Si
empieza a notar los signos de la edad en la pérdida progresiva de audición…
Si le
cuesta seguir una conversación cuando hay varias personas hablando…
Si
necesita subir el volumen de la televisión para seguir una película…
Si
escucha con frecuencia pitidos o zumbidos en sus oídos…
Entonces
ya forma parte de ese 8% de la población española que sufre problemas de
audición de algún tipo.
Esto le interesa -y mucho- si en su familia hay antecedentes de sordera y si
tiene más de 50 años, pues lo que nos va volviendo progresivamente sordos es,
sobre todo, el envejecimiento natural de nuestras células.
¿Recuerda
cuándo comenzó a oír mal?.
Los
problemas de audición comienzan a gestarse mucho antes de lo que pensamos. Ya
en nuestra adolescencia perdemos la capacidad de percibir ciertas frecuencias
muy agudas (de 17.000 Hz en adelante) y aunque la pérdida de audición es
progresiva, a partir de los 50 años se acelera hasta un grado que empieza a
afectarnos en nuestra vida cotidiana.
Con los
años, la pérdida de capacidad auditiva puede llegar a resultar terriblemente
incapacitante.
¿Quién
no se ha fijado en ese familiar mayor que cada vez que hay una reunión
permanece callado porque ya no oye y no puede participar en la conversación?. ¿O
en ese amigo al que le cuesta enterarse de las cosas porque comienza a oír
verdaderamente mal?.
Una de
las principales consecuencias de este problema son las limitaciones que sufre
la persona afectada para comunicarse con los demás. La pérdida de audición
puede tener efectos importantes en la vida cotidiana y generar sensación de
soledad, aislamiento, pesimismo y frustración, especialmente en las personas mayores.
En
algunos casos, subir el volumen de la televisión o pedir que le repitan lo que
alguien acaba de decir parece que basta para solucionar el problema, pero con
el tiempo ciertos sonidos y palabras se vuelven prácticamente inaudibles. Por
el contrario, esos ruidos ambientales a los que antes no se prestaba atención
se transforman en un alboroto ensordecedor.
Y su
médico, ¿qué tiene que decir ante el problema?.
La
medicina convencional sigue siendo incapaz de proponer una solución definitiva
para los problemas de sordera.
Actualmente
solo ofrece dos alternativas: quedar aislado del mundo o recurrir a un
audífono.
Es
verdad que estos dispositivos han mejorado mucho, pero siguen siendo aparatos
frágiles y caros, además de incómodos y poco estéticos.
Desde
edades muy tempranas consultamos a oftalmólogos y vamos regularmente al
dentista. Pero, ¿qué hacemos para proteger nuestros oídos y evitar el más que
posible futuro calvario de la sordera?.
Son
pocas las personas realmente preocupadas por sus oídos, incluso cuando todos
sabemos que no hay cosa que nos haga parecer más viejos que la sordera.
La
función auditiva es una de las más complejas y misteriosas del cuerpo humano.
Para
empezar, usted no tiene dos, sino seis oídos, ya que cada oído se compone de
tres partes:
El oído externo, que es el visible.
El oído medio, una pequeña cavidad rellena de aire excavada en el hueso temporal que
contiene los tres huesos más pequeños del cuerpo humano (martillo, yunque y
estribo).
El oído interno, también llamado “laberinto” por sus tortuosos canales. Aquí se
localiza la cóclea, una maravilla de la precisión que alberga el órgano de Corti, el cual contiene alrededor de 16.000 células sensoriales llamadas
células ciliadas. El extremo de cada célula sensorial ciliada alberga entre 30
y 100 estereocilios, cuyas vibraciones transforman las ondas sonoras en
impulsos eléctricos transmitidos a nuestro cerebro.
Cuanto
más complejo es un mecanismo, más frágil resulta.
A lo
largo de la vida los minúsculos órganos que participan en la transmisión del
sonido a su cerebro pueden resultar dañados por una enfermedad, un accidente,
por la exposición a volúmenes acústicos demasiado altos o simplemente por el
paso del tiempo.
Y es
que lo que sobre todo nos va volviendo progresivamente sordos es el
envejecimiento natural de nuestras células.
Esto no
se debe a un mecanismo concreto o a una única causa, sino en general al
deterioro que con el paso del tiempo sufren nuestros órganos.
Como
hemos visto, el oído interno es un delicado mecanismo compuesto de un número
muy grande de piezas. Y lógicamente, cuantos más elementos posee un sistema,
mayor es la probabilidad de que alguno se estropee e imposibilite el buen
funcionamiento del conjunto.
Los
científicos entienden cada vez mejor los mecanismos celulares del
envejecimiento y empiezan a comprender cómo estos afectan a nuestro oído. Más
que concentrarse en una función particular, son conscientes de que la buena
salud del ecosistema en general que constituye nuestro oído representa la mejor
protección para nuestra audición.
Y cada
vez están más convencidos de que la pérdida de oído no es algo definitivo.
Hay un
estudio muy interesante relacionado con el tabaco y la pérdida de oído que lo
demuestra. Se llevó a cabo con 50.000 personas de entre 20 y 64 años y se
trataba de determinar la asociación entre ser o no fumador, y la capacidad
auditiva. Se hizo el seguimiento de estas personas durante 8 años, sometiéndoles
a test auditivos anuales, y los resultados fueron muy claros en cuanto a
relación entre el tabaco y el número de cigarrillos fumados al día con la
pérdida auditiva. La sorpresa llegó con los que dejaban de fumar, pues en ellos
se revertía la pérdida auditiva, y además muy rápido.
Así que
ya sabe: revertir la pérdida de oído es posible, y voy a explicarle cómo.
Cómo
puede usted evitar la pérdida de oído.
Hoy en
día nadie duda que la nutrición es uno de los factores esenciales para mantener
un organismo sano.
Pero
ahora varios estudios muestran que ciertos nutrientes pueden frenar eficazmente
la pérdida de audición e incluso revertirla.
Y así,
los investigadores han encontrado una solución natural al problema de la
sordera creando una fórmula compuesta por una serie de nutrientes que influyen
positivamente en las funciones auditivas y en los órganos más frágiles de
nuestro oído.
Para
empezar: el antioxidante que protege su oído.
El
primer nutriente que su oído necesita es la N-acetilcisteína (NAC).
¿Por
qué?. Porque
una vez absorbida, el organismo transforma la NAC en un aminoácido denominado
cisteína. Este, en conjunción con otros dos aminoácidos, actúa como precursor
de una de las moléculas con mayor capacidad antioxidante, el glutatión.
Ampliamente estudiado, el glutatión protege a las células frente al estrés oxidativo y el envejecimiento prematuro, aumentando su funcionalidad.
Varios
estudios han demostrado que las personas sordas tienen niveles más bajos de
glutatión que el resto de la población, y la NAC permite reducir el déficit de
cisteína y de glutatión causado por el envejecimiento, dos elementos activos
decisivos que contribuyen globalmente a un mejor funcionamiento del sistema auditivo.
¡Haga
callar ese pitido que le vuelve loco!.
Si usted sufre acúfenos, sabe hasta qué punto los zumbidos o silbidos en sus oídos perturban su día a día.
Si usted sufre acúfenos, sabe hasta qué punto los zumbidos o silbidos en sus oídos perturban su día a día.
Afectan
a la concentración, al sueño, al rendimiento en el trabajo e incluso a sus
conversaciones cotidianas.
Uno de
los mejores remedios naturales para acabar con estos molestos ruidos es el
Gingko biloba.
El
gingko es una planta utilizada por la medicina tradicional china desde hace más
de 4.000 años para tratar los problemas circulatorios y estimular la energía
vital.
Ahora,
gracias a la investigación científica, también sabemos que la fuerte
concentración de activos antioxidantes (flavonas y ginkgólidos) presente en las
hojas de esta planta ayudan a proteger las células del oído interno y del canal
auditivo.
El
ginkgo es también un vasodilatador natural, lo que significa que ayuda a
mantener abiertos los pequeños vasos sanguíneos y capilares que se encuentran
alrededor del oído y en su interior. ¿El resultado?: ¡Menos zumbidos y una mejor
audición!.
Varios
estudios han analizado los efectos del ginkgo en los acúfenos:
En uno
de ellos los pacientes fueron divididos en dos grupos. Un grupo recibió 120
mg/día de extracto de gingko y el segundo, un placebo. Tras un seguimiento de
tres meses, el grupo que recibió suplementación con el extracto manifestaba un
sentimiento general de mejora en un 31% a nivel de percepción de los acúfenos.
Los investigadores observaron además una disminución de un 8% en el volumen de
los acúfenos.
En un
nuevo estudio otro grupo de pacientes recibió una infusión de 200 mg de ginkgo.
Se constató una disminución media de 8 decibelios en el volumen de los
acúfenos.
Por
otra parte, se ha demostrado que el gingko mejora de manera significativa la
recuperación de los pacientes que sufren pérdida súbita de audición.
Todos
estos estudios ponen de manifiesto hasta qué punto el ginko es un aliado
esencial para el oído y todos los beneficios que proporciona al organismo su
aporte diario.
Otro
problema común de las personas que padecen algún grado de sordera es la
dificultad para oír los sonidos más agudos y más graves.
Para
tratarlo existen dos nutrientes esenciales: el ácido alfalipoico (AAL) y el
ácido acetil-L-carnitina (ALCAR).
El
ácido alfa-lipoico es un ácido sulfúrico sintetizado por el organismo humano en
cantidades muy pequeñas.
Tiene
la rara capacidad de “reciclar” otros antioxidantes, especialmente la vitamina E, la vitamina C y el glutatión, de manera que puedan continuar luchando contra
los radicales libres. También aumenta los niveles de glutatión y neutraliza los
metales tóxicos como el arsénico, el cadmio y el mercurio.
Su
sorprendente capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica, entre el
sistema sanguíneo y el cerebro, le permite actuar sobre los radicales libres en
el interior del cerebro, del sistema nervioso y de los oídos, protegiendo a
estos últimos contra la pérdida de audición causada por la edad.
Su
compañero, el acetil-L-carnitina, es un aminoácido que incrementa la producción
de energía en el interior de las mitocondrias.
Sabemos
por ciertos estudios que la pérdida de audición causada por la edad está
relacionada con el estrés oxidativo de las células, especialmente el que afecta
al ADN de las mitocondrias.
Y hay
estudios que demuestran que la combinación de acetil-L-carnitina y NAC juega un
relevante papel en la protección de las mitocondrias contra los radicales
libres y protege contra la pérdida auditiva.
En un
estudio piloto los científicos observaron en un modelo animal la evolución del
espectro auditivo durante seis semanas. Tras dividir a la muestra en tres
grupos, descubrieron que el grupo que recibió una combinación de ácido
alfa-lipoico o el acetil-L-carnitina mejoraró su capacidad auditiva. Es decir,
que esta combinación de nutrientes no sólo previene, sino que revierte la
pérdida de oído.
Dado
que la síntesis natural de estos dos activos disminuye con la edad, es
imprescindible ayudar a nuestro cuerpo a recuperar sus reservas de ácido alfalipoico y acetil-L-carnitina, por lo que también estén incluidos en esta
novedosa fórmula.
Dos
vitaminas indispensables para su oído.
Varios
estudios han demostrado el efecto beneficioso de ciertas vitaminas a la hora de
preservar nuestra capacidad auditiva.
Es el
caso de las vitaminas B9 y B12, que mejoran la percepción de las bajas
frecuencias.
Un
estudio realizado en los Estados Unidos ha medido el impacto de las vitaminas
sobre la pérdida de audición. En este estudio los pacientes recibían
complementos de vitamina C, E, B9, B12 y betacaroteno. Los investigadores
analizaron la evolución de la audición de 26.273 hombres entre 40 y 75 años
durante un período de 20 años. Un estudio equivalente fue realizado con mujeres
entre los años 1991 y 2009. En ambos casos, el consumo regular de vitaminas B9
y B12 estuvo asociado a una disminución del riesgo de pérdida de audición.
Los dos
estudios anteriores muestran igualmente que las personas con problemas de audición tienen tendencia a tener niveles muy bajos de vitamina B12, cuya
deficiencia puede también estar asociada a la aparición de acúfenos y a la
pérdida auditiva.
Hay que
tener en cuenta que nuestro organismo no puede producir la vitamina B12, por lo
tanto, es esencial aportarla a través de la nutrición. El complemento del que
le estoy hablando contiene la dosis adecuada de vitaminas B12 y B9 para
resultar eficaces para una audición perfecta.
Como ha
visto, a partir de cierta edad su cuerpo ya no fabrica en cantidad suficiente
los elementos naturales que aseguran el buen funcionamiento de su sistema
auditivo.
Numerosos
estudios muestran que combinando los diferentes principios activos que han
demostrado que son eficaces se obtienen los mejores resultados en lo que a
recuperación del oído se refiere.
Por eso
me alegra presentarle un complemento nutricional que incluye todos los
principios naturales imprescindibles para frenar la pérdida de audición y
volver a oír como antes.
Fórmula
Audición reúne en una única píldora N-acetilcisteína, Gingko biloba, ácido
alfalipoico, ácido acetil-L-carnitina y vitaminas B9 y B12.
Se
trata de un concentrado de potentes activos perfectamente dosificados según los
estudios de referencia y creado para todas las personas que desean proteger y
reforzar su audición y recuperar las facultades auditivas perdidas.
Así que si tenía pensado probar
Fórmula Audición, ahora tiene otra razón más para hacerlo. Puede pedirlo aquí.
¡A su
salud!.
Felipe
M. Miller
P.D.:
Todos los principios que contiene esta fórmula son activos naturales
completamente inocuos para la salud. Sin embargo, como siempre le digo, en caso
de presentar una condición médica específica o tomar medicación, no está de más
consultar con su médico.
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/no-es-que-haya-ahora-menos-pajaros-es-usted-que-no-los-oye/
******************************
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