Cada
vez que cambia la expresión de la cara, los pequeños músculos de la piel se
tensan y provocan pliegues perpendiculares.
De este
modo, cuando arquea las cejas, los músculos tiran hacia arriba y la piel de la
frente se arruga en horizontal. Cuando sonríe, los músculos tiran de los labios
hacia las orejas y se forman dos pliegues verticales a las mejillas, a lo largo
de la nariz y en la comisura de los labios. Es lo que se llama surco nasolabial.
De
jóvenes, la piel es elástica gracias a la enorme presencia de colágeno. Y nada
más relajar los músculos, los pliegues desaparecen.
Con el
tiempo, la piel se vuelve más fina, pierde grasa y los músculos se atrofian;
entonces los pliegues tardan más en desaparecer y acaban por ser permanentes.
Aquí es cuando aparecen las arrugas.
Si aún
no tiene arrugas, puede predecir en qué lugares van a terminar apareciendo
haciendo muecas frente a un espejo.
Las
expresiones de su cara, que son sólo suyas, van a formar una red única de
arrugas, tan personal como las huellas dactilares.
Y además ayudan a comunicarse, como lo demuestra el hecho de que es más difícil leer la expresión de la cara en una persona sin arrugas, y que es más expresiva la cara de una persona en la que el tiempo ha dejado su huella en forma de arrugas.
Y además ayudan a comunicarse, como lo demuestra el hecho de que es más difícil leer la expresión de la cara en una persona sin arrugas, y que es más expresiva la cara de una persona en la que el tiempo ha dejado su huella en forma de arrugas.
¿Debemos
dejar de sonreír para evitar las arrugas?.
Habrá
oído que algunas celebridades hacen esfuerzos por no sonreír para lograr
retrasar la aparición de las arrugas.
El
problema es que, si evita sonreír, se está privando también de los sentimientos
agradables que se experimentan cuando sonreímos.
En
efecto, se suele creer que sonreímos porque estamos felices, pero también
ocurre a la inversa, y es que el simple hecho de sonreír hace surgir un
sentimiento de alegría.
Además,
al sonreír es más probable que le devuelvan la sonrisa y eso provoca un círculo
vicioso que conduce a una vida más positiva, tanto para usted como para quienes
le rodean.
Para
evitar la aparición de arrugas en el rostro, no sólo tendríamos que dejar de
sonreír, sino también evitar cualquier tipo de expresión facial. Tendría que
mostrarse continuamente indiferente, frío e inaccesible.
Las
inyecciones de bótox precisamente producen este efecto: paralizan ciertos
músculos del rostro y limitan la capacidad para expresar las emociones
faciales, lo que genera una expresión acartonada que puede entenderse como una
absoluta frialdad.
Los
músculos del rostro pueden entrenarse del mismo modo que el resto de músculos
del cuerpo. De hecho es interesante hacerlo para conservar toda su movilidad,
las expresiones faciales y mantener un aspecto joven.
A
continuación puede ver varios ejercicios que puede practicar en casa o incluso
para aprovechar el tiempo cuando esté al volante de su coche.
- Levante las cejas todo lo que pueda y manténgalas en esta posición durante 5 segundos.
- Abra la boca hasta el máximo, saque la lengua lo más que pueda y manténgase así unos segundos.
- Mueva la nariz todo lo que pueda de un lado al otro.
- Arquee las cejas, abra los ojos como platos y después frunza el ceño.
- Forme una “o” con los labios y después provoque una amplia sonrisa. Repítalo varias veces.
- Siéntese cómodamente, mire al techo y estire de la lengua al máximo para ejercitar los músculos del cuello.
La
práctica de estos ejercicios con regularidad va a ayudarle a mantener la
movilidad del rostro.
Un
rostro bonito se forma desde el interior.
La cara
muestra muchas cosas que están sucediendo en el interior.
De este
modo, los médicos empiezan observando los ojos, el cutis (color y aspecto) y la
boca para establecer en un primer contacto visual el estado de salud de su
paciente.
Una
persona en plena forma no muestra un rostro gris, con manchas rojas, ojos amarillentos,
encías sanguinolentas y lengua saburral (cubierta de una capa blanquecina).
Por
eso, la mejor forma de conservar o recuperar un rostro joven es cuidar su
estilo de vida, especialmente la alimentación:
- Beba agua. Una buena hidratación contribuye a devolver la flexibilidad a la piel y facilita la circulación de la sangre y la linfa. Beba bastante para que la orina tenga un color amarillo pálido y, sobre todo, procure no pasar sed durante demasiado tiempo.
- Ingiera verduras ricas en carotenoides, que son los pigmentos que confieren el color rojo, naranja y amarillo a las frutas y verduras, pero que también se pueden encontrar en las verduras de color verde. El carotenoide más potente es la astaxantina. Cuantos más pigmentos rojos y amarillos tenga su piel, más atractivo va a resultar a los ojos de los demás.
- Duerma suficiente y con un sueño de calidad. La piel, cuando se despierte, va a presentar un aspecto más fresco.
- Hágase un chequeo hormonal para conocer los niveles de pregnenolona, DHEA (dehidroepiandrosterona), estrógenos, progesterona y testosterona. Los desequilibrios hormonales suelen producir con frecuencia problemas en la piel.
- También debe comprobar el estado de su glándula tiroides: la piel seca y descamada puede ser un síntoma de hipotiroidismo (funcionamiento por debajo de lo normal de la glándula tiroides) o de hipertiroidismo (funcionamiento acelerado).
- Cuide su higiene digestiva e intestinal. Los intestinos aportan los nutrientes al organismo y evacúan los desechos; si no funcionan correctamente, los desechos se van acumulando y la piel se vuelve espesa, grasa y amarillenta. Una piel lisa y brillante indica, por el contrario, una buena higiene intestinal.
- La ingesta de probióticos, el consumo de alimentos fermentados, ricos en omega 3 y menos glúcidos (en particular los dulces) contribuye a sanear el sistema digestivo.
Otros
consejos contra las arrugas.
Las
arrugas están relacionadas realmente con las expresiones del rostro. Si se
siente estresado o angustiado, es posible que su rostro suela estar tenso y las
arrugas van a aparecer antes de tiempo. Por eso sería bueno intentar deshacerse
de ese estrés mediante técnicas de relajación (yoga, meditación, ejercicio
físico y actividades tranquilas).
Sin
embargo, las técnicas no siempre son suficientes y a veces hay que hacerse un
replanteamiento global y reorganizar, dentro de su estilo de vida, el trabajo,
dónde vive y sus hábitos.
El
desafío puede parecer descomunal, pero no olvide que los beneficios no se
limitan únicamente a prolongar el aspecto joven de su rostro. Llevar una vida
sana y feliz, que también se transmite en el rostro, supone menos riesgo de
padecer enfermedades cardíacas, alzhéimer, cáncer, depresión…
Si se
siente identificado con algunos de estos problemas, le animo a que reflexione
sobre todo ello. El resto (tener tiempo para comer sano, beber y dormir lo
suficiente...) va a ser aún mucho más fácil de aplicar.
El sol
es bueno para la piel, pero...
Es
indispensable para la salud una exposición regular al sol (sin crema solar). El
sol protege la piel, e incluso podría reducir el riesgo de cáncer de piel
gracias a unos niveles más elevados de vitamina D.
No
obstante, es cierto que el cutis es más fino y, por lo tanto, más vulnerable al
sol, por lo que la piel del rostro no es precisamente la que se deba exponer
más, sino el resto del cuerpo. En la mayoría de las civilizaciones, las
personas han llevado sombreros para protegerse del sol, así que le recomiendo
que haga lo mismo, sobre todo si vive en una zona soleada.
Aproveche
los cálidos días de verano, y el tiempo más relajado de cualquier momento del año para
disfrutar de los beneficios del sol y tomar decisiones sobre su vida que le
ayuden a mejorar su salud y a ser cada día más feliz.
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/arrugas-sonrisas-botox/
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