Del mismo modo que a cada herida, enfermedad, situación problemática -la
que fuere- le corresponde un tratamiento específico, lo mismo es aplicable a un
problema de adicción a las drogas.
Razón por la cual ante un problema de adicción a las drogas tendremos que
atender a la realidad concreta de la cual partimos y de las necesidades que
observamos; a partir de ahí buscaremos aquellas respuestas que mejor se adecuen
a estas necesidades.
Orientación
y asesoramiento.
Es la primera medida que debemos tomar.
Ante un problema de adicción a las drogas ya evidente una de las primeras
cosas que los padres y madres hemos de hacer es buscar ayuda para
aprender a sobrellevar esta situación y poder ayudar adecuadamente al hijo
víctima de esa adicción (no es fácil, menos aún si estamos solos).
Si el hijo nos plantea que quiere dejar el consumo de drogas el paso
siguiente es ponernos a buscar el recurso que más se adecue a sus
necesidades, a su realidad y a las metas que queramos alcanzar.
Proponemos la lectura de los siguientes artículos:
- Guía para la familia del adicto.
- La familia en el tratamiento del drogodependiente.
- Centros de rehabilitación y familia.
- Guía para padres y madres preocupados por las drogas.
- Cómo ayudar a los hijos de padres alcohólicos o
drogadictos.
¿Qué
hay ahora mismo al respecto?.
Ofrecemos a continuación información general que nos pueda ser de utilidad.
Algunos documentos son bastante extensos pero consideramos que es buena una
lectura atenta de cada uno de estos materiales:
- Programas asistenciales para drogodependientes.
- Recorrido por la red asistencial de drogodependencias.
- Recursos de atención a las drogodependencias en
Canarias.
En todos los ayuntamientos y comunidades autónomas existen departamentos a
los que podemos acudir para recibir información de todos los recursos sociales
públicos y privados a los que podríamos tener acceso y que responden a
las situaciones que podamos presentar.
A continuación vamos a referirnos especialmente a algunos programas que por
su integralidad de su intervención y su eficiencia en el trabajo desarrollado
merecen un capítulo aparte:
- Qué es, cuál es su misión, sus valores, su modo de
intervenir.
- Cómo trabaja con las familias.
- Preguntas
más frecuentes y sus respuestas.
- Prevención
desde la infancia: "Construye tu mundo".
- F.A.D. apuesta por las redes sociales.
- Qué
es, cuál es su misión, su historia.
- Metodología de Proyecto Hombre.
- Información esquemática de P.H.
- Aula
Virtual de P.H.
- Mapa de centros de P.H. en España.
- P.H. Canarias. Fundación CESICA.
- P.H. en Tenerife.
Otros
programas de especial interés (alcoholismo, drogadicción, ludopatía,...):
- "Proyecto
Amigó" -Castelló.
- Alcohólicos Anónimos.
- Directorio de asociaciones españolas de Jugadores de
azar en rehabilitación.
- Larcama
y enlaces de interés.
- ...
¿Cómo
ayudamos los padres y madres en este proceso de rehabilitación?.
Ayudándonos
a nosotros mismos.
Habrán observado que en los aviones hay unas marscarillas de aire
para poder respirar en caso de despresurización; el consejo de las compañías
aéreas es que en caso de tener que utilizar este recurso "los primeros en
colocarse esas mascarillas hemos de ser nosotros, los adultos, y cuando ya las
tengamos bien aplicadas es entonces cuando se las ponemos a los hijos
(obviamente ambas cosas con rapidez... pero en ese orden). ¿Por qué?,... pues
muy sencillo: "si no estamos bien nosotros no podemos ayudar a estar
bien a los demás".
En el caso de cualquier adicción existe la misma lógica: "Si
nosotros no estamos bien, es imposible que podamos ayudar adecuadamente a quien
está mal también". Así que:
- Si tenemos alguna adicción lo
primero es liberarnos de ella.
- Si no la tenemos pero sí alguno
de nuestros hijos, busquemos ayuda, asesoramiento, orientación, formación
para saber llevar el proceso ayudando en vez de empeorar más todavía las
cosas.
Buscar
y elegir el recurso más adecuado a la realidad y necesidades de nuestro hijo.
En este proceso es importante que se implique nuestro hijo tanto o
más que nosotros; intentemos no resolverle el problema sin más, mucho menos
sin él.
Necesitamos pues crear o mantener tal comunicación entre nuestros hijos y
nosotros que podamos sentarnos, analizar la situación, ver alternativas,
comparar pros y contras de cada alternativa, resolver dudas al respecto y
finalmente optar por aquella solución que más satisfaga a todos.
Establezcamos
y vivamos reglas eficaces.
Lo primero que debe quedar claro entre el hijo y nosotros es que "sea
cual fuere la decisión tomada en la que ambos estemos de acuerdo, nosotros
apoyaremos totalmente esa opción siempre y cuando también nuestro hijo se
comprometa a cumplir su parte sin subterfugio alguno". Debe haber
correspondencia total.
Pactemos de manera concreta esos acuerdos y llevémoslos a la práctica a
rajatabla. Las normas no deben ser muchas sino pocas pero siempre muy
claras, concretas y les debe acompañar siempre una sanción cuando éstas no se
cumplan para que sean eficaces. (Las sanciones no persiguen
"hacer sentir mal", menos aún el descargar frustraciones, sino
reforzar la reflexión sobre lo realizado e impulsar cambios en la actitud que
sean más beneficiosos para la persona).
En esto nos ayudará plenamente el proyecto o programa que hayamos elegido:
él mismo nos irá pautando esas normas y la manera de controlar que se cumplan
(para nuestro bien y el de nuestros hijos).
Mantengamos pues también un diálogo constante con este proyecto o programa: honestidad,
complementariedad, apoyo y refuerzo mutuo son las claves de esta
relación.
Trabajémonos
a nosotros mismos.
"No es una desgracia haber llegado hasta aquí". Perdonen quienes han
vivido calvarios e infiernos sin cuento a causa de las adicciones si nos
atrevemos a decir esa frase, pero lo creemos plenamente, porque aunque el
camino andado hasta este instante de agradable no ha tenido nada... al menos
nos ha puesto en crisis, nos ha situado en un espacio nuevo, nos ha
desinstalado y ha situado nuestras vidas ante una necesidad urgente de cambio,
nos está llevando a replantearnos todo,... incluso el sentido de nuestras vidas
y de todas nuestras cosas.
Aprovechemos el momento, las nuevas circunstancias, el mismo programa al
que nos hemos apuntado, participemos en él con entusiasmo no como "una cosa
más que hay que hacer" sino como la ocasión de emprender también
en nosotros un proceso de renovación, reconstrucción personal y familiar, con
valores renovados y más auténticos, pero... ¿por qué?, ¿para qué?.
- Porque la experiencia nos ha
enseñado ya los frutos de esquemas o formas de hacer y de estar en el
mundo que no nos hicieron felices.
- Para que este hijo nuestro que
parecía perdido vuelva a nosotros pero no a lo que le llevó a perderse
sino a una realidad nueva con la que pueda ilusionarse tanto como todos
los demás.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- ¿Cómo salir de las drogas?.
- ¿Cómo ayudar a un miembro de la familia que es
alcohólico?.
- ¿Cómo ayudar a dejar de fumar?.
- Ayuda para dejar de fumar.
- Cómo superar la ludopatía.
- Cómo tratar a un ludópata.
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