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martes, 31 de julio de 2018

Curcumina

Si le interesa el mundo de la salud natural, seguro que ha oído hablar de la cúrcuma, a la que nosotros mismos nos hemos referido en varias ocasiones.
Con 10.000 estudios en su haber y más de 600 beneficios demostrados, esta especia originaria de la India es considerada por muchos como el remedio natural más importante junto con la vitamina D.
Hay que reconocer que las pruebas científicas que demuestran sus beneficios impresionan. La curcumina (el principio activo de la cúrcuma, que se encuentra en su raíz):
  1. Combate el cáncer, el alzhéimer y la diabetes.
  2. Alivia los reumatismos y los problemas digestivos.
  3. Previene las enfermedades del corazón y de las arterias.
Esta especia maravillosa actúa sobre las enfermedades más extendidas entre la población hoy día. De hecho, dos de ellas, además, son las principales causas de mortalidad: las enfermedades circulatorias (que suponen el 29,6% de todas las muertes que se producen en nuestro país) y el cáncer (el 27,3%).
Pero cuando hablamos de cúrcuma es imprescindible no equivocarse. Hoy en día se encuentra cúrcuma prácticamente en todas partes y bajo múltiples formas: en polvo, en zumo, en complemento alimenticio...
Sin embargo, la eficacia de estos productos es variable.
Entre la cúrcuma clásica que puede encontrar en la mayoría de los herbolarios y la cúrcuma de nueva generación de la que voy a hablarle ahora ¡la eficacia varía de 1 a 185!.
Es por tanto crucial que elija bien su cúrcuma. Porque las virtudes de esta especia pueden ser realmente prodigiosas, empezando por sus efectos anticancerígenos.

La mejor especia anticáncer.

En Europa, las estadísticas muestran que un hombre de cada dos y una mujer de cada tres sufrirán cáncer a lo largo de su vida. Los más frecuentes son los de colon, mama, próstata y pulmón.
¡Y en la India la incidencia del cáncer es 10 veces menor que en Europa!. En ese país el cáncer de próstata es incluso una enfermedad rara.
Después de años de investigaciones, los científicos han conseguido descifrar este misterio. Han llegado a la conclusión de que este fenómeno casi milagroso era el resultado, por lo menos en parte, de la abundancia de cúrcuma en la cocina india.
Gracias a estas investigaciones ahora conocemos los mecanismos que están en el origen de los beneficios anticancerígenos de la cúrcuma, hasta el punto de que algunos expertos como el profesor Philippe Chollet, oncólogo en el hospital francés Jean Perrin, especializado en el tratamiento del cáncer, asegura que “la curcumina es un agente preventivo del cáncer”.
Para empezar, son sus virtudes llamadas “proapoptóticas” las que le confieren ese poder. La apoptosis no es ni más ni menos que la muerte programada (suicidio) de una célula. Y este proceso, cuando hablamos de células cancerosas, permite librar al organismo de las células peligrosas que se reproducen anormalmente y forman tumores.
“La cúrcuma hace un papel de aspirador” de las células peligrosas, explica el profesor Bommelaer, también experto en cáncer. Más exactamente, la curcumina frena el desarrollo de las células cancerígenas y ayuda al organismo a eliminarlas más fácilmente.
En el hospital Jean Perrin, los investigadores y el equipo médico han puesto en marcha una experiencia única y tristemente alejada de la práctica habitual en los hospitales españoles. Desde 2013 asocian la toma de curcumina a los tratamientos anticancerígenos convencionales, especialmente en el cáncer de mama y de próstata más avanzados.

¿Será la curcumina prescrita en breve por todos los oncólogos?.

Según el jefe del servicio del hospital, la curcumina se utiliza para aumentar la eficacia de los tratamientos con quimioterapia y reducir sus efectos secundarios (náuseas, diarrea, fatiga, dolor, pérdida de peso...).
Todos los estudios realizados hasta ahora demuestran que la curcumina no representa ningún peligro y que es muy bien tolerada, incluso en dosis altas.
Los efectos anticancerígenos de la curcumina son tan prometedores que numerosos investigadores están convencidos de que, en los próximos años, cuando se hayan publicado más estudios clínicos, la curcumina será prescrita sistemáticamente por todos los oncólogos y para todos los tipos de cáncer.
Pero es que además de estos beneficios frente al cáncer, la curcumina también ha demostrado resultados espectaculares contra muchas otras enfermedades.

Más eficaz que el ibuprofeno contra la artrosis.

Como probablemente sepa, la artrosis y otros procesos reumáticos tienen su causa principal en una inflamación. Pues bien, la curcumina actúa en el núcleo de las articulaciones para detener esa inflamación.
En 2014, un estudio realizado en 40 personas afectadas por osteoartritis de rodilla demostró claramente que la toma de un complemento de 1.500 mg de curcumina al día durante 6 semanas reduce los dolores de rodilla.
Estas personas experimentaron una mayor facilidad para efectuar las tareas cotidianas como bajar y subir las escaleras, conducir un coche, hacer la compra, levantarse de la cama o hacer la limpieza en casa.
Otro estudio indica que la cúrcuma es tan eficaz como el ibuprofeno contra la osteoartritis, y además tiene menos efectos secundarios (el ibuprofeno puede provocar gastritis aguda erosiva; en otras palabras: agujeros en el estómago).

La curcumina alivia los problemas digestivos.

Los estudios han demostrado que la curcumina facilita la digestión y alivia los problemas intestinales, incluso los severos.
Para las personas que sufren el síndrome del colon irritable, la curcumina es de gran ayuda, pues estimula la movilidad intestinal y la fermentación de los alimentos a través de la microflora intestinal. Esta acción permite reducir los síntomas en un 67% de los casos, según ha demostrado un estudio.
Las virtudes antiinflamatorias de la curcumina también alivian la enfermedad de Crohn y la colitis. Además, su eficacia se demuestra tras sólo dos meses tomándola en forma de complemento nutricional.
Y gracias a esta acción disminuye el riesgo de que estas enfermedades se agraven (y provoquen cáncer de colon, oclusión intestinal, etc.).

Beneficiosa para el corazón y la fragilidad arterial.

Numerosos estudios clínicos han puesto en evidencia el efecto beneficioso de la curcumina en el caso de enfermedad cardiovascular.
Uno de ellos se realizó en 121 personas que habían sido sometidas a un procedimiento de revascularización miocárdica (bien por angioplastia y stent o por cirugía deby-pass aortocoronario). Se sabe que estas personas son mucho más susceptibles de ser víctimas de un infarto de miocardio.
Los resultados muestran que el consumo de curcumina antes de la operación permite reducir en un 56% el riesgo de infarto tras esta cirugía de revascularización miocárdica.

Ralentiza el envejecimiento del cerebro.

Además de proteger su corazón, la curcumina también tiene otra virtud, y es que ralentiza el deterioro del cerebro ligado al envejecimiento y previene la enfermedad de alzhéimer.
¿Cómo lo sabemos?. Igual que en el caso del cáncer, la prevalencia del alzhéimer en la India es cuatro veces menor que en los países occidentales. Un estudio ha confirmado incluso el hecho de que las personas que más cúrcuma consumían eran las que estaban menos afectadas por el deterioro cognitivo.
Se ha demostrado que las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la curcumina protegen las neuronas, pero lo que es más interesante aún es que diversos estudios han puesto de manifiesto el hecho de que la curcumina reducía la formación de placas amiloides, así como la formación de fibrosis en el interior de las neuronas, dos factores ligados a la aparición del alzhéimer. Y también ayuda al cerebro a fabricar nuevas neuronas.

¡El auténtico potencial de la curcumina es aún desconocido!.

A pesar de los numerosos estudios ya realizados, los científicos estiman que el radio de acción de la curcumina sólo está parcialmente aprovechado a día de hoy. Dicho de otra manera: aún quedan por descubrir muchas otras de sus propiedades.
Como la inflamación juega un papel principal en la mayoría de las enfermedades crónicas, los investigadores consideran que los efectos antiinflamatorias de la curcumina podrían ofrecer esperanza a millones de pacientes.
Por ejemplo, a los que están afectados por enfermedades neurodegenerativas (como el alzhéimer o el párkinson), enfermedades del pulmón, enfermedades autoinmunes (como la esclerosis múltiple, el lupus o la esclerodermia) y tumores.
Y hay además otro factor muy interesante, y es que el precio de la cúrcuma es muy inferior al de los medicamentos y las terapias que se utilizan en todas estas enfermedades. Es un regalo de la naturaleza accesible a todos.

Las diferentes curcuminas.

El problema con la cúrcuma que nos encontramos en los comercios de alimentación es que no es rica en curcumina, el principio activo que actúa sobre nuestra salud. Tendría que absorberlo en grandes cantidades para poder beneficiarse de sus efectos.
La cúrcuma es rica en polifenoles, que han demostrado en multitud de estudios que presentan actividad antioxidante, luchando por tanto contra los efectos nocivos de envejecimiento y frente a la acumulación de los radicales libres. De estos polifenoles, la cúrcuma destaca por un grupo de ellos denominados curcuminoides (donde el 80% es curcumina). Pero obtener curcumina no es sencillo. Para que se haga una idea, a partir de 100 g de cúrcuma fresca sólo se obtienen 3 g de curcumina. Es decir, el rendimiento de esta planta es bajo y por eso el precio de este tipo de complementos suele ser elevado.
Además, la curcumina no es fácilmente asimilable por el organismo, pues por su naturaleza es eliminada rápidamente. Por eso se dice de ella que su biodisponibilidad es baja, lo que limita su eficacia.
Se han desarrollado diversas técnicas para intentar aumentar su absorción: la purificación, el añadido de piperina (un activo extraído de la pimienta negra), la nanoemulsión y la asociación de fosfolípidos.
Estas técnicas han permitido multiplicar hasta 29 veces la biodisponibilidad de la curcumina. Estos primeros avances eran esperanzadores, pero lo cierto es que resultan insuficientes en el plano terapéutico.

El descubrimiento que lo cambia todo.

Los estudios científicos que han demostrado los espectaculares efectos sobre la salud que le he contado antes utilizaron a veces hasta 12 gramos de curcumina al día (lo que equivale a más de 20 cápsulas de un complemento nutricional que contenga la curcumina de primera generación de la que acabo de hablarle).
Afortunadamente, investigadores de la Universidad de Stuttgart, en Alemania, han perfeccionado un procedimiento revolucionario que consiste en “encapsular” la curcumina en el interior de las moléculas de ácidos grasos.
Este impresionante avance tecnológico ¡ha permitido multiplicar la biodisponibilidad y con ello la eficacia de esta nueva forma de curcumina por 185 respecto a la curcumina clásica!.

Un producto patentado.

Esta nueva forma patentada de curcumina lleva el nombre de NovaSol Curcumin, y es la curcumina más potente del mundo.
Por ello no es necesario tomar más que 2 cápsulas al día (1.000 mg) para ingerir el equivalente a 11 gramos de curcumina clásica, que es la dosis terapéutica recomendada por los especialistas.
Un estudio clínico realizado con esta cúrcuma en pacientes afectados de tumor cerebral demostró que, tras sólo cuatro días de suplementación, cantidades detectables de curcumina aparecían en el foco del tumor y alteraban su metabolismo energético.
Esta eficacia también se manifiesta frente a otros problemas de salud en los que la curcumina ha demostrado sus beneficios: osteoartritis, dolor, colon irritable, enfermedad de Crohn, colitis hemorrágica, riesgo de accidente cardiovascular (infarto, ictus…), alzhéimer, diabetes, hipertensión, obesidad, depresión, problemas de hígado, úlceras, psoriasis y debilidad inmune.
Tomando cúrcuma en esta formulación se evitan asimismo los riesgos ligados a los preparados que utilizan piperina, ya que este activo puede interferir con ciertos tratamientos médicos y tener a largo plazo un efecto negativo sobre la pared intestinal, provocando alergias alimentarias, intolerancias e incluso reacciones autoinmunes. También evita el riesgo de alergia ligados a la asociación de la curcumina con liposomas de la lecitina de soja.

¿Cómo conseguir esta curcumina súper poderosa sin gastarse un dineral?.

Pese a que su eficacia es exponencialmente superior, los complementos nutricionales que contienen NovaSol Curcumin no resultan inaccesibles respecto a los que contienen curcumina básica.
A fin de cuentas, el ingenioso proceso de elaboración no es tan costoso, lo que permite elaborar complementos con esta potente curcumina a un precio razonable, para que cualquier persona pueda conseguir esta “supercurcumina” sin arruinarse.
Sin embargo, siguen siendo difícil de encontrar, dado que es un procedimiento de formulación muy novedoso, hasta el punto de que muchos farmacéuticos y médicos no han oído todavía hablar de él.
Si se anima a buscarlo, pida en su herbolario curcumina en la que conste claramente que se trata de NovaSol Curcumin. El laboratorio francés Cell´innov lo elabora, por lo que también puede conseguirlo ahí. Si lo desea, aquí le dejo un enlace para que pueda hacerlo. 

¡A su salud!.
Felipe M. Miller
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