Lo afirmó el Papa Francisco la mañana del
viernes en la Misa en la Casa de Santa Marta.
El Papa, comentando el Evangelio del día, se
detuvo en la belleza del matrimonio y advirtió que es necesario acompañar, no
condenar, a todos los que experimentan el fracaso del propio amor.
El Obispo de Roma repitió que Cristo es el
Esposo de la Iglesia y por lo tanto no se pueden comprender a uno sin el Otro. Los
doctores de la ley buscan poner trampas a Jesús para “quitarle la autoridad
moral”. El
Papa Francisco se inspiró en el Evangelio del viernes para ofrecer una catequesis
sobre la belleza del matrimonio.
Los fariseos, observó, se presentan a Jesús
con el problema del divorcio.
“Siempre
el pequeño ejemplo. Y ésta es la trampa: detrás de la casuística, detrás del
pensamiento casuístico, hay siempre una trampa. ¡Siempre!. Contra la gente,
contra nosotros y contra Dios, ¡siempre!. ‘Pero ¿es lícito hacer esto?. ¿Repudiar
a la propia esposa?’. Y Jesús responde, preguntándoles qué decía la ley y
explicando por qué Moisés hizo aquella ley. Pero no se detuvo allí: de la
casuística va al centro del problema y aquí precisamente se dirige a los días
de la Creación. Es muy hermosa aquella referencia del Señor: ‘Desde el
principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre
dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De
manera que ya no son dos, sino una sola carne’”.
El
Señor, continuó el Pontífice, “se refiere a la obra maestra de la Creación” que
son justamente el hombre y la mujer. Y Dios, agregó, “no quería al hombre solo,
lo quería” con “su compañera de camino”. Es un momento poético, observó, cuando
Adán encuentra a Eva: “Es el inicio del amor: vayan juntos como una sola
carne”. El Señor, precisó, “toma siempre el pensamiento casuístico y lo lleva
al inicio de la revelación”. Por otro lado, explicó, “esta obra de arte del
Señor no ha terminado allí, en los días de la Creación, porque el Señor ha
elegido este ícono para explicar el amor que Él tiene hacia su pueblo”. Hasta
tal punto, recordó, que “cuando el pueblo no es fiel" Él "le habla,
con palabras de amor”:
“El
Señor toma este amor de la obra de arte de la Creación para explicar el amor
que tiene con su pueblo. Y algo más: cuando Pablo tiene necesidad de explicar
el misterio de Cristo, lo hace también en relación, en referencia a su Esposa:
porque Cristo está casado, Cristo estaba casado, había desposado a la Iglesia,
su pueblo. Como el Padre había desposado al Pueblo de Israel, Cristo desposó a
su pueblo. Ésta es la historia del amor, ¡ésta es la historia de la obra de
arte de la Creación!. Y ante este recorrido de amor, a este ícono, la casuística
cae y se convierte en dolor. Pero cuando este dejar el padre y la madre y
unirse a una mujer, hacerse una sola carne e ir adelante y este amor fracasa,
porque tantas veces fracasa, debemos sentir el dolor del fracaso, acompañar a
aquellas personas que han tenido este fracaso en el propio amor. ¡No condenar!. ¡Caminar con ellas!. Y no hacer casuística con su situación”.
Cuando uno lee esto, reflexionó luego el Papa, “piensa en este diseño de amor, este camino de amor del matrimonio cristiano, que Dios ha bendecido en la obra de arte de su Creación”.
Cuando uno lee esto, reflexionó luego el Papa, “piensa en este diseño de amor, este camino de amor del matrimonio cristiano, que Dios ha bendecido en la obra de arte de su Creación”.
Una
“bendición – advirtió – que jamás ha sido quitada. ¡Ni siquiera el pecado
original la ha destruido!”. Cuando uno piensa en esto, “ve cuan bello es el
amor, cuan bello es el matrimonio, cuan bella es la familia, cuan bello es este
camino y cuanto amor, cuanta cercanía tenemos que tener con los hermanos y las
hermanas que en la vida han tenido la desgracia de un fracaso en el amor”.
Citando a San Pablo, Francisco subrayó la belleza “del amor que Cristo tiene
por su esposa, ¡la Iglesia!”:
“¡También
aquí debemos estar atentos para que el amor no fracase!. No hablar de un Cristo
demasiado ‘solterón’: ¡Cristo desposó a la Iglesia!. No se puede entender a
Cristo sin la Iglesia y no se puede entender a la Iglesia sin Cristo. Éste es
el gran misterio de la obra de arte de la Creación. Que el Señor nos dé a todos
nosotros la gracia de entenderlo y también la gracia de jamás caer en estas
actitudes casuísticas de los fariseos, de los doctores de la ley”.
Ésta es una de tantas homilías que el Papa Francisco suele dirigir en Misa, en la Casa de Santa Marta, en Roma. En este caso, dirigida a las parejas, a los matrimonios cristianos y también a quienes formamos parte de su familia, amistades,...
- ¿Qué conclusiones podemos obtener de este mensaje?.
- ¿Qué nos plantea el Papa Francisco para con estos matrimonios que pasan fuertes dificultades en su vida de pareja e incluso sufren ruptura en ese amor?. ¿Qué nos recomienda que hagamos siempre?.
- ¿Contamos con Cristo en nuestras vida personal y también en nuestra vida de pareja?. ¿Cómo le hacemos presente y vivimos su presencia en nuestra familia?. ¿Sería lo mismo nuestra vida de pareja o de familia sin Él que con Él?, ¿qué diferencias hallamos?.
- ¿Conocemos parejas en serias dificultades o viviendo ya la ruptura?, ¿qué hacemos por ellos, cómo estamos tratando de ayudarles?. ¿Qué podemos hacer a partir de ya?.
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