- "Si queremos... sí: ¡cuánto bien nos haría a unos y otros que ampliáramos esa comunicación y pudiéramos hablar de todo lo relacionado con nuestros hijos; si nos ayudáramos mutuamente!,... ¡cuánto mejor y más sencilla sería la tarea de educar a nuestros hijos!".
¿Por qué no nos comunicamos con más frecuencia y mejor de como lo estamos haciendo?.
Hay muchas respuestas a esta pregunta, todas diferentes y expuestas también desde perspectivas muy distintas y que podrían agruparse en las siguientes causas negativas:
Relacionadas con el tiempo disponible:
- FALTA DE TIEMPO: Andamos en muchas ocupaciones de todo tipo (laborales, compromisos sociales,...).
- INCOMPATIBILIDAD DE HORARIOS: Los momentos en que están disponibles los docentes no coinciden con los que tenemos en casa y viceversa.
Relacionadas con los prejuicios:
- NOS DA APURO: el hablar de problemas, carencias o dificultades que observamos en nuestros hijos porque hablar de ello significaría reconocer que no estamos haciendo las cosas bien con nuestros hijos.
- NOS DA APURO también hablar de estas cuestiones problemáticas porque creemos que están basadas en problemas que tenemos en la pareja... y de momento no logramos superar estos problemas nuestros y no queremos hablar de ello con alguien externo a nosotros.
Relacionadas con experiencias pasadas:
- CUANDO LO INTENTAMOS... no logramos entendernos: ni nosotros a ellos ni ellos a nosotros.
- NOS ENZARZAMOS en discusiones y acusaciones mutuas y no avanzamos nada.
- NO NOS SIRVIÓ, a pesar de hablar de estas cuestiones, no observamos ningún fruto positivo.
Relacionadas con la falta de confianza:
- NO CONFIAMOS en los docentes: más bien pensamos que "no saben de la misa la mitad", así que ¿qué nos van a decir?. "Que se ocupen de que los niños aprendan las materias y punto".
- NO SABEMOS QUÉ DECIR ni cómo hacer y no creemos que ellos nos puedan ayudar mucho.
- NO HAY NADA QUE HACER; las cosas están ya tan mal... que nos parece que ya nada tiene arreglo.
- SON TANTAS LAS INFLUENCIAS EN CONTRA... que da igual que nos empeñemos en nada, todo es igual; bastante hacemos ya unos y otros.
- QUE APRENDAN LO IMPRESCINDIBLE y fuera; lo importante es que se pongan a trabajar cuanto antes. La escuela sirve para cuidar de los niños mientras son niños y poco más.
- QUE SAQUEN BUENAS NOTAS y punto; de todo lo demás nos ocupamos nosotros en casa, cada uno a lo suyo.
...
PARA LA REFLEXIÓN Y TRABAJO EN FAMILIA, ante este abanico de respuestas, pensemos primero individualmente y luego hagamos diálogo en pareja sobre ellas; si estamos en un grupo de padres y madres, nos podemos reunir en grupitos de 4 ó 5 personas y poner en común lo que pensamos acerca de esos "motivos o razones que nos llevan a tener poca o muy pobre comunicación con el equipo docente":
1. ¿Con cuáles de ellas nos identificamos más?.
2. ¿Habría otras razones que no se hallan aquí mencionadas?, ¿cuáles?.
3. ¿Qué crítica o comentario haríamos a cada una de las respuestas que hemos anotado?.
4. ¿Qué ALTERNATIVAS se nos ocurren para cada respuesta?, ¿cómo darle la vuelta a cada una de ellas?.
5. ¿Cómo lograr que en nuestro colegio, a donde llevamos a nuestros hijos, exista en este curso una mayor comunicación "FAMILIA-CDAD. DOCENTE"?.
6. ¿Qué le pedimos a la Cdad. docente para que esto pueda ser una realidad?.
7. ¿Qué estamos dispuestos a poner de nuestra parte para contribuir a esto que pretendemos?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- La relación familia-escuela.
- Familia-escuela: encuentro y desencuentro.
- Relación familia-escuela.
- Relaciones familia-escuela.
- Familia-escuela.
- Familia y escuela ante un mundo en cambio.
- Dificultades en la relación familia-escuela.
- La educación: cosa de dos (familia y escuela).
- Hagamos un trato.
- ¿Podemos hablar?.
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