Es complejo eso de "estudiar", no es simplemente coger un libro y
meterlo en el coco ni almacenar en nuestra memoria todo lo que hemos leído o
visualizado en internet. Hay que aprender a realizar un proceso tal que nos
permita ser eficaces en nuestra intención de "estudiar unas
materias".
Todos tenemos experiencia de lo que nos ha ocurrido cuando hemos emprendido
una tarea con "pasividad, indolencia, lentitud absurda,..." ¿qué
resultados obtuvimos con esa forma de emprender la actividad?.
Hemos descubierto que necesitamos RIGOR, es decir, plantearnos con seriedad
y sentido de la responsabilidad lo que vamos a hacer, para qué y cómo,... pues
de eso penderán muchas consecuencias.
¿Qué supone este rigor?. Tres actitudes esenciales:
1ª)- ACTITUD POSITIVA.
Practicar la simpatía con lo que se hace o se quiere hacer, el gusto por el
trabajo acabado, limpio, ordenado y bien hecho. Hacerlo con antipatía,
resignación, "sin alegría",... es empezar "de aquellas
maneras" y sólo generaremos más desgana todavía.
- ¿Con qué actitud empiezan
nuestros hijos el trabajo académico cuando están en casa?.
- ¿Cuáles son las causas de esa
actitud?.
- ¿De qué manera podrían nuestros
hijos iniciar y desarrollar la actividad de este trabajo con más
positividad?.
- ¿Cómo podríamos influir o
ayudar nosotros, los padres y madres, para mejorar esa actitud?.
Es decir, implicando todas las fuerzas de nuestra personalidad en el
objeto de estudio. Si vamos a por el mínimo esfuerzo y con la mínima inversión
hallaremos los resultados mínimos. Sólo cuando nos entreguemos de lleno a lo
que hacemos o queremos hacer es cuando tendremos la seguridad de que estamos
trabajando en serio y que eso tendrá su buen fruto.
- ¿Qué planteamientos se hacen
nuestros hijos cuando estudian o trabajan un tema?, ¿sólo cumplir y salir
del paso sin más... o aprovechar esa actividad para crecer en ese
conocimiento y en habilidades para adquirirlo y luego saberlo expresar y
utilizar en la práctica?.
- ¿Podríamos ayudar a nuestros
hijos a ampliar sus expectativas al respecto?, ¿cómo?.
3ª)- CONTINUIDAD Y PERSISTENCIA.
Es muy aconsejable no tener prisa cuando estamos encima de unos libros o
unos trabajos que haya que realizar frente a un ordenador, con un mural, etc...
pero "para no tener prisas" es necesario emprender pronto el empeño
por esos estudios y mantener la constancia, perseverar en el esfuerzo,... y así
será cómo el trabajo realizado calará en nosotros, asimilaremos mejor los
contenidos, aprenderemos a aprender y obtendremos resultados mucho mejores con
menos atracones de última hora que de bien poco sirven a fin de cuentas.
- ¿Cómo suelen empezar nuestros
hijos cada curso?, ¿muestran interés por organizar de manera coherente su
tiempo libre al nuevo curso que empieza?.
- ¿Estudian sólo si hay exámenes
a la vista o lo van haciendo ya desde el primer día de clase, repasando en
casa lo que dieron en el aula?. ¿Mantienen la constancia en ello?.
- ¿Cómo podríamos los padres y
madres ayudar a crear mayor continuidad y persistencia en su trabajo
estudiantil?.
"Una hora de estudio auténtico supone más rendimiento que cinco horas
de estudio aparente". Y... ¿qué es "estudio auténtico"?.
- Aquél que se hace sin prisas ni
resignación.
- El que concentra toda la
personalidad y no se pierde en mil cosas que no vienen a cuento ni se van
detrás de la última mosca que revolotea por cualquier lugar.
- Ése que provoca cansancio real
y hace que necesitemos descansar o buscar necesariamente un cambio de
actividad.
- El que produce resultados que
se pueden apreciar y nos hace sentirnos bien con nosotros mismos.
- Aquél en el que hemos empleado
tiempo para prepararlo y se puede valorar una vez concluído.
- Ése que hacemos con decisión,
con ganas, con plena entrega y pasión.
- ...
Fases de este proceso.
Momento inicial: DISPOSICIÓN.
Tiende a ser breve. Prepara la mente y los espacios para el trabajo:
- Hacemos memoria de lo que nos
proponemos hacer durante ese tiempo que tenemos disponible.
- Prevemos todo lo que vamos a
necesitar para poder realizar adecuadamente nuestras tareas y lo
recopilamos para tenerlo a mano.
- Adecuamos el espacio físico,
ambiente,... para facilitar al máximo nuestro trabajo.
- Relacionamos lo que ya teníamos
hecho con lo que vamos a emprender.
Este momento supone ruptura con lo que se estaba haciendo anteriormente y
nos hará bien hacerlo con calma, conscientes de lo que con ello queremos
conseguir.
Momento central: REALIZACIÓN.
Es el momento de trabajo por excelencia: concentración en lo que hacemos,
esfuerzo, dominio de la imaginación y de los caprichos... para que estos
elementos no nos dominen a nosotros.
Este momento requiere EXCLUSIVIDAD: plena dedicación, sin medias tintas. Es
el momento en que:
- Establecemos relaciones entre
lo que ya sabíamos con lo que se nos presenta como reto para un mayor
aprendizaje.
- Realizamos síntesis de ideas,
esquemas,... estructurando y clarificando los contenidos.
- Llevamos a la práctica las
técnicas adecuadas de estudio para las materias específicas que estamos
trabajando.
- Realizamos ejercicios que nos
ayuden a comprobar que captamos perfectamente el contenido.
- Memorizamos aquello que nos
conviene tener muy claro, ya que ello nos permitirá ahorrar tiempo en la
realización de nuevas tareas relacionadas.
- Sacamos consecuencias de todo
lo trabajado aplicándolo a nuestra experiencia en la vida real: lo
relacionamos constantemente con nuestra experiencia.
Momento complementario: REFORZAMIENTO.
Es el espacio para la síntesis final. Centramos las ideas, repasamos lo
esencial, no es un repaso general sino sólo de lo esencial. ¿Sólo al final de
todo el proceso de estudio?,... podría ser pero es más útil hacerlo de manera
intermitente tras cada contenido diferenciado del anterior. ¿En qué consiste?:
- Resúmenes.
- Revisión de los puntos débiles
hasta conseguir que sean fuertes.
- Completamos ideas que hayan
quedado algo cojas o incompletas o no claramente relacionadas con la
realidad.
- Buscamos ejemplos y aclaraciones
para fortalecer los puntos débiles y completar las ideas que quedaron
cojas.
Siempre y en todo caso, tratemos de desarrollar este proceso de estudio
desde el primer instante en que tengamos ocasión; sin prisas, sin agobios, pero
con constancia o perseverancia en el esfuerzo y sin postergar nada
innecesariamente.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
- Y ahora... ¡a estudiar!.
- Consejos para estudiar bien.
- Cómo estudiar eficiente y
efectivamente.
- Para mejorar la eficiencia y
la eficacia en el aprendizaje.
- Metacognición y herramientas
didácticas.
- Cómo organizar tu tiempo de
estudio.
- Cómo organizar tu tiempo.
- Cómo ayudar a los jóvenes a
organizar su tiempo de estudio.
- Cómo organizar el estudio. (Vídeo).
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