jueves, 1 de octubre de 2015

Enseñanza con Montessori

En las escuelas Montessori la libertad es ciertamente muy importante, pero para conquistarla los niños tienen que trabajar de forma independiente y respetuosa.
Los niños participan de manera activa en su proceso de desarrollo y aprendizaje y pueden autodirigirse con inteligencia y elegir con libertad. En un ambiente Montessori el orden, el silencio y la concentración son la constante.
Los maestros imparten los contenidos individualmente o en pequeños grupos abordando una amplia variedad de temas de acuerdo con los intereses del alumno.
Los ejercicios pueden repetirse infinidad de veces al ser programados de manera individual permitiendo la comprensión mediante la repetición.
Existen reglas y límites que no pueden ser traspasados de ninguna manera y son explicados clara y lógicamente a los pequeños.
La guía permanece en el fondo observando, ayudando, presentando al niño los nuevos materiales que a él le han interesado o que piensa le puedan interesar, interfiriendo en las relaciones entre los niños solamente cuando es absolutamente necesario.
Existen "círculos" en donde todos los niños juntos observan temas de interés general. El respeto es mutuo en todo momento y no se aplican castigos sino consecuencias lógicas.

Claves del método Montessori.

El propósito básico de este método es liberar el potencial de cada niño para que se autodesarrolle ("Ayúdame a hacerlo por mí mismo") en un ambiente estructurado.
El método nació de la idea de ayudar al niño a obtener un desarrollo integral, para lograr un máximo grado en sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales, trabajando sobre bases científicas en relación con el desarrollo físico y psíquico del niño.
María Montessori basó su método en el trabajo del niño y en la colaboración adulto-niño. Así, la escuela no es un lugar donde el maestro transmite conocimientos, sino un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.
Todo el material utilizado en Montessori, proporciona conocimiento al niño de una manera sistemática, en forma que el orden se hace evidente y se ayuda al niño a analizar el mecanismo y funcionamiento de su trabajo.
Los principios de la filosofía Montessori se fundan directamente en las leyes de la vida. El niño posee dentro de sí, desde antes de nacer, directrices para desarrollarse psíquicamente. Los adultos somos simples colaboradores en esta construcción que hace de sí mismo. El niño necesita del amor y cuidado de sus padres, pero necesita también que el adulto le proporcione un medio ambiente preparado en donde sea posible la acción y la selección.

"Nadie puede ser libre a menos que sea independiente".

La Dra. Montessori sostenía que cada individuo tiene que hacer las cosas por sí mismo porque de otra forma nunca llegará a aprenderlas. Un individuo bien educado continúa aprendiendo después de las horas y los años que pasa dentro de un salón de clase, porque está motivado interiormente por una curiosidad natural, además del amor al aprendizaje. Ella pensaba, por lo tanto, que la meta de la educación infantil no debe ser llenar al niño con datos académicos previamente seleccionados, sino cultivar su deseo natural de aprender.

"A los niños se les enseña".

Esta verdad simple pero profunda, inspiró a María Montessori para buscar la reforma educativa (metodología, psicología, enseñanza, y entrenamiento del profesor) basado todo, en su esmero por fomentar que es uno mismo quien construye su propio aprendizaje, por lo que cada pedazo de equipo, cada ejercicio, cada método desarrollado, fue basado en lo que ella observó, en lo que los niños hacían "naturalmente", es decir, relacionados con la capacidad (casi sin esfuerzo) de los niños, para absorber conocimiento de sus alrededores, así como el interés que estos tenían por materiales que pudieran manipular por sí mismos, sin ayuda de los adultos.
Montessori había comenzado su tarea en una de las comunidades más pobres de Roma; su propósito era mejorar la sociedad, partiendo del estrato más bajo del pueblo. Con el método Montessoriano los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar los 6 años de edad. Su sistema, junto con el material pedagógico, tiene un gran valor y cualidades didácticas, pero la eficacia de este material radica en el principio construido con base en el estudio y la comprensión de la actividad intelectual y el desenvolvimiento moral del infante.
El principio fundamental del método Montessori se resume en la frase "Educación mediante la libertad en un medio preparado".

Aplicación de este método en el hogar.

A poco que pensemos los padres y madres en lo que este modelo pedagógico nos presenta podremos deducir con rapidez que "es aplicable a cualquier ámbito en el que ejerzamos una intención educativa": llámese ámbito familiar, catequesis, educación social,...
Hay algunos elementos claves que son comunes a todos estos espacios:
  1. EN EL NIÑO/A SE HALLAN YA TODAS LAS POTENCIALIDADES. Algunos teóricos como Howard Gardner llamó a esa potencialidades "Inteligencias Múltiples". Nuestra labor pues será:
    • Ayudar a nuestros hijos a descubrirlas y valorarlas.
    • Ayudarles a desarrollarlas a través de los medios que tengamos a nuestro alcance.
    • Orientarles en el uso adecuado de esas capacidades o potencialidades.
  2. LA EDUCACIÓN HA DE DARSE EN LIBERTAD. Este principio es válido para todos los colectivos y para todas las edades, también para los ámbitos de reeducación de conductas. Nuestra tarea consistirá en educarles para:
    • Usar de manera responsable esa libertad: sin necesidad de castigos o arrestos pero sí indicando que "todas las acciones y actitudes tienen sus consecuencias" y por lo tanto elegir una conducta o acción concreta tendrá sus consecuencias concretas; por lo que al elegir una opción estamos eligiendo sus consecuencias también.
    • Asumir las normas no como una imposición exterior sino como una guía que les va a servir para lograr unos fines deseados; un medio que facilitará llegar a lo que pretenden.
  3. TRABAJAMOS POR UNA EDUCACIÓN INTEGRAL. Nuestros hijos no son sólo materia. No son sólo intelecto. No son sólo espíritu. Nuestros hijos abarcan todas estas dimensiones y todas ellas son de nuestra incumbencia (nos incumbe a los padres y madres más que a nadie educar en todas estas dimensiones). Nuestro compromiso, por lo tanto, se traducirá en:
    • Aportarles los medios necesarios, recursos, etc... que les sirvan para desarrollarse en todas estas dimensiones.
    • Coordinarnos con la comunidad docente en lo académico lo más y mejor posible participando en las reuniones y entrevistas a las que seamos convocados o solicitando nosotros los contactos que sean convenientes.
    • Contar con la comunidad parroquial, comunidad cristiana o de cualquier otra confesión de acuerdo con nuestras creencias para la educación en la fe, llevando a cabo también con ella los contactos, coordinación, formación y apoyo mutuo en esta educación.
    • Educarles en valores que puedan servirles para orientar su vida, hallar sentido en ella y relacionarse con el mundo de manera constructiva.
  4. MÁS QUE TRANSMISORES DE CONOCIMIENTOS SOMOS MOTIVADORES. No podemos vivir sus vidas ni ellos las nuestras; por lo tanto nuestro papel en relación con ellos ha de consistir en:
    • Animarles a desarrollar sus intereses, iniciativa personal y autonomía en su desempeño.
    • Orientarles en la toma de decisiones ayudándoles a pensar, razonar sobre las distintas opciones, sus pros y contras antes de tomarlas.
    • Facilitarles el acceso a la información, criterios para discernir en ella, experimentación y los medios que no puedan poner en juego por sí mismos (evitar siempre suplir su responsabilidad y posibilidades).
    PARA AMPLIAR, CONTRASTAR Y PROFUNDIZAR:
    PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
    • ¿Qué conclusiones podemos obtener de este artículo?.
    • ¿Qué hemos hallado en esta entrada y en los enlaces-web para ampliar, contrastar o profundizar que vemos aplicables a nuestra experiencia educativa en el hogar?.
    • ¿Qué dudas se nos presentan al respecto?.
    • ¿Conocemos centros de enseñanza en los que se aplique específicamente el Método Montessori?. ¿Qué observamos en esa enseñanza y que podríamos apuntar aquí para enriquecer este artículo?.

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