jueves, 5 de diciembre de 2019

¿Cada vez oye peor?

Hay una forma de recuperar el oído.
Si empieza a notar los signos de la edad en la pérdida progresiva de audición…
Si le cuesta seguir una conversación cuando hay varias personas hablando…
Si necesita subir el volumen de la televisión para seguir una película…
Si escucha con frecuencia pitidos o zumbidos en sus oídos…
Entonces ya forma parte de ese 8% de la población española que sufre problemas de audición de algún tipo.
Esto le interesa -y mucho- si en su familia hay antecedentes de sordera y si tiene más de 50 años, pues lo que nos va volviendo progresivamente sordos es, sobre todo, el envejecimiento natural de nuestras células.

¿Recuerda cuándo comenzó a oír mal?.

Los problemas de audición comienzan a gestarse mucho antes de lo que pensamos. Ya en nuestra adolescencia perdemos la capacidad de percibir ciertas frecuencias muy agudas (de 17.000 Hz en adelante) y aunque la pérdida de audición es progresiva, a partir de los 50 años se acelera hasta un grado que empieza a afectarnos en nuestra vida cotidiana.
Con los años, la pérdida de capacidad auditiva puede llegar a resultar terriblemente incapacitante.
¿Quién no se ha fijado en ese familiar mayor que cada vez que hay una reunión permanece callado porque ya no oye y no puede participar en la conversación?. ¿O en ese amigo al que le cuesta enterarse de las cosas porque comienza a oír verdaderamente mal?.
Una de las principales consecuencias de este problema son las limitaciones que sufre la persona afectada para comunicarse con los demás. La pérdida de audición puede tener efectos importantes en la vida cotidiana y generar sensación de soledad, aislamiento, pesimismo y frustración, especialmente en las personas mayores.
En algunos casos, subir el volumen de la televisión o pedir que le repitan lo que alguien acaba de decir parece que basta para solucionar el problema, pero con el tiempo ciertos sonidos y palabras se vuelven prácticamente inaudibles. Por el contrario, esos ruidos ambientales a los que antes no se prestaba atención se transforman en un alboroto ensordecedor.

Y su médico, ¿qué tiene que decir ante el problema?.

La medicina convencional sigue siendo incapaz de proponer una solución definitiva para los problemas de sordera.
Actualmente solo ofrece dos alternativas: quedar aislado del mundo o recurrir a un audífono.
Es verdad que estos dispositivos han mejorado mucho, pero siguen siendo aparatos frágiles y caros, además de incómodos y poco estéticos.
Desde edades muy tempranas consultamos a oftalmólogos y vamos regularmente al dentista. Pero, ¿qué hacemos para proteger nuestros oídos y evitar el más que posible futuro calvario de la sordera?.
Son pocas las personas realmente preocupadas por sus oídos, incluso cuando todos sabemos que no hay cosa que nos haga parecer más viejos que la sordera.

La causa de la pérdida de audición.

La función auditiva es una de las más complejas y misteriosas del cuerpo humano.
Para empezar, usted no tiene dos, sino seis oídos, ya que cada oído se compone de tres partes:
El oído externo, que es el visible.
El oído medio, una pequeña cavidad rellena de aire excavada en el hueso temporal que contiene los tres huesos más pequeños del cuerpo humano (martillo, yunque y estribo).
El oído interno, también llamado “laberinto” por sus tortuosos canales. Aquí se localiza la cóclea, una maravilla de la precisión que alberga el órgano de Corti, el cual contiene alrededor de 16.000 células sensoriales llamadas células ciliadas. El extremo de cada célula sensorial ciliada alberga entre 30 y 100 estereocilios, cuyas vibraciones transforman las ondas sonoras en impulsos eléctricos transmitidos a nuestro cerebro.

Cuanto más complejo es un mecanismo, más frágil resulta.

A lo largo de la vida los minúsculos órganos que participan en la transmisión del sonido a su cerebro pueden resultar dañados por una enfermedad, un accidente, por la exposición a volúmenes acústicos demasiado altos o simplemente por el paso del tiempo.
Y es que lo que sobre todo nos va volviendo progresivamente sordos es el envejecimiento natural de nuestras células.
Esto no se debe a un mecanismo concreto o a una única causa, sino en general al deterioro que con el paso del tiempo sufren nuestros órganos.
Como hemos visto, el oído interno es un delicado mecanismo compuesto de un número muy grande de piezas. Y lógicamente, cuantos más elementos posee un sistema, mayor es la probabilidad de que alguno se estropee e imposibilite el buen funcionamiento del conjunto.
Los científicos entienden cada vez mejor los mecanismos celulares del envejecimiento y empiezan a comprender cómo estos afectan a nuestro oído. Más que concentrarse en una función particular, son conscientes de que la buena salud del ecosistema en general que constituye nuestro oído representa la mejor protección para nuestra audición.
Y cada vez están más convencidos de que la pérdida de oído no es algo definitivo.

Hay un estudio muy interesante relacionado con el tabaco y la pérdida de oído que lo demuestra. Se llevó a cabo con 50.000 personas de entre 20 y 64 años y se trataba de determinar la asociación entre ser o no fumador, y la capacidad auditiva. Se hizo el seguimiento de estas personas durante 8 años, sometiéndoles a test auditivos anuales, y los resultados fueron muy claros en cuanto a relación entre el tabaco y el número de cigarrillos fumados al día con la pérdida auditiva. La sorpresa llegó con los que dejaban de fumar, pues en ellos se revertía la pérdida auditiva, y además muy rápido.
Así que ya sabe: revertir la pérdida de oído es posible, y voy a explicarle cómo.

Cómo puede usted evitar la pérdida de oído.

Hoy en día nadie duda que la nutrición es uno de los factores esenciales para mantener un organismo sano.
Pero ahora varios estudios muestran que ciertos nutrientes pueden frenar eficazmente la pérdida de audición e incluso revertirla.
Y así, los investigadores han encontrado una solución natural al problema de la sordera creando una fórmula compuesta por una serie de nutrientes que influyen positivamente en las funciones auditivas y en los órganos más frágiles de nuestro oído. 

Para empezar: el antioxidante que protege su oído.

El primer nutriente que su oído necesita es la N-acetilcisteína (NAC).
¿Por qué?. Porque una vez absorbida, el organismo transforma la NAC en un aminoácido denominado cisteína. Este, en conjunción con otros dos aminoácidos, actúa como precursor de una de las moléculas con mayor capacidad antioxidante, el glutatión. Ampliamente estudiado, el glutatión protege a las células frente al estrés oxidativo y el envejecimiento prematuro, aumentando su funcionalidad.
Varios estudios han demostrado que las personas sordas tienen niveles más bajos de glutatión que el resto de la población, y la NAC permite reducir el déficit de cisteína y de glutatión causado por el envejecimiento, dos elementos activos decisivos que contribuyen globalmente a un mejor funcionamiento del sistema auditivo.

¡Haga callar ese pitido que le vuelve loco!.

Si usted sufre acúfenos, sabe hasta qué punto los zumbidos o silbidos en sus oídos perturban su día a día.
Afectan a la concentración, al sueño, al rendimiento en el trabajo e incluso a sus conversaciones cotidianas.
Uno de los mejores remedios naturales para acabar con estos molestos ruidos es el Gingko biloba.
El gingko es una planta utilizada por la medicina tradicional china desde hace más de 4.000 años para tratar los problemas circulatorios y estimular la energía vital.
Ahora, gracias a la investigación científica, también sabemos que la fuerte concentración de activos antioxidantes (flavonas y ginkgólidos) presente en las hojas de esta planta ayudan a proteger las células del oído interno y del canal auditivo.
El ginkgo es también un vasodilatador natural, lo que significa que ayuda a mantener abiertos los pequeños vasos sanguíneos y capilares que se encuentran alrededor del oído y en su interior. ¿El resultado?: ¡Menos zumbidos y una mejor audición!.

Varios estudios han analizado los efectos del ginkgo en los acúfenos:
En uno de ellos los pacientes fueron divididos en dos grupos. Un grupo recibió 120 mg/día de extracto de gingko y el segundo, un placebo. Tras un seguimiento de tres meses, el grupo que recibió suplementación con el extracto manifestaba un sentimiento general de mejora en un 31% a nivel de percepción de los acúfenos. Los investigadores observaron además una disminución de un 8% en el volumen de los acúfenos.
En un nuevo estudio otro grupo de pacientes recibió una infusión de 200 mg de ginkgo. Se constató una disminución media de 8 decibelios en el volumen de los acúfenos.
Por otra parte, se ha demostrado que el gingko mejora de manera significativa la recuperación de los pacientes que sufren pérdida súbita de audición.
Todos estos estudios ponen de manifiesto hasta qué punto el ginko es un aliado esencial para el oído y todos los beneficios que proporciona al organismo su aporte diario.

Oír peor los agudos y los graves: dos nutrientes para este problema.

Otro problema común de las personas que padecen algún grado de sordera es la dificultad para oír los sonidos más agudos y más graves.
Para tratarlo existen dos nutrientes esenciales: el ácido alfalipoico (AAL) y el ácido acetil-L-carnitina (ALCAR).
El ácido alfa-lipoico es un ácido sulfúrico sintetizado por el organismo humano en cantidades muy pequeñas.
Tiene la rara capacidad de “reciclar” otros antioxidantes, especialmente la vitamina E, la vitamina C y el glutatión, de manera que puedan continuar luchando contra los radicales libres. También aumenta los niveles de glutatión y neutraliza los metales tóxicos como el arsénico, el cadmio y el mercurio.
Su sorprendente capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica, entre el sistema sanguíneo y el cerebro, le permite actuar sobre los radicales libres en el interior del cerebro, del sistema nervioso y de los oídos, protegiendo a estos últimos contra la pérdida de audición causada por la edad.
Su compañero, el acetil-L-carnitina, es un aminoácido que incrementa la producción de energía en el interior de las mitocondrias.
Sabemos por ciertos estudios que la pérdida de audición causada por la edad está relacionada con el estrés oxidativo de las células, especialmente el que afecta al ADN de las mitocondrias.
Y hay estudios que demuestran que la combinación de acetil-L-carnitina y NAC juega un relevante papel en la protección de las mitocondrias contra los radicales libres y protege contra la pérdida auditiva.
En un estudio piloto los científicos observaron en un modelo animal la evolución del espectro auditivo durante seis semanas. Tras dividir a la muestra en tres grupos, descubrieron que el grupo que recibió una combinación de ácido alfa-lipoico o el acetil-L-carnitina mejoraró su capacidad auditiva. Es decir, que esta combinación de nutrientes no sólo previene, sino que revierte la pérdida de oído.
Dado que la síntesis natural de estos dos activos disminuye con la edad, es imprescindible ayudar a nuestro cuerpo a recuperar sus reservas de ácido alfalipoico y acetil-L-carnitina, por lo que también estén incluidos en esta novedosa fórmula.

Dos vitaminas indispensables para su oído.

Varios estudios han demostrado el efecto beneficioso de ciertas vitaminas a la hora de preservar nuestra capacidad auditiva.
Es el caso de las vitaminas B9 y B12, que mejoran la percepción de las bajas frecuencias. 
Un estudio realizado en los Estados Unidos ha medido el impacto de las vitaminas sobre la pérdida de audición. En este estudio los pacientes recibían complementos de vitamina C, E, B9, B12 y betacaroteno. Los investigadores analizaron la evolución de la audición de 26.273 hombres entre 40 y 75 años durante un período de 20 años. Un estudio equivalente fue realizado con mujeres entre los años 1991 y 2009. En ambos casos, el consumo regular de vitaminas B9 y B12 estuvo asociado a una disminución del riesgo de pérdida de audición.
Los dos estudios anteriores muestran igualmente que las personas con problemas de audición tienen tendencia a tener niveles muy bajos de vitamina B12, cuya deficiencia puede también estar asociada a la aparición de acúfenos y a la pérdida auditiva.
Hay que tener en cuenta que nuestro organismo no puede producir la vitamina B12, por lo tanto, es esencial aportarla a través de la nutrición. El complemento del que le estoy hablando contiene la dosis adecuada de vitaminas B12 y B9 para resultar eficaces para una audición perfecta.

Los 6 pilares de una buena audición por fin reunidos en una fórmula única.

Como ha visto, a partir de cierta edad su cuerpo ya no fabrica en cantidad suficiente los elementos naturales que aseguran el buen funcionamiento de su sistema auditivo.
Numerosos estudios muestran que combinando los diferentes principios activos que han demostrado que son eficaces se obtienen los mejores resultados en lo que a recuperación del oído se refiere.
Por eso me alegra presentarle un complemento nutricional que incluye todos los principios naturales imprescindibles para frenar la pérdida de audición y volver a oír como antes.
Fórmula Audición reúne en una única píldora N-acetilcisteína, Gingko biloba, ácido alfalipoico, ácido acetil-L-carnitina y vitaminas B9 y B12.

Se trata de un concentrado de potentes activos perfectamente dosificados según los estudios de referencia y creado para todas las personas que desean proteger y reforzar su audición y recuperar las facultades auditivas perdidas.
Así que si tenía pensado probar Fórmula Audición, ahora tiene otra razón más para hacerlo. Puede pedirlo aquí.

¡A su salud!.
Felipe M. Miller
P.D.: Todos los principios que contiene esta fórmula son activos naturales completamente inocuos para la salud. Sin embargo, como siempre le digo, en caso de presentar una condición médica específica o tomar medicación, no está de más consultar con su médico. 
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