El 26 de noviembre se celebra el "Día internacional sin compras" y se celebra ya en más de 60 países.
¿Qué pretende ese día?, sencillamente cuestionar el afán consumista de nuestra sociedad, el famoso "shopping".
¿Cuántos de nosotros vamos a las grandes superficies u otros comercios de amplia oferta comercial por el afán de "ver lo que hay y comprar gangas -o que dicen que son gangas-..." que ni necesitamos siquiera?. Si no fuera porque ahora cuesta más llegar a final de mes con algo de dinero en casa -en el banco ya no hay- a lo mejor ocurriría que la mayoría tendríamos que reconocer que "estamos en ese saco".
Hace tan sólo unos 60 años esta cuestión ni se planteaba siquiera porque entonces el problema no era el excesivo consumo sino la gran escasez y poca variedad de productos, pero desde entonces para acá se ha acelerado esto tanto que hoy ya no sólo es un problema ecológico (cuanto más consumo, más resíduos, basura, más expolio de los recursos naturales, más contaminación en todas las esferas,... más riqueza en pocas manos y más precariedad en el resto) sino también personal: se dan patologías de adicción al consumo, compulsividad tan llamativa en esto como puede ser en cualquier otra adicción.