El glaucoma está causado por un aumento anormal de la presión intraocular producida por un acúmulo del humor acuoso, cuyo drenaje a través de la pupila queda bloqueado. Este exceso de humor acuoso eleva la presión dentro del ojo dañando el nervio óptico, que dejará de transmitir señales visuales al centro neuro-óptico situado en la parte posterior del cerebro. Como resultado, el campo de visión disminuye, primero a nivel periférico y gradualmente en todo el ojo.
Junto a
la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), el glaucoma es una de las
enfermedades oculares más graves, y en nuestro país afecta a más de 1 millón de
personas. Pero es que otro medio millón de españoles podrían padecer esta
enfermedad degenerativa del ojo y no saberlo.
Y es
que esta dolencia es verdaderamente silenciosa, porque no hay ningún síntoma
que permita detectarla… pudiendo incluso llegar a perder la vista quien la
sufre.
“¿Podría
pasarme a mí?”.
Desgraciadamente
le puede tocar a cualquiera. Por ello lo mejor es conocer qué factores la
causan. Pero, antes de eso, veamos los dos tipos diferentes de glaucoma que
existen.
El
glaucoma de ángulo abierto es el más frecuente y tarda muchos años en evolucionar,
aunque pase desapercibido. Puede ser que, por ejemplo, no se detecte ninguna
señal durante 10 años y luego se experimente una visión periférica borrosa,
ojos llorosos, dolores de cabeza después de realizar esfuerzos visuales y,
finalmente, se llegue a la ceguera.
El
glaucoma de ángulo cerrado (o glaucoma agudo), en cambio, es más raro y llega
de modo repentino después de un aumento brutal de la presión en el ojo. Puede
ocurrir, por ejemplo, por la noche, después de ver una película en el cine (con
una iluminación fuerte). Y es que cuando las pupilas se dilatan cierran el
ángulo ocular y bloquean el flujo de líquidos. También en este caso el glaucoma
puede desembocar en ceguera.
Una vez
que se detecta el glaucoma y se conoce el tipo que se padece, éste debe ser
tratado. Pero para que se haga de manera adecuada es necesario detectar su
causa entre las muchas posibles:
- Predisposición anatómica del ojo.
- Miopía crónica de altas dioptrías.
- Traumatismo en el ojo por un golpe, herida o cirugía.
- Complicaciones de enfermedades oculares como conjuntivitis (inflamación de la membrana conjuntiva, que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo), o queratitis (inflamación de la córnea que puede afectar a la visión).
- Debido a otra enfermedad (diabetes, cáncer, hipotiroidismo, hipertensión…).
Ahora
bien, una alimentación adecuada, así como otras pautas del día a día, pueden
marcar la diferencia en el cuidado ocular y en el riesgo de padecer glaucoma.
Proteja
sus ojos con estos alimentos.
La
mejor dieta que puedo aconsejarle si usted o un miembro de su familia sufre de
glaucoma es la dieta mediterránea. Consuma en abundancia antioxidantes en cada
una de sus comidas, en especial a través de frutas y verduras preferentemente
ecológicas.
Puede
tomar, por ejemplo, frutas rojas como fresas o frambuesas… y sobre todo
arándanos, una de las frutas más ricas en antocianinas, que mejoran la
microcirculación ocular.
Consuma
asimismo ácidos grasos omega 3 (se encuentran por ejemplo en los pescados grasos, las nueces o las semillas de lino) junto a ácidos grasos omega 6
(presentes en aceites vegetales como el de girasol, de soja, de sésamo o de
maíz). Para beneficiarse de un efecto antiinflamatorio, consuma los omega 6 en
una relación de 4/1 respecto de los omega 3 (4 partes de omega 6 por cada 1 de
omega 3). También puede aderezar sus platos con cúrcuma, una de las mejores
especias antiinflamatorias.
Y para
poner todo de su parte, elimine los alimentos que podrían ser alergénicos,
tales como productos lácteos, cereales con gluten, cacahuetes…
De
hecho, los alimentos alergénicos promueven el edema oftálmico (inflamación y
acúmulo de líquido), lo que aumenta aún más la presión intraocular. Finalmente,
depure el organismo de manera regular tomando alimentos sin azúcar y sin
gluten, y por supuesto no procesados, para que su cuerpo se limpie solo.
Mantenga asimismo un buen nivel de hidratación.
Además,
evite el alcohol y el tabaco, que tienden a reducir el flujo sanguíneo hacia
los tejidos oculares y a aumentar su oxidación.
La
gimnasia ocular también es una gran aliada en el tratamiento natural del
glaucoma. Y es que no olvidemos que los ojos funcionan como músculos: ¡cuanto
más se ejerciten, mejor salud tendrán!. Este “deporte especial” consiste en
mover los globos oculares, siguiendo por ejemplo las famosas pautas del “método Bates” (creado por el oftalmólogo William Horatio Bates) o técnicas de yoga ocular.
Un
ejercicio muy útil consiste en intentar mirar el puente de la nariz o enfocar
el pulgar a unos centímetros de la cara, acercándolo poco a poco hacia la
nariz. Practique este movimiento entre 10 y 20 veces al día para conseguir un
buen estiramiento de los músculos del ojo.
Y por
supuesto, adopte en general unos buenos hábitos de vida, además de una alimentación sana:
- Actividad física regular.
- Técnicas de relajación, como el yoga.
- Exposiciones cortas al sol evitando mirar directamente a los rayos solares.
Las
gotas no son la solución.
Es muy
probable que un médico convencional sólo le recete gotas para los ojos tras
diagnosticarle glaucoma. El objetivo de estas es disminuir la presión ocular,
pero tienen efectos secundarios que pueden causar un mayor malestar, como
sequedad de las membranas mucosas, irritación ocular y fatiga.
Por
ello le recomiendo que opte por soluciones naturales para mantener su tensión
intraocular controlada (asegurándose de no superar los 21 mm Hg). En este
sentido, también los remedios homeopáticos pueden ayudarle a frenar la
progresión del glaucoma, sea cual sea la variante que sufra.
1.
Glaucoma de ángulo cerrado: de camino al hospital.
En el
caso de una crisis de glaucoma de ángulo cerrado (o agudo), debe acudir
directamente a un hospital. Si está lejos y de camino encuentra una farmacia (o
bien dispone de estos medicamentos homeopáticos a mano), sepa que los
siguientes gránulos pueden ayudarle a reducir el dolor.
Sólo
tiene que tomar 1 de los remedios que se indican a continuación (dependiendo de
los síntomas que presente), a razón de 5 gránulos cada 20 minutos.
- Apis mellifica 15 CH: dolor como una picadura o una quemadura (que se calma con el frío), edema, párpados rosados, irritación y lagrimeo.
- Glonoïnum 7 CH: ojos congestionados, inyectados en sangre, pupilas dilatadas, pequeña fotofobia (intolerancia a la luz), congestión cráneo-facial, con fuertes latidos que se sienten en la cabeza y en el cuello, cara roja y caliente, mejoría con el frío, tendencia a la hipertensión y palpitaciones.
- Prunus spinosa 7 CH: dolores fuertes de los globos oculares, como si fueran a estallar, que se agravan con la menor sacudida y mejoran con el lagrimeo, y que se extienden hasta la frente y el occipucio (parte posterior e inferior de la cabeza).
- Spigelia anthelmia 7 CH: dolor incipiente en el occipucio, que se irradia a la frente y al ojo impidiendo cualquier movimiento del mismo, aparece al amanecer, con lagrimeo y tendencia a las palpitaciones.
Además,
no permanezca en la oscuridad (incluso si la luz le hace daño), masajee
suavemente sus ojos, coloque sobre ellos compresas de agua fría o caliente
(según el alivio que le brinden) y respire suave y profundamente.
2. Si
ya lo padece: los tratamientos de fondo.
Como le
dije antes, el tipo más frecuente de glaucoma es el que se desarrolla a lo
largo del tiempo: el glaucoma de ángulo abierto. Si se lo han diagnosticado,
puede tomar los remedios que se citan a continuación (de nuevo el que mejor se
adapte a su situación, tomando estos medicamentos según la pauta que le haya prescrito
su médico homeópata).
- Natrum muriaticum 9 CH: recomendado para personas mayores con tejidos deshidratados, desmineralizados (esclerosis de los tejidos del ojo y problemas de acomodación), visión borrosa (como si se viera a través de un velo) e impresión de que las letras se mezclan al leer.
- Phosphorus 15 CH: niebla alrededor de los objetos, halo verdoso alrededor de una luz, velo delante de los ojos, agotamiento de la visión al leer y letras que aparecen en rojo.
- Aurum metallicum 9 CH: ojos congestionados y dolorosos, esclerosis de los vasos retinianos en la parte posterior del globo ocular, como un velo en la parte superior del campo visual, manchas brillantes y cuerpos extraños que parecen flotar, tensión ocular alta y ojos dolorosos al tacto.
- Stannum metallicum D8: en casos de molestias oculares o irritación con enrojecimiento o lagrimeo, ardor, origen alérgico o físico.
Un
último consejo: ¡vigile sus cervicales!.
Cuidarse
los ojos es importante, pero eso también pasa por atender a otras partes del
cuerpo, como las vértebras cervicales. Y es que las contracturas en la zona
dorsal del cuello pueden tener un efecto perjudicial en la vista. Para relajar
las cervicales cuando se sufre glaucoma, puede probar la acupuntura y la
osteopatía.
Espero
que estos consejos, así como los diferentes remedios citados (desde una
alimentación adecuada hasta el cuidado de las cervicales) le sirvan para evitar
que su vista se vea afectada por un glaucoma.
Y,
aunque lo ideal es actuar a tiempo, si esta silenciosa enfermedad ya se ha
instalado en sus ojos, no se desanime y aplique los tratamientos de los que le
he hablado. ¡Verá cómo le ayudan!.
¡A su
salud!.
Luis
Miguel Oliveiras
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/glaucoma-se-imagina-perder-la-vista-de-la-noche-a-la-manana/
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Perfectamente explicado, muy buen artículo. Poco más que añadir, simplemente destacar la importancia que tienen las revisiones periódicas especialmente si se forma parte de algún grupo de riesgo, ya que son esenciales para detectar y tratar el glaucoma antes de que sea demasiado tarde.
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