfermería y las necesidades en el envejecimiento.
Uno de
los métodos para abordar la problemática de la soledad en las personas mayores
son los servicios sanitarios. Como ya se ha explicado anteriormente, es
esencial e importantísima la formación específica del personal de enfermería
(así como en el resto de profesionales que traten el tema de la soledad en
geriatría y gerontología). Por ello en este trabajo también se ha querido
realizar el planteamiento de las diferentes actividades de enfermería que se
deberían realizar en el caso de encontrarnos con alguna situación en la que
tengamos que abordar la problemática de la soledad en las personas mayores.
Para
analizar una situación de enfermería, nos ayudamos de diferentes modelos. Éstos
nos indicarán el tipo de valoración que hemos de efectuar, los objetivos de las
curas y cómo asumirlo. Esta valoración se basará en las respuestas humanas y no
sobre la base de signos y síntomas; la atención prestada será integral, se
aclara nuestro campo de asistencia y podemos llevar a cabo actividades
independientes así como permitirnos realizar todo el Proceso de Atención de
Enfermería.
En este
caso nos basaremos en la Teoría de las Necesidades Humanas que sirve para la elaboración
de los denominados Modelos de Necesidades Humanas. El estudio de las
necesidades humanas constituye el núcleo para el desarrollo de los
planteamientos de enfermería. Destacan: V. Henderson (1966), D. Orem (1980),
Nancy Roper (1980), Logan y Tierny. Adoptando el modelo de V. Henderson para
tratar las necesidades sociales y humanas, consideramos que las necesidades a
destacar para trabajar la soledad en la vejez son las siguientes.
a)
Necesidad de comunicarse: El
anciano necesita comunicarse y relacionarse con el entorno de forma verbal y no
verbal, expresar deseos y opiniones y tener sentimiento de pertenencia a un
grupo, mantener una movilidad suficiente que le permita las relaciones
sociales, tener una imagen de sí mismo que corresponda a la realidad y expresar
sin temores su sexualidad.
Ante la
necesidad de la comunicación en los ancianos, los principios de actuación de la
enfermería deben ir encaminados a conseguir el mantenimiento de la
independencia. Para ello se plantean los siguientes objetivos:
- Conocer los hábitos del anciano a la hora de comunicarse.
- Realizar una educación sanitaria para fomentar el mantenimiento de los órganos de los sentidos.
- Diseñar programas que permitan expresar los sentimientos y las emociones del anciano.
- Recomendar un lugar donde asistan a otras personas.
- Participar en actividades lúdicas como juegos, excursiones, etc.
- Utilizar los medios de comunicación a su alcance.
- Mantener una higiene y arreglo personal para que no sea una causa de aislamiento social.
- Instarle a formar parte de asociaciones de ayuda social o indicarles practicar una religión.
- Indicarle cómo expresar su sexualidad.
Es
importante reconocer las manifestaciones de dependencia que puedan presentarse
en el anciano como, por ejemplo, la incomunicación debida a perdidas
sensoriales, problemas del sistema nervioso, depresión y soledad, así como
aquellos trastornos orgánicos (accidentes cerebrovasculares, cataratas,
inmovilización, traumatismos, uso de fármacos hipnóticos y antidepresivos,
ansiedad, estrés y sentimiento de culpa) que puedan dificultar la comunicación.
b) Necesidad
de elegir según los valores y las creencias: El
anciano necesita elegir según sus propios valores y creencias, necesita y nadie
puede negarle el mantenimiento de sus convicciones personales frente a lo bueno
y a lo malo, por la cultura, ideología o religión, frente a la propia vida o
muerte. El anciano es capaz de opinar y de mantener actitudes que evidencien su
forma de pensar; necesita vivenciar y exteriorizar su concepto de
trascendencia, está en su derecho de asistir a actos representativos de sus
creencias y es capaz de encontrar un significado a su asistencia.
Ante la
necesidad del anciano de elegir según su valores y creencias los principios de
la actuación de enfermería para el mantenimiento de la independencia,
pretenderán los siguientes objetivos:
- Conocer los hábitos en cuanto a la expresión de sus creencias y determinar sus acciones según sus valores.
- Instruir al anciano para que sea capaz de expresar sus creencias y valores.
- Planificar conjuntamente programas que nos den la posibilidad de expresión de sus creencias religiosas o ideológicas.
Para
conseguirlo se podrían llevar a cabo las siguientes acciones:
- Informar de la importancia de conseguir un equilibrio espiritual mediante la expresión de sus creencias.
- Asistencia religiosa, lecturas y tranquilidad emocional.
- Ejecución de actividades recreativas relacionadas con la forma de percibir su espiritualidad.
- Exteriorización de sus emociones, sentimientos y opiniones en un medio receptivo.
Es
importante reconocer las manifestaciones de dependencia que puedan presentarse
en el anciano. Éstas pueden ser debidas a su incapacidad asociada al
desequilibrio psíquico, crisis, falta de afirmación, situaciones de pérdida, conflictos
de autoestima, sentimientos de culpabilidad y falta de motivación. Por otra
parte, la desvalorización asociada a enfermedades invalidantes, demencias,
frustraciones, ansiedad, vulnerabilidad a enfermedades, problemas de
incapacidad sensorial, etc. serán factores a tener en cuenta por su importante
influencia en este aspecto.
c)
Necesidad de autorrealización. El
anciano necesita autorrealizarse, deberá ser capaz de llevar a cabo actividades
recreativas y lúdicas que permitan mantener sus autoestima. Se deberá sentir
satisfecho consigo mismo por su contribución a la sociedad.
Los
principios de la actuación de enfermería en el mantenimiento de la
independencia para conseguir y/o mantener la autorrealización del anciano se
encaminarán hacia la consecución de los siguientes objetivos:
Para
ello se podrían llevaran a cabo las siguientes acciones:
- Su pertenencia a un grupo o asociación, según sus preferencias o aficiones.
- Se animará a realizar actividades útiles que le reporten satisfacción personal, como jardinería, manualidades, etc.
- Mantener sus aficiones y ayudar a fomentar sus hobbies.
Es
importante reconocer las manifestaciones de dependencia que puedan presentarse
en el anciano para su autorrealización. Éstas pueden ser debidas al desinterés
asociado a la falta de motivación, depresión, baja autoestima, soledad,
aislamiento y situaciones de pérdida. También pueden ser debidas a la
inadaptación asociada a problemas de desorientación, demencias, enfermedad,
problemas sensoriales, traumatismos, estrés, etc.
d)
Necesidad de aprender. El
anciano necesita aprender. El anciano vivirá una existencia plena y productiva
si se conoce a sí mismo y tiene interés, si se siente motivado y es capaz de
razonar, si demuestra habilidad para solucionar situaciones referidas al
aprendizaje, si se plantea cuestiones, dudas y preguntas sobre sus emociones,
sentimientos y existencia.
Los
principios de la actuación de enfermería en el mantenimiento de la
independencia para que el anciano pueda aprender estarán basados en los
siguientes objetivos:
- Conocer las inquietudes del anciano frente a su necesidad de aprender, teniendo en cuenta sus limitaciones.
- Enseñar al anciano en el conocimiento de los recursos a su alcance. Realizar un programa para desarrollar los hábitos de aprendizaje.
- Facilitar la información precisa de los recursos y medios de que dispone para aprender.
- Reforzar el aprendizaje del anciano.
- Aconsejar al anciano la asistencia a actos culturales de interés que se realicen en su entorno.
- Apoyar todas las iniciativas del anciano para aprender.
Es
importante reconocer las manifestaciones de dependencia que puedan presentarse
en el anciano y que impidan el aprendizaje o que dificulten la adaptación a su
nuevo estado de jubilado. Por ello se deberán vigilar y controlar los posibles
problemas originados por la falta de motivación, disminución sensorial,
depresión, falta de interés, debilidad psicomotriz y disminución de la
capacidad de aprendizaje. Por otro lado, deberán vigilarse también las
dificultades originadas por problemas psíquicos, demencia, estrés y dolor.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- Enfermería ante el envejecimiento.
- Enfermería ante la ancianidad.
- Cuidados de enfermería en el adulto mayor.
- Necesidades de la persona anciana.
- Proyecto de intercambio intergeneracional.
- Fomentar las relaciones entre jóvenes y mayores.
- Cómo fomentar el diálogo entre personas mayores y jóvenes.
- Cómo tratar a los ancianos.
- Tratar con cariño y respeto a los mayores.
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
Aunque este artículo y parte de los enlaces-web ofrecidos para ampliar, contrastar o profundizar abordan la cuestión desde el ámbito de la enfermería en centros especializados,... nos pueden servir para reflexionar sobre nuestra práctica cotidiana en nuestros hogares:
- ¿Qué elementos de los aquí encontrados podemos aplicar plenamente desde el ámbito familiar?.
- ¿Qué necesidades detectamos en las personas mayores de nuestra familia que permanecen con nosotros y no están en centros especializados para mayores?.
- ¿Cómo estamos respondiendo a esas necesidades?, ¿qué necesitamos incorporar a nuestra relación con ellos para responder de manera más adecuada?.
- Si acaso los tenemos en algún centro especializado, ¿qué necesidades presentan?, ¿cómo responder de forma positiva para todos a esas necesidades?.
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