Pero,
al margen de eso, también hay ciertos alimentos que conviene evitar a toda
costa. Y es que en muchísimas personas la ansiedad posee un componente alérgico
o autoinmune.
Aunque
pueda sonar un tanto raro, lo cierto es que los vínculos entre la alimentación y el estado mental son muy fuertes. De hecho, es fácilmente observable cómo
ciertas comidas alteran o perturban el estado de ánimo, mientras que otras
calman.
Los
chinos llevan siendo plenamente conscientes de esto desde la más remota
Antigüedad, y por ello la nutrición es la base de su medicina. Pero, en esa
misma línea, también el padre de la medicina occidental, Hipócrates, repetía
sin cesar aquello de “que tu alimento sea tu medicina”.
Alimentos
que dañan (mentalmente).
Los
alimentos que no toleramos bien -o ante los cuales directamente sufrimos
intolerancia- desencadenan inflamación, que hoy se sabe que es un factor de
depresión. De hecho, una inflamación mal controlada del cerebro puede asociarse
incluso al suicidio.
Las
alergias y las intolerancias alimentarias difieren de unas personas a otras.
Por ello cada paciente debe comprobar individualmente si asimila correctamente
-o no- los cacahuetes, las nueces, los lácteos y un largo etcétera de alimentos
que podrían causar problemas de este tipo.
No
obstante, hay una serie de sustancias que sí o sí conviene evitar en caso de
ansiedad. Son las siguientes:
1. La
cafeína y todos sus derivados.
Resulta
un tanto evidente, pero no por ello es menos importante decirlo: hay que evitar
todos los excitantes, ya sean café, té, chocolate, refrescos con cafeína…
Estas
sustancias podrían desencadenar ataques de pánico acompañados de un aumento de
la frecuencia cardíaca (taquicardia) y de la respiración (taquipnea).
2. El
alcohol.
Ahora
bien, conviene explicar más en detalle este punto, dado que en un primer
momento el alcohol tiene un efecto euforizante, deteniendo e incluso eliminando
los malos pensamientos y animando a divertirse.
Muy
claro dejaron este aspecto el premio Nobel de Medicina Alexander Fleming (“la
penicilina cura a los hombres, pero el vino los hace felices”) y el poeta Lord Byron (“el vino consuela a los tristes, rejuvenece a los viejos, inspira a los
jóvenes y alivia a los deprimidos del peso de sus preocupaciones”), por
destacar dos de las muchas “frases célebres” y dichos populares dedicados en
concreto a esta bebida alcohólica.
Efectivamente
el alcohol favorece el olvido y ofrece una sensación de bienestar cuando todo
va mal.
Sin
embargo, cuando se sufre ansiedad hay que evitarlo a toda costa porque, cuando
los primeros efectos se disipan, la ansiedad reaparece con más fuerza,
corriéndose el riesgo de terminar cayendo en una espiral que conduzca al
alcoholismo.
3. La
comida basura y los alimentos ultraprocesados.
También
debe evitar la comida basura (el azúcar, las frituras, los alimentos precocinados y ultraprocesados…), ya que alteran el metabolismo con efectos muy
negativos sobre el ánimo y el humor.
Seguro
que a lo largo de su vida ha conocido a alguna persona que parece
“transformarse” cuando tiene hambre, poniéndose de mal humor e incluso puede
que con cierta actitud agresiva.
Es algo
que los camareros saben a la perfección: hay clientes que pueden entrar en
cólera bruscamente cuando su plato tarda en llegar. Y en cambio cuando han
acabado de comer se muestran de nuevo calmados y de buen humor.
Pues
bien, se trata de un fenómeno provocado por la hipoglucemia, es decir, por la
bajada del nivel de azúcar en sangre. Esta bajada se produce cuando se tiene
hambre, pero también cuando se acaban de comer productos azucarados o de fuerte
carga glucémica (es decir, de elevado índice glucémico o IG), los cuales
activan el páncreas y aumentan la producción de insulina rápidamente para
metabolizar la súbita sobrecarga de glucosa en sangre.
Pero es
que además la comida basura puede contener grasas trans, y de acuerdo con un
estudio publicado en PLOS ONE un elevado consumo de estas se asocia a un
aumento del 48% en los índices de depresión.
Los
celíacos e intolerantes al gluten padecen hasta dos veces más depresión que el
resto, cifras más que suficientes como para, al menos, valorar la opción de
eliminar este componente de su dieta.
En definitiva,
que todo pasa por comer más sano, como ha visto.
Estas pautas en realidad son
aconsejables para mejorar la salud de cualquier persona.
Ahora
bien, eso no significa que no vayan a marcar un antes y un después si usted
sufre ansiedad.
De
hecho, es una gran noticia que exista una forma tan sencilla -y a la vez tan
eficaz- de combatir este problema de salud, la cual además le permite reducir
al mismo tiempo su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, cáncer y otras
muchas enfermedades.
¡A su
salud!.
Luis
Miguel Oliveiras
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/sufre-ansiedad-4-alimentos-de-los-que-debe-prescindir-desde-hoy-mismo/
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Fuentes empleadas por el autor:
- Dr. Jean-Paul Marre. “Dépression : une inflammation mal contrôlée du cerveau est associée au suicide”. Pourquoi docteur, Mars 18.
- Sánchez-Villegas A, Verberne L, De Irala J, Ruíz-Canela M, Toledo E, et al. “Dietary Fat Intake and the Risk of Depression: The SUN Project (2011)”. PLOS ONE 6(1): e16268. doi.org/10.1371/journal.pone.0016268.
- C. Ciacci, A. Iavarone, G. Mazzacca, A. De Rosa. “Depressive symptoms in adult coeliac disease”. Scand J Gastroenterol. 1998 Mar; 33(3): 247–250.
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