El
profesor es un sistema en sí mismo, la familia también. Tienen sus ideas, creencias, pensamientos,
sentimientos, actitudes y forman parte del sistema mayor que es la sociedad,
conectando con el resto de las personas que forman parte de ella. Uno y otros trabajan con el niño. Le acompañan en el camino del
aprendizaje y desarrollo personal, poniendo en marcha todos sus recursos (conocimientos, actitudes,
experiencias…) al servicio del niño.
Y de todos esos recursos, la variable más importante será la relación que establecerán con el niño. Nos sumergimos en el mar inmenso de las relaciones y todo lo que ello conlleva: el respeto, la validación, la comprensión, el ver realmente al otro y estar realmente por el otro. Es por esto por lo que lo más importante en un docente o en un padre/madre será la actitud que nace realmente de la verdadera vocación de ser todos educadores. Y aunque suene muy romántico, podemos llegar a decir que para cumplir esta labor lo primero que se necesita no es tener los conocimientos adecuados, sino “amar” aquello que se hace porque quien recibe esta dedicación merece y necesita un trato digno.
Y de todos esos recursos, la variable más importante será la relación que establecerán con el niño. Nos sumergimos en el mar inmenso de las relaciones y todo lo que ello conlleva: el respeto, la validación, la comprensión, el ver realmente al otro y estar realmente por el otro. Es por esto por lo que lo más importante en un docente o en un padre/madre será la actitud que nace realmente de la verdadera vocación de ser todos educadores. Y aunque suene muy romántico, podemos llegar a decir que para cumplir esta labor lo primero que se necesita no es tener los conocimientos adecuados, sino “amar” aquello que se hace porque quien recibe esta dedicación merece y necesita un trato digno.
Los
problemas pueden ser las propias soluciones que intentamos poner en marcha y
que no funcionan.
O dicho
de otra forma: en ocasiones, las soluciones intentadas e ineficaces se
convierten en el verdadero problema. Si cambiamos la solución ensayada por otra
diferente, nueva o más eficaz, podrá desaparecer o mejorar el problema.
Imaginemos que la situación-problema está en una parte del sistema, como por
ejemplo en un grupo-clase. Al estar todo unido, podremos introducir cambios en
otra parte, por ejemplo, en el profesorado, y ver qué influencia tiene en el
problema inicial. No importa el punto inicial del movimiento, el cambio se
extenderá como las ondas en el mar y lo inundará todo.
Decimos
que el modelo es Narrativo porque facilita la reconstrucción de la
situación-problema que el sistema ha creado en su entorno a partir de la
utilización de determinadas herramientas y técnicas, generando una nueva
narrativa que pretende facilitar la comunicación para buscar soluciones
eficaces a la misma.
Además
de los problemas de primer orden (conflictos, malestar psicológico, cuestiones
fuera de la normativa del centro o del hogar, etc.), nos encontraremos con problemas de
segundo orden (conflictos de interpretación y diferencias de opinión y visión
de los acontecimientos), que se trabajarán a través del cambio del significado
(probarnos unas gafas diferentes para ver el problema). El lenguaje es nuestra
mejor arma, transformando los significados inútiles por otros más útiles o
menos dañinos.
La
intervención en el contexto educativo debe realizarse en la relación directa con
el niño/a y a través de una conversación para el cambio.
Se
trata de conversar para crear historias centradas en las soluciones, en el
futuro y en el cambio, que abran puertas para que esto ocurra en la realidad.
La intervención se desarrolla con conversaciones guiadas, con una estructura,
que nos dará las herramientas para encaminar las situaciones-problema que
hayamos identificado y queramos cambiar o mejorar, dando protagonismo a todos
los participantes, asignando a cada uno la responsabilidad que le corresponde.
Si deseamos intervenir desde la perspectiva del Modelo
Sistémico-Narrativo, deberemos realizar una planificación de la acción que prevea la construcción de espacios, protocolos, momentos… donde todos podamos aprender, enseñar y practicar nuevas actitudes, tomar
conciencia de nuestras emociones y de las de los demás, y construir a través del
diálogo y el consenso nuevos significados, más positivos, más centrados en la
soluciones y más respetuosos con todos los elementos del sistema. Y
necesariamente lo serán, ya que se habrán creado desde el diálogo y el consenso
con las partes implicadas.
4.- ¿En
qué consiste la intervención Sistémico-Narrativa?.
Lo importante es saber a dónde vamos. Necesitaremos estar atentos a la relación
con los demás y al lenguaje que vamos a utilizar para ello.
Por
tanto, y como resumen, podríamos decir que los ingredientes básicos para las
intervenciones bajo esta mirada serán:
- Asumir que la comunicación es la herramienta necesaria para propiciar un contexto de cambio y mejora.
- Aceptar la responsabilidad sobre lo que decimos y cómo nos comportamos en el marco de la mejoría personal, en cualquier espacio, construyendo nuevos significados, más útiles y positivos.
- Cuidar y considerar que lo importante es crear relación con los demás y recordar que la intervención es un camino compartido, con una meta que se ha consensuado y con una relación que se ha ajustado amparada por el respeto y la valoración.
Bibiliografía:
- Beltrán, M. Escuela de la Alegría. Sitio con muchos recursos: http://www.laescueladelaalegria.org
- Bertalanffy, L. (1975): Perspectivas en la teoría general de sistemas. Madrid: Alianza Universidad.
- Botella García, L. (2006). Construcciones, narrativas y relaciones: aportaciones constructivistas y construccionistas a la psicoterapia. Barcelona: Ed. Edebé.
- Gergen, k. J. (1982). Toward transformation in social knowledge. New York: Springer – Verlag.
- Maturana H. R. y Valera, F. J. (1987). The tree of Knowledge: The biological roots of human understanding. Boston: Shambhala.
- Ochoa de Alda, I. (1995) Enfoques en terapia familiar sistémica. Ed. Herder.
- Watzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D. (1983) Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Ed. Herder.
(Basado en la documentación del Curso "Comunicación y Convivencia en las relaciones familia‐alumnado‐centro". Desde la óptica del Modelo Sistémico‐Narrativo.
Autoras: Dácil Josefa Baute Hidalgo y María de la Cruz Pérez Bethencourt).
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