viernes, 14 de junio de 2019

Vitamina D a partir de los 50

Esta vitamina es crucial a partir de los 50 años.
La carencia de vitamina D puede tener graves consecuencias, y precisamente por ello hoy tengo una información crucial que comunicarle al respecto.

Numerosos y espectaculares beneficios.

La vitamina D afecta a 229 genes del genoma humano, lo que explicaría que una deficiencia en esta vitamina pueda estar en el origen de múltiples enfermedades.
En Estados Unidos, una asociación de científicos que reúne a los más grandes expertos en vitamina D ha elaborado una lista impresionante de enfermedades que se podrían evitar con el simple hecho de mantener un buen nivel de esta vitamina.
Por ejemplo, han calculado que una buena tasa de vitamina D en sangre, situada entre 50 y 75 ng/ml, supone entre otros los siguientes beneficios:
  1. El riesgo de cáncer disminuye de forma muy notable: cáncer de mama (-83%), de colon (-80%), de páncreas (-65%), de vejiga (-66%), de endometrio (-67%) y de riñón (-75%).
  2. El riesgo de enfermedades cardiovasculares disminuye en al menos un 50%: infarto (-50%) e hipertensión arterial (-78%).
  3. El riesgo de osteoporosis y de todo tipo de fracturas disminuye en un 50%.
  4. El riesgo de gripe estacional disminuye en un 83%.
  5. El riesgo de asma disminuye en un 63%.
  6. El riesgo de diabetes tipo 1 disminuye en un 71%.
  7. En conjunto, disminuye a la mitad el riesgo de morir prematuramente a causa de una enfermedad que podría evitarse. Es lo que demuestra un gran estudio publicado en junio de 2014 por el BMJ (British Medical Journal) y que relaciona los niveles bajos de vitamina D con un aumento de la mortalidad por todas las causas.
A pesar de su importancia para mantener una buena salud, muy pocas personas tienen un nivel de vitamina D adecuado. Los especialistas comparan esta situación con una auténtica epidemia de magnitud mundial.

Crucial para todas las edades, pero aún más a partir de los 50.

Los estudios científicos recientes muestran que, incluso en los países muy soleados como es el caso de España, mantener un nivel suficiente de vitamina D es difícil. Y especialmente entre los meses de octubre y marzo, cuando el sol apenas se deja ver ni calienta, pasamos menos tiempo al aire libre y no es posible una síntesis natural suficiente de esta vitamina.
Para beneficiarse de los efectos de un buen nivel de vitamina D sobre la salud, los expertos aseguran que hay que contar con una tasa en plasma superior a 30 ng/ml.
Otros especialistas van un poco más allá en su recomendación y aconsejan llegar a 40 ng/ml.
¿Y cómo se consigue alcanzar esas tasas plasmáticas?. Pongamos un ejemplo:
Para mantener ese nivel durante todo el año, incluso en invierno, sin aportes nutricionales complementarios, haría falta que se expusiese todos los días al sol durante al menos 20 minutos (o incluso 30) y ello al mediodía, cuando el sol está más alto. Claramente, esto es casi imposible si vive en el hemisferio norte.
De hecho también en España, por mucho que seamos el país más soleado de la Unión Europea, los estudios evidencian que los déficits de vitamina D son elevados y alcanzan a más de la mitad de la población. Los datos confirman una carencia generalizada de vitamina D, incluso severa, en la población española de ambos sexos.
Estos déficits severos afectan más a menudo a las personas mayores de 50 años, que sintetizan cuatro veces menos vitamina D que una persona joven con una exposición similar, debido al envejecimiento de la piel.

Pero ni los jóvenes se libran.

Un estudio llevado a cabo en un lugar tan soleado como Canarias y sobre población joven detectó una deficiencia significativa (< 20 ng/ml) en un 32,6% de la población. 
Así que imagínese qué ocurre a medida que se van cumpliendo años y más en lugares geográficamente menos bañados por el sol: pues que una persona mayor de 50 que no se preocupe por su nivel de vitamina D tendrá carencia de forma casi automática. Así se refleja de hecho en un estudio realizado en nuestro país que concluyó que, entre la población mayor de 65 años, el 86,3% presentaba insuficiencia vitamínica, y que esta era grave.<15 35="" casos.="" de="" el="" en="" los="" ml="" ng="" o:p="">

¿Qué dosis necesita usted?.

Para un adulto sano, las autoridades europeas recomiendan una dosis diaria de 400 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D, una cifra que hoy por hoy se puede calificar claramente no ya de insuficiente, sino de ridícula.
Existen numerosos debates sobre la dosis necesaria para una buena complementación en vitamina D. Esto depende en gran medida de la edad, modo de vida, lugar de residencia (si se vive en una región soleada o no)... Pero los científicos están seguros de una cosa: una suplementación diaria de 400 UI de vitamina D es básica para todo el mundo (hombres y mujeres); ¡incluso en España las autoridades sanitarias respaldan esa recomendación! Es decir, que las autoridades, tan conservadoras en materia de complementos nutricionales, consideran que de forma general es necesario tomar un complemento de vitamina D.
Pues bien, si tiene más de 50 años, los especialistas recomiendan una complementación de al menos 1.600 UI al día. Y ciertos estudios proponen incluso dosis diarias que van hasta las 10.000 UI al día.

La mejor dosis: vitamina D cada día.

Hay muchas formas de conseguir vitamina D, si bien lo más recomendable es tomarla regularmente y durante todo el año, ya que esto es lo que le permitirá contar con la tasa adecuada.
Debe evitar las ampollas que proporcionan de golpe hasta 200.000 UI (lo que equivale a tomar un mes de sol en la cara en cuestión de segundos). No sólo no es fisiológico, ya que producimos un poco de vitamina D cada vez que nos exponemos al sol, sino que también es menos eficaz que una toma más moderada y a largo plazo, ya que a su organismo le cuesta utilizar y almacenar esta entrada masiva de vitamina D.
Con una toma diaria menor, pero constante, usted recibiría una dosis más fisiológica; es decir, que respeta los equilibrios naturales de su cuerpo. Pero es que además la vitamina D es liposoluble, por lo que debe ir en una matriz grasa, como por ejemplo un aceite vegetal de buena calidad para facilitar su asimilación.

Refuerce los beneficios de la vitamina D uniéndola a la vitamina K2 MK-7.

Tomar 2.000 UI cada día de un buen complemento de vitamina D3 es la base indispensable para una buena salud. Pero una extraordinaria sinergia, y que ha demostrado beneficios añadidos para la salud, es su combinación con vitamina K2 MK-7.
Diversos estudios demuestran que tomar vitamina D3 al mismo tiempo que vitamina K2 refuerza considerablemente sus efectos sobre la fortaleza de los huesos.
Al igual que en el caso de la vitamina D, la gran mayoría de la población sufre de un déficit crónico de esta vitamina tan importante para la salud. Los estudios sobre la vitamina K2 se han multiplicado en todo el mundo y han demostrado sus increíbles efectos. Entre otros:
  1. Reduce hasta un 57% el riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular, impidiendo que el calcio se deposite en las arterias, evitando su endurecimiento y protegiendo del infarto.
  2. Divide por 10 el riesgo de fractura, ayudando a que el calcio se fije en los huesos en vez de en las arterias.
  3. Disminuye el riesgo de sufrir cualquier tipo de cáncer en más de un 35% en 5 años.
  4. Lucha contra la inflamación crónica y las enfermedades asociadas (artrosis, diabetes, alzhéimer…).
  5. Participa en el mantenimiento de las funciones cerebrales y del sistema nervioso.
Dirigido con carácter prioritario a las personas nacidas antes de 1969.

La vitamina D que hoy le propongo viene en un formato líquido, que resulta de lo más cómodo. Cada gota de este complemento aporta 400 UI de vitamina D, por lo que con una dosis diaria de cinco gotas (el frasco dispone de cuentagotas) usted podrá alcanzar una dosis de 2.000 UI con facilidad, ayudándole a mantener un buen nivel en sangre lo largo de todo el año.
Puede tomarlas directamente en una cucharilla o añadirlas a un vaso de agua o incluso a la comida. Además, esta vitamina D está unida a un aceite vegetal de colza virgen, lo que facilitará su asimilación por parte del organismo, al tratarse de una vitamina liposoluble.
Pero aún hay más. Se trata de una vitamina D de origen vegetal (proviene del musgo -o liquen-) y va acompañada de vitamina K2 para reforzar sus efectos benéficos, concretamente de 45 microgramos en 5 gotas. También es de origen natural, pues se obtiene del natto, un tipo de soja fermentada tradicional de Japón.
Es el único alimento del mundo que contiene vitamina K2 en forma menaquinona K7 (vitamina K2-MK7), que es la forma más biodisponible de la vitamina K2, lo que garantiza que el calcio no se deposite en sus arterias y llegue a su destino final, es decir, a los huesos, reduciendo así el riesgo de fracturas por osteoporosis.
A su mayor biodisponibilidad también contribuye el aceite de colza virgen que se utiliza en esta fórmula, dado que la vitamina K también es liposoluble.

Vitamina D para todo el año.

Empezar ahora a tomar vitamina D es una de las mejores decisiones que puede tomar para mejorar su salud.
Aprovechemos, en primer lugar, los rayos solares (es la mejor fuente, más natural y sana de obtener la vitamina D) y generemos con ello las posibilidades de sintetizar vitamina D directamente, pero su nuestras reservas de vitamina D están en peligro... ésta solución que proponemos puede ser una gran ayuda. Por eso ahora es el momento en el que debe pasar a la acción y beneficiarse de la toma diaria de un complemento con el que podrá, entre otros beneficios:
  1. Reforzar sus huesos y reducir el riesgo de fracturas.
  2. Estimular su sistema inmunitario y aumentar su capacidad de resistencia a las infecciones.
  3. Disminuir el riesgo de cáncer.
  4. Impedir que el calcio se deposite en sus arterias, reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  5. Ayudar a una coagulación sanguínea normal.
Tomar cada día 5 gotas de las vitaminas D3 y K2 es algo sencillo. Pero es probablemente también una de las decisiones más importantes para su salud.
Tomar un complemento de vitamina D es necesario para todo el mundo (¡cualquier médico estará de acuerdo en esto!), pero es sencillamente imprescindible desde los 50 años. Y es también a partir de esta edad cuando se hace necesaria una complementación en vitamina K2.
Por eso, si usted tiene más de 50 años (y más aún si supera los 65, cuando el déficit alcanza niveles alarmantes), mi texto de hoy está especialmente dedicado a usted. Para pedir su combinado de vitamina D3K2, incluso para todo el año, haga clic en el siguiente botón, que le llevará a la página del laboratorio donde tramitarán su pedido para que pueda empezar a tomarlo cuanto antes.
Pida aquí su vitamina D3 y K2 si detecta que necesita esta ayuda.

¡A su salud!.
Felipe M. Miller

P.D.: La vitamina D3 y la vitamina K2 forman parte de las vitaminas más seguras del mundo. No tienen ningún efecto secundario conocido, incluso en dosis muy altas y tomándolas a largo plazo. Según los especialistas en vitamina D, “haría probablemente falta tomar entre 30.000 y 50.000 UI al día durante un período muy largo para correr el riesgo de intoxicarse”.
Tenga en cuenta, sin embargo, que la K de la vitamina K2 viene de la palabra “Koagulation” debido a que hace coagular la sangre. Por tanto, si sigue un tratamiento médico anticoagulante -este tipo de fármacos bloquean la actividad de la vitamina K- deberá comenzar la complementación tras haber hablado con su médico para que éste pueda adaptar su tratamiento anticoagulante.
      
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