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martes, 6 de junio de 2017

Cuatro grasas buenas

Las grasas buenas protegen de las enfermedades cardiovasculares, al disminuir el nivel de inflamación y la presión arterial. Pero lo mejor es que, cuantas más grasas de este tipo consumamos, mayor será nuestra capacidad para quemar las grasas almacenadas.
Como sabe, el aceite de oliva es bueno para la salud, pero hay otros aceites que también son excepcionales. Quizá nunca haya oído hablar de ellos (o al menos no de todos), así que vale la pena que los conozca.
Aquí tiene cuatro aceites alternativos que darán a su cocina una nueva dimensión y que a usted le aportarán años de vida.

Ghee.

El ghee (pronunciado "gui") procede de una palabra en hindi que significa "grasa", y se trata de un ingrediente fundamental de la cocina india.
Para prepararlo hay que poner a hervir a fuego lento mantequilla sin sal en un recipiente grande hasta que se evapore todo el agua y las proteínas se depositen en el fondo. A continuación, se retira la mantequilla clarificada con una cuchara para evitar que se mezcle con las partículas sólidas. A diferencia de la mantequilla, el ghee se puede conservar mucho tiempo sin ninguna clase de refrigeración siempre y cuando se guarde en un recipiente estanco para evitar que se oxide o le salga moho. Tiene un ligero sabor a avellana y un color algo más oscuro que la mantequilla.
Hay que tener cuidado porque en algunos restaurantes indios utilizan una imitación de ghee elaborada a partir de aceite vegetal hidrogenado. Esta "mantequilla clarificada vegetal" es muy rica en ácidos grasos trans que incrementan el riesgo de cáncer e infarto, y debe evitarse a toda costa.
Las investigaciones han demostrado que el ghee tiene efectos positivos sobre los lípidos en la sangre y reduce el fenómeno inflamatorio. Un estudio llevado a cabo con comunidades rurales del estado indio de Rajastán comprobó que las personas que toman dos cucharadas soperas de ghee al día ven reducido el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en un 23%.
El ghee no es un producto de gran consumo; sin embargo, no resulta muy difícil encontrarlo en tiendas de productos de alimentación de otras culturas o en tiendas ecológicas. También podría elaborarlo usted mismo o bien pedirlo por internet (sólo tiene que realizar una pequeña búsqueda incluyendo las palabras clave "comprar ghee" y le aparecerán numerosos resultados; y eso sí, asegúrese de que elige un proveedor de confianza).

Aceite de aguacate.

Al igual que el aceite de oliva, el aceite de aguacate es muy rico en ácidos grasos monoinsaturados, aunque se diferencia en que es mucho más rico en omega-7 (ácido palmitoleico) y contiene más omega-3 (0,95 g por cada 100 g).
También es muy rico en vitamina E, el antioxidante natural de los aceites vegetales, y muy resistente a la oxidación: se conserva extraordinariamente bien y presenta una gran estabilidad durante la cocción. El punto de humeo (temperatura a la que un aceite se degrada y produce compuestos tóxicos) es superior a 250 ºC, lo que lo convierte en uno de los aceites más resistentes. En cualquier caso, la mejor manera de preservar sus nutrientes es consumiéndolo crudo.
Puede encontrar aceite de aguacate virgen extra, prensado en frío o ecológico, tanto en internet como en su tienda de productos ecológicos.

Aceite TCM.

El aceite TCM es un aceite líquido elaborado con ácidos grasos de cadena media (TCM= triglicéridos de cadena media), que son las grasas que nuestro cuerpo consume para abastecerse de energía.
Si está siguiendo una dieta cetogénica para hacer frente a un cáncer, el aceite TCM ayuda al cuerpo a entrar en modo cetosis, que quiere decir que como fuente de energía utiliza ácidos grasos y no glucosa. Como resultado, las células cancerosas tienen más problemas para sobrevivir, ya que están acostumbradas a funcionar en modo fermentación, lo que sólo es posible con la glucosa.
Hay que señalar que este aceite también se vende en farmacias como tratamiento para las personas con enfermedades que impiden absorber bien las grasas, como la fibrosis quística de páncreas y las enfermedades crónicas del hígado.
El aceite TCM no se puede encontrar en cualquier tienda. Hay que comenzar consumiéndolo en pequeñas cantidades, ya que tiene un efecto laxante. Para empezar, pruebe a echarle un poquito a la ensalada.

Aceite de macadamia.

Es mi preferido. El aceite de macadamia tiene un olor delicado que realza los aliños y salsas de forma deliciosa. También es resistente a la oxidación asociada al calor, así que puede utilizarlo tanto en la sartén como en la cazuela.
Al igual que el aceite de aguacate, tiene un gran contenido en ácido graso monoinsaturado, mayor que el del aceite de oliva, y es extremadamente estable. Su sabor también es más neutro, pero en cambio tiene un precio más elevado.
Intente incluir una o varias de estas grasas buenas en su dieta. Le sentará bien tanto al corazón como a las papilas gustativas, ya que es muy importante en una buena dieta variar sabores.

¡A su salud!.
Juan-M Dupuis
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Fuentes utilizadas por el autor:
  • “The effect of ghee (clarified butter) on serum lipid levels and microsomal lipid peroxidation”. Ayu. 2010 Apr-Jun; 31(2): 134–140. Hari Sharma, Xiaoying Zhang, and Chandradhar Dwivedi. US National Library of Medicine National Institutes of Health (PMC).
  • “Association of dietary ghee intake with coronary heart disease and risk factor prevalence in rural males”. J Indian Med Assoc. 1997 Mar;95(3):67-9, 83.Gupta R, Prakash H.
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