Páginas

lunes, 8 de enero de 2018

9 consejos para el uso de las tablets en los niños

Nacho Calderón es uno de los neuropsicólogos de referencia del momento. Desarrolla su labor entre España y Estados Unidos siendo el director del Instituto de Neuropsicología Aplicadas (INPA) en Madrid y del Neurological Rehabilitation International Consultants de Laredo (Texas).

Especialista en niños este profesional conoce perfectamente los efectos del abuso de la tecnología (móviles, tabletas, ordenadores y televisión) en los más pequeños.

Y tras observar a miles de niños sus conclusiones son devastadoras. Ya sea con ciertas patologías o sin ellas alerta a los padres de los límites que deben poner a sus hijos en la utilización de estas tecnologías. En un artículo publicado en su blog, Educar con sentido, que reproducimos a continuación, explica los efectos en los niños basados en su experiencia en sus consultas:
La presencia en nuestras vidas de dispositivos electrónicos que utilizan internet (teléfonos móviles y tablets) es, a todas luces, inevitable – lo cual no es malo – pero su uso está rápidamente alcanzando dosis que nadie puede negar que constituyen un abuso.
Me gustaría compartir con ustedes las observaciones que a lo largo de los últimos años he podido hacer desde el privilegiado sillón de neuropsicólogo infantil (y por tanto terapeuta de familia).

Los efectos de tabletas y móviles, peores que los de la televisión.

Siempre me he mostrado muy crítico del abuso que se ha estado haciendo de la televisión. Sus efectos han sido marcadamente nocivos y son numerosísimos los estudios que lo demuestran. Inocentemente durante mucho tiempo pensaba que la televisión y los móviles o las tablets eran equivalentes, que sus efectos eran comparables. Desgraciadamente los efectos de éstos últimos son mucho más nocivos.

De la televisión siempre he dicho que es nociva en un doble sentido:
  1. Por el efecto hipnótico que ejerce, reduciendo las conexiones entre la corteza prefrontal (parte pensante del sistema nervioso) y el resto del encéfalo hasta niveles básicos de supervivencia. Por eso es tan descansado ver la televisión, por eso tantos adultos al llegar la noche decimos (me incluyo) “Estoy tan cansado que sólo quiero ver la televisión”. La pantalla ejerce un efecto hipnótico de tal calibre que literalmente dejamos de pensar (actividad que consume una gran cantidad de oxígeno) y pasamos a procesar la información que llega a través de nuestros ojos de a unos niveles insultantemente básicos. Por cierto, cuanto más tiempo se está expuesto a este efecto hipnótico, más difícil resulta salir de él.
  2. Por lo que ver la televisión impide. Mientras se está viendo la televisión no se hacen otras cosas mucho más productivas. En el caso de los niños, particularmente, la televisión les impide estar jugando, que es la función más importante para el desarrollo del sistema nervioso. Hoy en día las habilidades de juego de los niños se han reducido gravísimamente.
El principal objetivo de los niños debe ser jugar, algo básico para su desarrollo.

La adicción es aún mayor en el caso de estas nuevas tecnologías.
Como dijo un filosofo en un debate sobre la televisión: “Yo no tengo televisión porque me quita mucho más de lo que me da”.
Estos dos efectos nocivos de la televisión siguen siendo verdad cuando nos referimos a los teléfonos móviles y las tabletas, pero debemos ahondar de manera más concreta.
La luz azul que emiten esos dispositivos ejerce un efecto hipnótico mucho más potente sobre nuestro sistema nervioso, de ahí que su poder adictivo sea mucho mayor que el de la televisión. Es mucho más difícil desengancharse – sea tras un uso puntual, o sea desde la adicción – de esos aparatos que de lo que ya de por sí es desengancharse de la televisión. El pasado 1 de junio de 2016 el Instituto de Estudios Familiares – Family Watch – publicó un artículo en el que demostraba el incremento de la violencia de hijos hacia padres y cómo esta violencia está mediatizada en gran medida por el mal uso de los dispositivos electrónicos – el enfrentamiento entre los padres y los hijos es mucho más intenso cuando el tema de discusión es el teléfono móvil, la tableta o similar que por cualquier otra cuestión.
Creo que la página web del Family Watch (http://www.thefamilywatch.org/) debería ser la cabecera de internet de cualquier padre o profesor.

¿Los beneficios de interactuar?.

Una de las grandes diferencias que existen entre la TV y los dispositivos con conexión a internet es la “interactuación”. La televisión – al menos la tradicional, la que no tenemos conectada a internet – implica una pasividad por parte del sujeto, solo puede verla, mientras que los móviles o las tablets permiten “bucear”, buscar, cambiar, jugar, responder, etc. A priori ésta es una gran ventaja. El usuario tiene un control sobre qué hacer, no hay una pasividad tan apabullante.
Sin embargo, en mi experiencia esa capacidad para buscar, para interactuar, se convierte en algunos casos, en el peor enemigo. A menudo veo niños que, aún sin saber leer, sin ni siquiera edad para hacerlo, son capaces de dominar una tablet al grado de entrar en la página web de su elección – con frecuencia Youtube – y encontrar el video de su elección. Impresionante podríamos concluir. El problema es que rara vez el niño termina de ver ese video. Antes de que acabe ya habrá seleccionado otro de la lista que aparece a la derecha de su pantalla, y así hará, sucesivamente, saltando de un video a otro, sin terminar de ver ninguno de ellos.

El ejemplo de los niños autistas.

En el extremo más patológico he visto jóvenes con diagnóstico de autismo enganchados a una determinada escena – de entre 5 y 25 segundos de duración – y repitiendo esa escena durante horas. La rebobinan y vuelven a ver, constantemente.
No digo que las tablets o los móviles produzcan autismo, ni mucho menos, pero sin duda agravan y potencian los síntomas característicamente autistas.

Producen déficit de atención.

Sin llegar a ese tipo de patología, lo que es indiscutible es que las tablets y los móviles están haciendo estragos en dos áreas muy concretas:
Están reduciendo la capacidad de atención de los niños de manera dramática. La luz azul que emiten esos dispositivos ejerce tal nivel de estimulación en el sistema nervioso que cuando se le requiera de nuevo atender de manera sostenida va a exigir niveles semejantes de estimulación, como ningún profesor, al menos hasta la fecha, es capaz de emitir una luz semejante, le va a ser muy difícil atraer y mantener la atención de sus alumnos.
Pregunten a cualquier profesor con más de 10 años de experiencia en enseñanza infantil o primaria si la enseñanza de hoy es igual a la de hace diez años y si es más fácil o más difícil enseñar. Si van a hacer la pregunta, les recomiendo que reserven un buen rato para hacer una escucha atenta de una situación dramática.
Sí, las tablets y los teléfonos móviles están produciendo déficit de atención. Estamos llenando las aulas de anfetaminas (concerta, rubifem, stratera, etc.), pero mientras sigamos llenando sus vidas de horas de pantalla, va a ser muy difícil que dicha medicación no siga aumentando sus índices de venta.

Adiós a la socialización.

Están reduciendo la socialización – el encuentro persona a persona – entre los niños y los jóvenes. Hoy en día es frecuente ver en plazas, restaurantes y parques a un grupo de niños mirando lo que hace otro en su móvil. No hablan, no juegan, solo miran lo que hace otro. Si son varios los que tienen móviles, se sientan en fila, uno junto al otro y se dedican a jugar en paralelo.
Recientemente me contaba la madre de un chico de 12 años que los niños de su clase ya no quedan en una casa los viernes o los sábados, en su lugar, quedan a determinada hora para conectarse a través de internet, con un determinado juego, cada uno desde su casa, sin verse, y pasan dos o tres horas frente a la pantalla.

Las certezas adquiridas en la consulta.

Sin duda cada día soy más viejo. Puede que no esté siendo capaz de seguir el ritmo de los tiempos, pero lo que no tengo duda es que lo que veo en la consulta, cada vez con más frecuencia, es particularmente grave.
Me dicen que no debo denostar los dispositivos en sí, que todo en su justa medida es positivo y lo nocivo es el abuso. Absolutamente de acuerdo. Pero admitamos que por cada matrimonio que sabe enseñar a sus hijos a hacer un uso adecuado de las pantallas, hay no menos de 20 padres que ni saben hacerlo, ni saben qué hacen sus hijos con esos dispositivos y, desgraciadamente, ni se plantean que deben cuestionárselo.
El abuso de las tecnologías no es un problema sólo de los niños sino que es ya familiar.

Nueve consejos a las familias.

Por terminar con algunos consejos concretos que tanto gustan a algunos:
  1. No permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de ir al colegio. Tampoco en el trayecto al colegio.
  2. Durante el desayuno, comida, cena o merienda jamás, bajo ninguna circunstancia, permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar). Tampoco los adultos deben estar viendo las noticias o el deporte o... cuando estamos sentados a la mesa.
  3. Evitar el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de estudiar o hacer deberes: lejos de ayudar lo que hacen es distraer y postergar la concentración.
  4. Olviden el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) en un restaurante, bar, o similar. Si no dejan comer tranquilos a la familia, NO se preocupen.  Así han sido siempre las comidas en familia. Eso es hacer familia. Es una magnifica ocasión para educarles, no la desperdiciemos.
  5. Que los juguetes, el deporte, salir con amigos o ir a ver a los abuelos estén siempre antes del uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar).
  6. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia regale una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona menor de 14 años. Si se lo quieren comprar sus padres, allá ellos, tienen derecho a equivocarse, usted no.
  7. Si quieren regalar una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona mayor de 14 años consulten antes a sus padres.
  8. Limitemos el uso de tablets, móviles, televisión,... y con mayor motivo con diagnóstico de déficit de atención, hiperactividad, retraso en el desarrollo, autismo, trastorno del lenguaje, síndrome de Down, síndrome de Williams, o cualquier otro trastrono, genético o no, que afecte al sistema nervioso central. Lo ideal sería no sobrepasar los 30 minutos seguidos. Nunca más de 90 minutos al día – y sólo en días sin colegio.
  9. Cuando tengamos niños entre los 0 y los 7 años evitemos que utilicen una tablet o un teléfono móvil o similar. Démosles siempre otras alternativas para su entretenimiento que las hay a miles y con muchas más ventajas que inconvenientes.

PARA AMPLIAR:

PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué pensamos del artículo de Nacho Calderón?. ¿En qué estamos al 100% de acuerdo con él y qué matizaríamos de su exposición?.
  • ¿Qué nos han aportado los enlaces "para ampliar"?.
  • ¿Sabemos la cantidad de tiempo que nuestros hijos dedican cada día al móvil, a la tablet, a la televisión, a internet?. Si no lo sabemos ¿cómo podemos controlar esto un poco más y mejor?.
  • ¿Cómo podemos asegurarnos de que no hacen un uso excesivo o inadecuado de estos medios?.
  • ¿Qué ejemplo les estamos dando los adultos?. ¿Qué podríamos hacer para aplicar los consejos que nos da Nacho Calderón?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario