Vaya uno donde vaya... acabamos encontrándonos con los mismos tomates, la misma fruta, hortalizas, con los mismos insípidos sabores,... en los hipermercados.
¿Es casualidad?. ¿Qué estamos comiendo?, ¿qué hay detrás de esto?. Pues bien, para retomar el contacto con la realidad y recordar el funcionamiento básico de la naturaleza, que no es poco, va este artículo.
¿Es casualidad?. ¿Qué estamos comiendo?, ¿qué hay detrás de esto?. Pues bien, para retomar el contacto con la realidad y recordar el funcionamiento básico de la naturaleza, que no es poco, va este artículo.
En
agosto nunca ha habido alcachofas.
Las
alcachofas nunca han madurado en verano, como tampoco las berenjenas, el brécol
o el cardo. Y por lo mismo el tomate nunca ha madurado en el mes febrero, ni
siquiera en la zona del Mediterráneo, ni tampoco en los afortunados tiempos de
nuestros abuelos.
Y ya
que hablamos del tomate, vale la pena detenerse en él.
El
tomate, como la berenjena, forma parte de la familia de las solanáceas y
procede de Sudamérica. En su origen era una planta habituada tan sólo a los
climas cálidos y húmedos durante todo el año. Para que crezca bien, necesita
una temperatura de 15° C por la noche y 25° C durante el día. El tomate muere
por debajo de los 2° C mientras que la berenjena deja de crecer por debajo de
los 12° C.
Y eso
no es todo: el tomate necesita una exposición al sol muy prolongada. Sólo en
esas condiciones pueden obtenerse buenos tomates. Pero, de todos modos, hay que
tener paciencia: se necesitan de cinco a seis meses entre el sembrado y la
primera cosecha.
Los
tomates de nuestros abuelos.
Por lo
tanto, está claro que los tomates de otras épocas eran mucho mejores que los
que actualmente pueden encontrarse en el supermercado. Y ni siquiera había
siempre, porque la temporada entonces era corta. Se disfrutaban sólo unas
cuantas semanas, eran unos tomates dulces, jugosos, que se deshacían en la boca
y cargados de nutrientes (en especial vitaminas y fitonutrientes, como el
licopeno).
Las
variedades suculentas de otra época se pudrían tan rápido que había que
comérselas prácticamente en el mismo día que se habían cogido; nunca se
hubieran podido transportar en camión ni distribuirse en supermercados. Pero
como tampoco podían comerse todos de golpe porque había demasiados, para no
malgastarlos se ponían a secar o en conserva.
Nadie
esperaba encontrar tomates buenos en los mercados durante todo el año. Hoy en
día los invernaderos climatizados e iluminados permiten que haya tomates de
enero a diciembre.
Pero a
partir del momento en el que forzamos la naturaleza, sembrando tomates en
invernaderos climatizados e iluminados con electricidad, ya poco importa que
nos encontremos en Holanda o en Sicilia; en Cádiz o en Alemania: los tomates
van a dejar de tener el sabor y la textura deliciosos de los que crecían sólo
cuando debían hacerlo, por no hablar de las menores concentraciones de
vitaminas y fitonutrientes.
Por lo
tanto, no podemos reprochar a los sicilianos que no produzcan tomates buenos en
invierno. Ahora sí hay, pero la isla está llena de turistas y la producción
local de tomates no llega para todos, por lo que los tomates a la venta no son
los de la huerta, sino los que se producen en masa.
Por
esta razón, todos aquéllos que puedan deberían cultivar su propio huerto y
producir sus propios tomates. En el fondo, es la única manera segura de tener
unos tomates buenos.
Una
anécdota extraordinaria en cuanto a los tomates de invernadero.
Los
ingenieros agrónomos que desarrollaron los cultivos de tomates en invernadero,
y en particular los cultivos sin sol, se dieron cuenta de que el rendimiento de
los cultivos depende de la buena gestación de los tomates, es decir, de la
buena formación de los frutos justo después de la flor.
Cuantos
más frutos se formen al inicio, más tomates habrá al final. Pero ¿de qué
depende la gestación?. De la polinización: cuanto mejor se fecundan los tomates,
más frutos se forman, lo que parece bastante evidente.
Pero
ahí es donde nos adentramos en el terreno de la ciencia ficción.
Y es
que para favorecer la polinización en los invernaderos, los ingenieros han
puesto en marcha métodos sofisticados, que permiten que las flores vibren y así
se favorece la dispersión del polen. Y por eso han inventado unos vibradores
eléctricos y sistemas de ventilación forzada... hasta que uno de ellos, hace
poco, descubrió un método “nuevo”, que ha suplantado a todos los demás y es…
¡el abejorro!
Los
ingenieros han “descubierto” que los abejorros que liban las flores son más
eficaces que los métodos mecánicos. Pero se han encontrado con un problema
adicional, y es que este método obliga a reducir el uso de insecticidas.
A falta
de fecundación, la gestación se puede mejorar también tratando las flores
mediante hormonas (auxinas).
Así
que, después de producir pollos hormonados, ahora también tenemos tomates
hormonados... Vivimos en una época siniestra.
El
tomate es bueno para la próstata.
El
tomate contiene un pigmento que disminuye el riesgo de cáncer de próstata, el
licopeno, y que asimilamos mucho mejor cuando hervimos los tomates enteros, con
piel y pepitas, ya que la cocción libera los nutrientes al hacer estallar las
células vegetales. Si opta por su consumo en crudo, es importante añadir algún
tipo de grasa de calidad (aceite de oliva virgen, por ejemplo) ya que el
licopeno es liposoluble y requiere de cierto aporte de grasa para mejorar su
biodisponibilidad.
El
licopeno es un pigmento rojo de la familia de los carotenos que también
encontramos en la sandía, la papaya, el pimiento rojo y el pomelo rosa, aunque
en una cantidad mucho menor. También es un potente antioxidante.
Se
encuentre donde se encuentre de vacaciones, procure consumir las frutas y
verduras de temporada y de producción local. Su paladar, y su salud, se lo
agradecerán.
¡A su
salud!.
Luis
Miguel Oliveiras
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/tomates-y-otras-pesadillas-verano/
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Fuentes empleadas por el autor:
- Chen P, Zhang W, Wang X, Zhao K, Negi DS, Zhuo L, Qi M, Wang X, Zhang X. Lycopene and Risk of Prostate Cancer: A Systematic Review and Meta-Analysis. Medicine (Baltimore). 2015 Aug;94(33):e1260
- Reyna María Cruz Bojórquez, Javier González Gallego2 y Pilar Sánchez Collado. Propiedades funcionales y beneficios para la salud del licopeno. Nutr. Hosp. vol.28 no.1 Madrid ene./feb. 2013.http://dx.doi.org/10.3305/nh.2013.28.1.6302
OTROS ENLACES PARA AMPLIAR:
- Siembra del tomate.
- Fertilizantes para las tomateras.
- Abonos para tomates.
- Cuidados de la planta tomatera.
- Polinización de las flores de las tomateras.
- Prevención de plagas del tomate.
- Cultivo del tomate con buenas prácticas.
- Guía del cultivo del tomate.
- Conservas caseras de tomate.
- Recetas con tomate.
- 15 recetas con tomate.
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