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martes, 19 de junio de 2018

Proteja su piel

Este verano, proteja y rejuvenezca su piel y sus ojos desde dentro.

Envejecer está ligado al hecho mismo del paso del tiempo, a vivir. ¿Significa eso que no podemos hacer nada frente a ello?. En absoluto, pero sí hay que tener claro que la cosmética tiene un efecto más que limitado frente a los signos del envejecimiento, por mucho que los fabricantes se empeñen en decir lo contrario.
Así que hoy vamos a hablar de la belleza de la piel, pero contándole cómo ayudar a su piel a luchar desde dentro contra la degeneración ligada al paso del tiempo. Esto es especialmente importante en momentos de máxima radiación solar, ya que ésta es capaz de causar los mayores estragos tanto en la piel como en la retina.
La piel es el órgano más extenso de su cuerpo. Pero poco puede hacer cualquier crema de uso tópico para combatir su aspecto apagado, las arrugas o la sequedad si no se nutre desde dentro.
La piel necesita “comer” para estar sana e hidratada, y esos nutrientes responsables de su esplendor son el colágeno, el ácido hialurónico, la coenzima Q10 y los fitonutrientes y vitaminas, es decir, los antioxidantes naturales.
Las empresas de cosmética lo saben y por eso los incorporan a sus fórmulas, más que nada para poder estampar sus nombres en los tarros y proclamarlos en los anuncios.
Pero lo cierto es que muchas veces sus beneficios reales sólo se despliegan cuando actúan desde el interior.
Veamos uno a uno el papel de cada uno de estos nutrientes:

El colágeno, la proteína de la elasticidad.

El colágeno es la proteína fibrosa insoluble más abundante en la matriz extracelular de la piel, junto con la elastina y el ácido hialurónico. Y existen diferentes tipos en función de su localización, siendo el tipo I el que se encuentra en la piel, tendones, huesos y ligamentos.
La piel joven tiene un 80% de colágeno tipo I pero, con la edad, la capacidad de reponer el colágeno disminuye alrededor de un 1,5% cada año, por lo que es necesaria una aportación complementaria para restablecer esa pérdida.
Pero ¡ojo!: no todo el colágeno es eficaz. Lo ideal es optar por un colágeno hidrolizado, es decir, fragmentado en pequeños péptidos que hacen que su peso molecular sea menor que la proteína entera. Al ser “cortado” en trozos más pequeños se mejora ostensiblemente su absorción por parte del organismo. Diversos ensayos clínicos han demostrado la eficacia de los péptidos de colágeno para mejorar las propiedades de la piel (hidratación, reducción de arrugas, etc.).
Un estudio demostró que, tras la ingesta de colágeno hidrolizado, éste se acumula en la piel hasta 96 horas, protegiendo la barrera epidérmica y mejorando su elasticidad e hidratación.
Y otro concluyó que su consumo puede reducir los cambios en la matriz extracelular asociados al envejecimiento, proteger la piel frente a la radiación UV y mejorar la elasticidad. Este efecto además es más pronunciado en mujeres mayores de 50 años.
La ciencia no deja lugar a dudas sobre la eficacia de los complementos de colágeno sobre la piel. No obstante, el número de marcas de complementos en el mercado es elevado y es primordial escoger bien, sobre todo en cuanto a la procedencia del colágeno, ya que, aunque esta proteína se encuentra en el tejido de animales como el pescado, el cerdo o la vaca, el colágeno procedente de piel de pescado es el que se asimila mejor.

Ácido hialurónico, clave en una piel hidratada.

El ácido hialurónico es un polisacárido que tiene propiedades viscoelásticas y lubricantes. Se encuentra presente de forma natural en la piel, en la que, gracias a su capacidad única para unirse y retener moléculas de agua, ejerce un importante papel en la hidratación, la elasticidad y en la mejora de la barrera cutánea.
Desgraciadamente, al igual que ocurre con el colágeno, con el paso de los años esta molécula va desapareciendo de la piel, y pasados los 40 se estima que se reduce a la mitad, bajando hasta una décima parte a partir de los 60.
Por ello, el aporte extra de ácido hialurónico resulta imprescindible para mantener la juventud de la piel.

Coenzima Q10: regeneración profunda.

Existe una molécula natural que contribuye a la regeneración de la dermis desde sus capas más profundas, dejándola firme, tonificada y saludable: la coenzima Q10 (CoQ10).
Se localiza en la membrana interna de las mitocondrias celulares, auténticas fábricas de producción de trifosfato de adenosina (ATP), por lo que, al aportársela al organismo en forma de complemento nutricional, las células obtienen “energía extra”. Además, tiene un efecto antioxidante, por lo que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de todas las células, incluidas las de la piel, hasta el punto de que es capaz de reducir las arrugas del rostro.
La coenzima Q10 se encuentra de manera natural en alimentos como la carne, el pescado, los huevos y los frutos secos, por lo que es sintetizada por el organismo. Sin embargo, a partir de los 35 ó 40 años su síntesis desciende de forma significativa, con lo que su complementación resulta fundamental para la piel a partir de esa edad.

Vitamina C: efecto antioxidante.

Envejecemos porque nos oxidamos. Es el efecto paradójico que provoca el oxígeno al llegar a las células del organismo, del cual un 95% es utilizado para la respiración celular, mientras que el 5% restante se convierte en elementos inestables y reactivos, conocidos como radicales libres.
Responsables de muchos de los procesos degenerativos del organismo, los radicales libres también atacan a las proteínas de larga duración, como el colágeno y la elastina, provocando el envejecimiento de la piel. Y sólo hay un elemento capaz de contrarrestar su acción: los antioxidantes.
Comprenderá que ningún tratamiento tópico pueda suplir una función que ha de realizarse desde el interior del cuerpo. Afortunadamente la naturaleza nos provee de una sustancia cuyo elevado poder antioxidante y su implicación en la formación del colágeno la convierte en esencial para la piel: la vitamina C.
Y uno de los frutos que más vitamina C aporta es la acerola (Malpighia glabra L.). Esta planta tiene hasta 60 veces más vitamina C que las naranjas, y su presentación en forma de extracto seco tiene excelentes propiedades antioxidantes para combatir el exceso de radicales libres y es básica para la síntesis de colágeno.

La belleza de la piel ahora se bebe.

Colágeno, ácido hialurónico, coenzima Q10, vitamina C… Como le he dicho, todos estos nombres le resultarán familiares aplicados a las cremas cosméticas, pero está claro que para que de verdad actúen deben hacerlo desde el interior del organismo. Las cremas de aplicación tópica sólo consiguen mejorar superficialmente algunos aspectos de la piel (como su hidratación), pero no pueden lograr cambios a nivel celular.
Hay un producto que contiene colágeno hidrolizado y desodorizado de origen marino (pescado), ácido hialurónico y coenzima Q10 procedentes de la biotecnología (fermentación natural) y extracto de acerola (Malpighia glabra L.) titulado al 25% en vitamina C. Y también posee extracto seco de arándano (Vaccinium myrtillus L.) titulado al 25% en antocianidinas.
Las antocianidinas presentes en el extracto seco de arándano son polifenoles con propiedades antioxidantes y reparadoras. Además, varios de sus componentes tienen un efecto protector frente a la radiación UV, por lo que su consumo es especialmente interesante en verano, cuando la radiación solar resulta más nociva para la piel.
Este complemento nutricional se llama Anaskin y es de un laboratorio de mi máxima confianza. La combinación de compuestos bioactivos que contiene ayuda a que la piel vuelva a tener un aspecto saludable y radiante, al conseguir una mayor hidratación y nutrición.
Además, me gusta su formato, ya que viene en sobres individuales. Para “alimentar” su piel deberá consumir un sobre diario disuelto en agua (un vaso de unos 200-250 ml).
Pero ahora en verano, faltaba un ingrediente…

Vitamina A: protección frente al sol.

En verano, la piel y también los ojos sufren mayor daño debido al aumento de la radiación solar. La vitamina A, también denominada “retinol” por su implicación en la salud de la retina, es necesaria para el desarrollo y mantenimiento de muchos tejidos. Asimismo, ha demostrado que previene el envejecimiento prematuro de la piel e incluso la protege, así como a los ojos, frente al daño provocado por el exceso de radiación solar.
Hay tanta evidencia científica en torno a ella que incluso autoridades de reconocido prestigio internacional como la EFSA (European Food Safety Authority) han aprobado alegaciones de salud.
Es decir, que es el aliado perfecto para la piel y los ojos en verano.
Ahora bien, a la hora de elegir un complemento hay que diferenciar entre la vitamina A preformada (que se encuentra en alimentos de origen animal) y la provitamina A (presente en alimentos de origen vegetal). La forma más común de la provitamina A es el betacaroteno. Los complementos alimenticios a base de caroteno son más recomendables y seguros, ya que la vitamina A preformada puede resultar hepatotóxica en altas dosis, algo que no sucede con la provitamina A.
Es ahora cuando debo hablarle de un alga y de los complementos elaborados a partir de ella. Se trata de la Dunaliella salina, que crece en un medio salino y contiene altas concentraciones de carotenoides, principalmente betacaroteno en un 90%.
Esto la convierte en una de las fuentes naturales con mayor concentración de betacaroteno conocidas hasta la fecha, en concreto de una forma de caroteno con una alta biodisponibilidad y actividad biológica, el esteroisómero 9-cis.
Por lo tanto, la vitamina A en mi opinión no debería faltarle durante el verano para cuidar de su piel y su retina.
Para mí está muy claro que la piel en verano debe alimentarse desde el interior. No con falsas promesas cosméticas y sí con complementos ricos en nutrientes naturales, de probada eficacia y avalados científicamente.

Por eso ahora es un gran momento para actuar. Además de hidratarse adecuadamente, reducir el estrés, descansar y llevar una alimentación saludable rica en alimentos de origen vegetal, actúe desde dentro eficazmente con complementos que proporcionen a su piel (y como ha visto, también a los ojos) todos los nutrientes esenciales que necesitan para protegerse y rejuvenecer.
Puede visitar su tienda de complementos nutricionales de confianza y buscar complementos de calidad. Y si quiere adquirir directamente los del laboratorio que yo le recomiendo en esta ocasión, puede hacerlo aquí. Encontrará el complemento en sobres Anaskin y a la vitamina A de máxima calidad obtenida a partir del alga Dunaliella salina. Con una sola cápsula al día usted obtiene 16 mg de extracto seco de esta alga, que le garantizan la cantidad de betacarotenos naturales suficientes para lograr la máxima protección.
Alimente, repare y rejuvenezca su piel y sus ojos desde dentro.

Le deseo un saludable y feliz verano.
¡A su salud!.
Felipe M. Miller
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