domingo, 15 de febrero de 2015

Construyendo con las preguntas: cerradas y abiertas

«No se puede enseñar nada a un hombre, sólo se le puede ayudar a encontrar la respuesta dentro de sí mismo» (Galileo Galilei).

El arte de hacer preguntas útiles nos ayudará a aclarar la información, y hará que la persona que está hablando y recibiendo estas preguntas, sienta que estamos verdaderamente interesados por la situación-problema que nos relata. Después, como efecto secundario, pero no por ello menos importante, las conversaciones pasan de ser meros monólogos y sermones, a verdaderos diálogos donde se incita a la reflexión, a la toma de conciencia y a la capacidad de ampliar los horizontes que cada uno de nosotros nos ponemos con nuestros "únicos" y "verdaderos" puntos de vista. A continuación expondremos las diferentes formas que tenemos de hacer preguntas y sus tipologías.
Son diversas las formas o tipos de preguntas que podemos formular en el marco de la Escucha Activa. A saber: Preguntas abiertas y cerradas, directas, indirectas o clarificadoras, circulares, presuposicionales, sobre el pasado y sobre el presente. Empezamos en este artículo por las "preguntas cerradas y abiertas".

Preguntas cerradas y abiertas.

Las preguntas cerradas son aquéllas que se responden "sí" o "no". Por ejemplo:
- "¿Tus profesores se enfadan cuando no haces la tarea?, ¿te quedas tranquilo si te llaman la atención en clase?, ¿tus compañeros de clase se dejan copiar en los exámenes?, ¿le llamaste "idiota" a tu compañero cuando te quitó el lápiz?, etc..."
Cuando hacemos preguntas cerradas, en muchas ocasiones, lo que estamos intentando hacer es confirmar la hipótesis que tenemos en nuestra cabeza acerca del suceso por el que estamos preguntando. Consideramos preguntas cerradas todas aquéllas que limiten las respuestas a sólo dos alternativas. P.e.:
- "¿Quieres ponerte a hacer las tareas o ponerte a fregar la loza?".

Las preguntas abiertas son aquéllas cuya respuesta es libre. Si queremos buscar información, es recomendable utilizar las preguntas abiertas. Son las recomendables al principio de las conversaciones para que la persona responda lo que quiera sin presionarla para dar información que no daría sin mas o a base de preguntas cerradas. De esta manera será nuestro interlocutor quien elija el contenido de la conversación. Con este tipo de preguntas conseguimos el efecto de que la persona se sienta respetada y no juzgada.
Las preguntas abiertas suelen empezar de la siguiente forma: "¿Qué…?. ¿Por qué…?. ¿Cuál…?. ¿En qué…?. ¿Cuánto…?. ¿Cómo…?." Algunos ejemplos de preguntas abiertas pueden ser los siguientes:
  • ¿Qué ejemplo me podrías dar?.
  • ¿Cuánto tiempo llevas así?.
  • ¿En qué otros aspectos te ha influido?.
  • ¿Cómo te sientes?.
  • ¿Dónde ocurrió esto que me estás contando?.
  • ¿Puedes explicar la situación desde tu punto de vista?.
  • ¿Qué más me puedes contar de esto?.
  • ¿A qué te refieres con eso?.
  • ¿Por qué es importante para ti?.
  • ¿Qué ocurriría si no consigues… o si consigues…?.
  • ¿Qué significa para ti?.
  • ...
No es lo mismo preguntar:
- "¿Cómo resuelves tus dudas en clase?" (pregunta abierta donde el niño expresa libremente cómo resuelve sus dudas, de modo que puede describir si le ayudan los profesores, los compañeros de clase,...), que preguntar:
- "¿Resuelves tus dudas solo?" (pregunta que surge por la hipótesis de que nuestro hijo no resuelve las dudas solo, y con nuestra pregunta buscamos confirmar nuestra idea inicial).
No está mal preguntar de manera cerrada. A veces es útil y necesario para concretar una información confusa:
- "¿Me estás diciendo que nunca preguntas al tutor ni a profesor alguno?", o llegar a acuerdos:
- "Entonces: ¿te parece que hablemos con tu tutor al respecto?". El problema viene cuando detrás de esas preguntas cerradas está nuestra intención de confirmar una hipótesis previa. Imaginemos una situación de juicio, donde nos vemos obligados a responder "sí" o "no". Es fácil sentir que al final de responder a las preguntas, no ha quedado claro nuestro relato de los hechos.
En el ejemplo anterior es posible que al preguntarle de forma cerrada confirmemos la idea de que el niño no recibe la atención necesaria en el colegio, mientras que si la pregunta es abierta y ahondamos en su respuesta, encontraremos que nuestro hijo prefiere resolver solo sus dudas, porque así no molesta a nadie o porque sencillamente cree que así es mejor por las razones que sean. "Pasamos de un niño con falta de apoyo escolar a un niño autónomo en la realización de sus tareas de clase".

(Basado en la documentación del Curso "Comunicación y Convivencia en las relaciones familiaalumnadocentro". Desde la óptica del Modelo SistémicoNarrativo.
Autoras: Dácil Josefa Baute Hidalgo y María de la Cruz Pérez Bethencourt).

Conclusiones.
  1. Lo esencial no son las estrategias a usar en nuestra comunicación, no son estas preguntas u otras,... lo esencial es partir de lo que queremos conseguir en nuestra comunicación; partiendo de nuestras metas sabremos orientar mejor los instrumentos o medios que mejor se adecuen a lo que deseamos alcanzar.
  2. Una comunicación fluida, siempre espontánea, natural, abierta, generosa,... no planifica, sencillamente fluye. Sin embargo, conocer los medios, estructuras, estrategias que ponemos en marcha en esa comunicación... nos puede ayudar a mejorarla; ése es el sentido de entrar en ésta y otras cuestiones relacionadas con la comunicación.
  3. Para fijar una información o aclarar dudas nos conviene más el uso de las preguntas cerradas; para obtener una información amplia en la cual la persona se sienta libre de expresarse tal como piensa y siente... nos servirán mucho más las preguntas abiertas.
PARA AMPLIAR CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué puede aportar a la comunicación en familia el instrumento de las preguntas abiertas y cerradas?.
  • Si hiciéramos un balance del tipo de preguntas que más abundan en nuestra relación, ¿cuál de los dos grupos abultaría más?. ¿Qué puede significar esto?.
  • ¿Cómo fomentar en nuestra familia una comunicación más abierta, espontánea, sin miedo a expresar lo que pensamos y sentimos?. ¿En qué y cómo puede ayudar el modo o tipo de preguntas que nos hagamos unos a otros?.
  • ¿A qué conclusiones prácticas llegamos?, es decir, ¿qué cambios vemos necesarios en nuestro modo de comunicarnos para que sea nuestra relación familiar más del agrado de todos, más realizante para todos?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario