lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a ser más "organizados"?.

El problema en los estudios de nuestros hijos no es que tengan muchas carencias, o no tengan medios, o les falte tener claro lo que tienen que hacer,... o quizás que no pueden llegar a más (como podríamos pensar al ver ciertos resultados) sino que falta ORGANIZACIÓN. "Organización, señores, organización".
1. CÓMO SON NUESTROS CHICOS, en no pocos casos.

  • Tienen una forma más o menos caótica de afrontar y organizar sus tareas escolares.
  • No se organizan el tiempo, no saben priorizar las tareas por importancia, piensan que tienen tiempo suficiente y no suelen cumplir los plazos. No suelen aprovechar el tiempo.
  • No llevan cuenta de lo que tienen que realizar: olvidan tareas, hacen las que no eran necesarias…sino aquéllas que más les apetecen sin mirar otros criterios.
  • Su material está muy mal organizado: olvidan o pierden el material, los cuadernos son caóticos.
CONSECUENCIA: Los padres no tenemos más remedio que supervisar continuamente lo que hacen para que intenten llevar al día los estudios y hemos de estar siempre "encima".

2. ALGUNAS RECOMENDACIONES.
  1. Utilicemos una libreta de tareas.
    • Puede ayudar también la agenda escolar en la que cada día anote lo que tiene que hacer. Al principio habrá que animarlo y habituarle a que a lo largo de la jornada escolar anote las tareas que tiene que ir realizando, los exámenes y trabajos que le van fijando.
  2. Organicemos la lista de tareas.
    • Al llegar a casa nuestros estudiantes ayudémosles a organizar la lista de las tareas que trae anotadas. Podemos señalar el orden de prioridad en el que va a afrontarlas. Por ejemplo, primero los ejercicios de Inglés, después los de matemáticas, etc...
    • Para organizar la lista de tareas, es adecuado agruparlas en función del tipo de actividad. Por ejemplo, si para Inglés y Lengua requiere usar el ordenador, es preferible dejar estas tareas para el final y afrontarlas a la vez.
    • Procurar, como norma general, ir de mayor a menor dificultad (de lo contrario se les quedarán siempre colgadas aquellas materias que requieren más tiempo y esfuerzo y eso a la larga les perjudicará mucho).
  3. Tachemos las tareas realizadas.
    • Cada vez que terminen una tarea de la lista, que la tachen. De esta forma comprobarán las que lleva realizadas y las que le restan. (Puede parecer innecesario y realmente no es tan importante esto pero produce un efecto muy positivo en la persona: comprueba visualmente que "gracias a su trabajo y esfuerzo cada vez le queda menos cosa pendiente" y eso les anima).
  4. Marquemos un tiempo limitado.
    • La organización del tiempo es un problema que suelen presentar estos niños. Ayudémosles a limitar el tiempo de realización.
    • Podemos, para ello, programar un reloj que suene cada "x" tiempo (normalmente no mantenemos la atención intensa en una tarea más de media hora y luego va decreciendo de forma acelerada; por lo tanto, esos lapsus de tiempo no deben superar los 3/4 de hora).
    • O bien, marcar un mínimo de tarea (con realismo, aquello que estamos seguros que se puede realizar perfectamente) en un tiempo determinado. (Es importantísimo este detalle pues de lo contrario las "tareas" se eternizan, se crea una sensación de aburrimiento y hastío, el agotamiento es mayor y no se produce ningún efecto positivo. Al principio cuesta llevar a cabo esta forma de hacer pero con paciencia y constancia en este empeño... al final cala).
  5. Simplifiquemos la organización.
    • Cuanto más se simplifiquen las cosas mejor. Por ejemplo, es mejor utilizar cuadernos o libretas en las que las hojas no puedan cambiarse de lugar que bloc de anillas o carpetas con hojas sueltas.
    • Si les entregan alguna hoja suelta, podemos pegarla en una hoja para no perderla. En chicos de primaria lo mejor es utilizar un cuaderno o libreta de diferente color para cada área. En chicos mayores, puede ser útil utilizar un único bloc de los que tienen hojas con diferentes colores, cada una para una asignatura. Lo mismo ocurre con el uso de tintas. Utilizar bolígrafos de diferentes colores suele complicar más las cosas. En estos casos es preferible simplicar y utilizar un único color de tinta. Cuantas menos cosas necesiten usar mejor. (esto siempre y cuando no contradigamos lo que desde el colegio les manden: hemos de procurar ir en equipo y colaborar unos con otros).
  6. Importante – No urgente.
    • En estos niños es importante enseñarles a distinguir entre tareas “importantes-urgentes” (de hoy para mañana) y las “importantes-no urgentes“, como trabajos o preparación de exámenes.
    • Habría que enseñarles a dedicar todos los días un tiempo a este tipo de tareas, porque son más rentables para su gestión del tiempo. Es decir, "no porque no haya que hacer algo urgentemente para mañana... tengamos que dejarlo y no tocarlo hasta que nos avisen de una prueba o examen": hay que trabajarlo igualmente.
    • Los días en que hay "menos cosas urgentes" o haya menos tarea... es cuando nuestros hijos pueden aprovechar para trabajar más eso que es importante también pero no es de hoy para mañana.
  7. Usemos calendarios.
    • Nuestros jóvenes genios deben tener siempre visible un calendario en el que aparezca el mes actual y el siguiente. Cada mes en un folio con espacio suficiente en cada uno de los días para poder realizar anotaciones. Las fechas de exámenes y trabajos se pueden marcar con chinchetas de colores y de esta forma controlar mejor las actividades.
  8. Se trata de que aprendan a hacerlo por sí mismos.
    • Aunque al principio les ayudemos a organizarse, el objetivo es que el chico o chica aprenda a utilizar estas estrategias de manera autónoma. Así que progresivamente tendremos que ir retirando nuestra presencia y más si vemos que, efectivamente, ya cogieron el tranquillo y son capaces de realizar esto sin que les digamos nada.
    • Si acaso no, procuremos razonar con ellos sobre "los frutos o efectos positivos que tiene esta forma de hacer y crecer en ORGANIZACIÓN" (es un elemento clave en su proceso de formación y desarrollo personal): es importantísimo que nuestros hijos comprendan el valor y trascendencia de saberse organizar y comprometerse a ello.
  9. Animarles a realizar sus propios planes de estudio.
    • Puede ser de fin de semana: desde que se levantan hasta que se acuestan; señalando concretamente su horario: levantarse, asearse, desayunar, poner en orden y limpieza su habitación, preparar sus tareas con su instrumental de trabajo, sucesión de las tareas por escrito, de estudio y uso del ordenador, tiempos de juego, descanso,... (teniendo en cuenta, por supuesto, el que como familia exista también: ha de adaptarse a lo que los padres y madres tengamos previsto).
    • También puede ser vacacional: Navidades, Semana Santa, verano,...
    • La cuestión es que "adecuen los tiempos sobre las materias que deben trabajar teniendo en cuenta otras circunstancias familiares, los objetivos a conseguir, los medios que tienen a su alcance y el esfuerzo y constancia que deberán poner de su parte".
    • Estos "planes de trabajo o de estudio" deben ser de nuestro conocimiento de manera que les podamos ayudar a cumplirlos y a que sean cada vez más realistas: ni se pasen de exigentes que se agobien y agoten al instante ni tampoco tan "blandengues" que no sirvan para conseguir sus metas.
(Este artículo se ha basado en gran parte en el post de Jesús Jarque, en su web: http://www.jesusjarque.com/ que les recomendamos a todos ustedes).
Pueden consultar también los enlaces-web siguientes:

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