Los
aceites esenciales (AE) son algo muy personal. Cada uno tiene sus favoritos y
los recomienda a familiares y amigos para tratar problemas leves de salud.
Personalmente,
yo voy a hablarle de mis tres aceites esenciales preferidos y todo cuanto han
hecho por mi bienestar a lo largo de estos años.
Y no se
fíe de las apariencias: aunque quizá ya haya oído hablar de los aceites
esenciales de los que hoy voy a hablarle, le aseguro que algunos de los usos
que está a punto de descubrir le sorprenderán (¡y lo harán todavía más cuando
los ponga en práctica!).
1.
Menta piperita: un aceite esencial bueno para todo.
Mi
aceite esencial (AE) favorito es el de menta piperita (Mentha x piperita).
Parece
una solución de lo más sencilla y, sin embargo, cada vez que lo utilizo me
sorprende más.
Es
fantástico contra los dolores internos, como el dolor de cabeza o de estómago.
Cuando
me duele la cabeza, yo jamás tomo aspirina o paracetamol, sino que
instintivamente recurro al AE de menta piperita.
Pongo
una gota sobre cada sien y otra en medio de la frente y… ¡en pocos segundos es
como si sucediese un milagro!.
Si lo
prueba, verá cómo primero provoca una sensación de ardor y al mismo tiempo
helada, que penetra en el cráneo para trabajar el dolor en profundidad.
Sentirá
la necesidad de frotarlos, entornarlos y llorar, pero no lo haga. Es muy
importante que evite cualquier contacto directo entre el aceite esencial y las
mucosas (ojos, nariz, boca...), ya que éste podría provocarle quemaduras.
Pero
este no es el único uso del AE de menta piperita. Por ejemplo, de forma externa
puede utilizarlo para:
- Aliviar contusiones, golpes e incluso picaduras, masajeando con 1 ó 2 gotas la zona afectada.
- Tratar trastornos digestivos, reglas dolorosas y piernas hinchadas. En este caso, mezcle 1 ó 2 gotas junto a un aceite vegetal -AV- (por ejemplo, de oliva) y masajee la zona dolorida.
- Descongestionar la nariz. Respire el contenido directamente del frasco (pero, ¡ojo!, nunca demasiado fuerte) o prepare la siguiente solución para inhalar: diluya 2 ó 3 gotas en un recipiente con agua hirviendo y colóquese un paño de tela cubriendo la cabeza mientras aspira (¡todo un baño turco en miniatura!).
- En uso interno es eficaz contra las náuseas, los vómitos y el mal aliento. Hay que tomar una cucharada sopera de un aceite vegetal (de oliva, de semillas de colza, etc.) a la que se hayan añadido 1 ó 2 gotas del aceite esencial (atención: hágalo 3 veces al día como máximo).
2.
Orégano: un aceite esencial tan eficaz que requiere ser prudente.
El
segundo de mis aceites esenciales preferidos hay que manejarlo con precaución.
Se
trata del AE de orégano (Origanum vulgare), cuya potencia ha dejado con la boca
abierta a más de uno y ha enviado a urgencias a varios imprudentes.
Y es
que, si no se mantiene a la distancia aconsejable y se utiliza correctamente,
puede provocar sensación de asfixia.
Y es
por ese motivo por lo que también era uno de los aceites esenciales preferidos
de mi tía, que era médico generalista y lo recomendaba a todos sus pacientes.
El AE de orégano es famoso sobre todo por su capacidad para combatir las infecciones
víricas, bacterianas, fúngicas y parasitarias, así como para reforzar el
sistema inmunitario.
Pero,
como en el caso de muchos otros aceites esenciales, la lista de efectos
beneficiosos que se le atribuyen es verdaderamente interminable.
Lo más
eficaz es tomar el AE de orégano por vía oral, es decir, diluyendo una gota en
una cucharada sopera de un aceite vegetal -AV- (de oliva o semillas de lino,
por ejemplo).
Pero
¡ojo! No se debe usar más de 1 gota de AE de orégano por cada 4 de AV (o lo que
es lo mismo: en una dilución al 20% como máximo).
3.
Lavanda: un aceite esencial contra el estrés y el mal humor.
Si es
de los que sufre en su estado de ánimo las consecuencias del estilo de vida
moderno, con tanto ajetreo y preocupaciones, entonces este aceite esencial es
para usted.
Se
trata del aceite esencial (AE) de lavanda (Lavandula angustifolia), un remedio
por excelencia para calmar la agitación y el nerviosismo que también tiene
efecto dermoprotector y sirve para aliviar muchas afecciones cutáneas y las picaduras;
¡e incluso para mantener alejadas las polillas de la ropa!.
Puede
que haya oído hablar mucho acerca de este aceite esencial y todavía no se haya
decidido a probarlo. Pues hágame caso: no espere más. Le aseguro que no le
defraudará.
Para mí
no hay nada mejor que el AE de lavanda para conseguir que el salón de mi casa
se convierta en un verdadero remanso de paz y armonía.
Lo
mejor será que utilice un aparato difusor, al que debe añadir entre 5 y 10
gotas de AE. Personalmente yo prefiero los difusores en frío por “efecto Venturi”, también llamados nebulizadores, pero usted debe buscar el que mejor
se adapte a sus gustos y necesidades.
El “efecto Venturi” es un fenómeno en el que un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado disminuye su presión cuando aumenta la velocidad al pasar por una zona de sección menor. Los difusores con este tipo de efecto tienen un sistema que hace que el aire sea succionado a través de la zona del nebulizador, de ahí su nombre.
Si quiere profundizar en qué tipo de difusor le conviene, le recomiendo la lectura del artículo "Cómo elegir un buen difusor de aceites esenciales", del ejemplar nº 10 de Plantas & Bienestar, de febrero de 2017.
Respirando
este aceite esencial se relajará; reducirá su nivel de estrés, ansiedad y
nerviosismo e incluso podrá regular sus cambios de humor y problemas de
insomnio o hiperemotividad.
Para
este último caso también se recomiendan poner 2 gotas de AE de lavanda en una
cucharada de miel y dejarla disolver bajo la lengua (es decir, por vía interna
y hasta un máximo de 3 veces al día).
O, por
el contrario, diluir unas 2 ó 3 gotas en una cucharada de aceite vegetal de
base (por ejemplo, AV de almendras) y masajear los pies con la mezcla (vía
tópica).
Atención:
de forma general no se recomienda el uso de aceites esenciales en niños, así
como tampoco en mujeres embarazadas o en período de lactancia. Si sufre alguna
patología crónica, consulte previamente con su médico.
Luis
Miguel Oliveiras
Artículo original: https://www.saludnutricionbienestar.com/3-aceites-esenciales-siempre-tengo-a-mano/
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Fuentes empleadas por el autor:
- Stéphanie Monnatte Lassus, aromatologue. "Huile essentielle de menthe poivrée". Produits de Santé Naturels. PasseportSanté.net. Octobre 2014.
- Stéphanie Monnatte Lassus, aromatologue. "Huile essentielle d'origan". Produits de Santé Naturels. PasseportSanté.net. Octobre 2014.
- Stéphanie Monnatte Lassus, aromatologue. "Huile essentielle de lavande vraie". Produits de Santé Naturels. PasseportSanté.net. Octobre 2014.
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