Lo afirmó el Papa Francisco la mañana del
viernes en la Misa en la Casa de Santa Marta.
El Papa, comentando el Evangelio del día, se
detuvo en la belleza del matrimonio y advirtió que es necesario acompañar, no
condenar, a todos los que experimentan el fracaso del propio amor.
El Obispo de Roma repitió que Cristo es el
Esposo de la Iglesia y por lo tanto no se pueden comprender a uno sin el Otro. Los
doctores de la ley buscan poner trampas a Jesús para “quitarle la autoridad
moral”. El
Papa Francisco se inspiró en el Evangelio del viernes para ofrecer una catequesis
sobre la belleza del matrimonio.
Los fariseos, observó, se presentan a Jesús
con el problema del divorcio.
Su estilo, constató, es siempre el mismo: “la
casuística”, “¿es esto lícito o no?.