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lunes, 8 de octubre de 2012

La adolescencia

Conceptualización de la adolescencia.
Hay que distinguir la pubertad de la adolescencia. La pubertad se puede definir como el periodo de la adolescencia que se caracteriza por un crecimiento rápido y por los cambios sexuales que posibilitarán la reproducción. En ella hay unos efectos hormonales clarísimos sobre todo sexuales: estrógenos en las mujeres y testosterona en los hombres.
Hay características sexuales primarias. Todos los órganos en directa relación con la reproducción (útero, vagina, testículos) y también los secundarios. Los más externos y visibles (vello púbico, aumentan las mamas,...).

La adolescencia es la etapa del desarrollo que sigue a la pubertad; se prolonga hasta la adultez y sobre todo se caracteriza por los cambios psicológicos que experimentan las personas.
Es el periodo de la vida más complicada de describir y de estudiar. Hay unos cambios biológicos universales pero hay otros cambios psicológicos que son individuales; estas diferencias son enormes.
Es una etapa de grandes cambios:
Tiene que vivir su sexualidad.
  1. Alcanzar su independencia económica.
  2. Tiene que alcanzar una madurez emocional.
Esto hace que la adolescencia sea una etapa de gran estrés, de grandes mitos:
La adolescencia es una etapa de tormenta. Freud: etapa de conflicto, turbulencia...
  1. Necesidad de emanciparse de los padres que conlleva muchas tensiones.
  2. Hay un abismo generacional entre los padres y los hijos.
  3. Cuando  el adolescente alcanza la adultez desaparecen las tensiones y conflictos.
Desmentir los mitos:
  1. Un adulto puede tener la misma inestabilidad que un adolescente de hecho 8 de cada 10 adolescentes no manifiestan que sean inestables emocionalmente.
  2. Los estudios longitudinales verifican que el adolescente angustiado suele ser también un adulto angustiado fundamentalmente que se mantenga en las mismas , grupo de referencia semejante. Aunque la conducta anormal sea puntual muchas veces el joven no ha recibido ayuda y los efectos se prolongan a largo plazo.
  3. Muchos jóvenes piden consejo a sus padres.
  4. Muchos hijos aunque los amigos juegan un papel importante a veces muy relevantes sin embargo para cuestiones como estudio, trabajo... se acude a los padres. Los padres siguen teniendo mucha influencia sobre sus hijos: adoptan los valores de los padres.
La adolescencia como etapa psicológica se caracteriza por:
  1. Interés por el cuerpo.
  2. Las chicas se suelen preocupar más y se sienten más insatisfechas por su cuerpo.
  3. Hay una clara relación entre atractivo físico y aceptación social.
Nuestra interacción con los hijos durante la adolescencia.
No hay recetas.
Cuando los padres y madres nos hallamos entrando ya en estas edades de nuestros hijos o bien en pleno apogeo de la adolescencia podemos vernos o sentirnos enormemente sorprendidos, casi como en fuera de juego. Miren a ver si estas frases les suenan:
  • "Pero ¿qué carajo le pasa?, es como si me lo hubiesen cambiado de la noche a la mañana".
  • "Tiene unas rarezas que me asombran: no pensé nunca que esta hija fuera de esa manera".
  • "No se le  puede decir nada, a la  mínima se cabrea y eso que el que tendría que enfadarse soy yo, no él".
  • "Siempre había sido tan ordenado con sus cosas y ahora... está irreconocible".
  • "Antes me contaba todo y ahora...  hay que andar sacándole las palabras a tirones ¿ya no confía en nosotros?".
  • "¿Será posible?, antes no sabía hacer nada si no estábamos con ella en todas partes y ahora... si se nos ocurre darle un arrumaco en la calle o en el supermercado... se avergüenza toda y suelta: "Por favor, papá, no seas plasta, que me pueden ver mis amigas".
  • "Salimos casi a bronca diaria y... no se avanza nada, no hace ni caso".
  • "....".

Ellos están pasando por una etapa de grandes cambios que son relativamente muy rápidos, comparados con el resto de las etapas de su desarrollo. Ante esta realidad tenemos diversas opciones:
  1. Subirnos al carro de cada circunstancia, momento y estar constantemente interviniendo tratando de "mantener el status que antes disfrutábamos" aunque sea a toda costa: señalando constantemente todo aquello que se está  haciendo mal porque ... es que no puede permitirse eso ¿no?.
    • ¿Qué puede ocurrir si nos dedicamos a recalcar constantemente los cambios que nos parecen negativos o nos resultan desagradables?.
  2. Pasar olímpicamente de todo este proceso (total, ya sabemos que esto es cosa sólo de unos años, dejamos hacer y punto: "la adolescencia es una enfermedad que se cura con los años").
    • ¿Podemos considerar realmente que esto de la adolescencia es "sólo un trámite, un momento únicamente de tránsito sin más"?. ¿Qué consecuencias se pueden producir de "ignorarles completamente" como si nuestros hijos hubieran dejado de ser ellos mismos?.
  3. Mantener el diálogo o la intención del mismo con nuestros hijos adolescentes así como nuestra intención educativa en todo su proceder,... pero aceptando los cambios, acompañándolos, asumiendo que van creciendo, asumiendo su identidad, ensayando caminos o formas de adultez,... en suma aceptándolos incondicionalmente sin abandonar nuestro papel de padres y educadores.
Cada una de estas tres posturas tiene unas claras consecuencias y es obvio que la tercera es la que mejores frutos nos puede aportar:
  • Nuestros hijos, sencillamente, están en una etapa diferente, están madurando y necesitan el mismo apoyo y atención que siempre tuvieron.
  • Nos lo parezca o no seguimos siendo un referente esencial para ellos, por lo tanto nos conviene cuidar muy mucho nuestras formas de intervenir en las diversas situaciones que se irán produciendo.
  • Mantener la calma, acompañarles sin imponerles patrones, proponer la reflexión y diálogo a partir de sus propios pensamientos, sentimientos y experiencias.
  • Demostrándoles que les seguimos acogiendo tal como son, no como nos gustaría que fueran, valorar siempre aquellas actitudes y acciones que muestren la existencia de valores que irán orientando sus vidas.
  • Ayudarles a ir tomando cada vez más confianza en sí mismos de manera que vayan atreviéndose a seguir explorando sin dejarse atrapar por los miedos (si saben que estamos a su lado lo harán encantados).
  • Respetar sus espacios de intimidad, pero sin que el ensimismamiento los secuestre; el que nosotros los adultos les hablemos de nosotros, de lo que pensamos y sentimos con naturalidad y sencillez... les ayudará a hacer lo mismo con nosotros.
  • Favorecer también las relaciones de grupo con sus amistades; el grupo de amigos en estas edades juega un papel muy importante para su desarrollo personal e interacción con lo social. Animándoles a ser siempre ellos mismos sin convertirse en reflejo de lo que otros hacen sin más.
  • Invitarles constantemente a vivir caminos de felicidad (ellos saben lo que les hace realmente felices, lo que es un momento de satisfacción momentáneo pero que se queda ahí -cuando no se vuelve en contra después-... y lo que son otras experiencias y actitudes que construyen realmente ese camino de felicidad duradera; basta hacer diálogo con ellos al respecto y que ellos opten con libertad asumiendo su responsabilidad).
  • ...
CUESTIONES PARA EL DIÁLOGO EN FAMILIA:
  • ¿Qué nos dificulta más la relación con nuestros hijos adolescentes: "lo que nos gustaría que ellos fueran" o "cómo nos gustaría ser con ellos"?. A menudo la ansiedad por no observar la realidad tal como es... -tanto en ellos como en nosotros- nos juega muy malas pasadas.
  • ¿Qué valor le damos a las siguientes expresiones y cómo vivirlas con nuestros hijos?:
    • "Aceptación incondicional".
    • "Confianza mutua" (pedimos a los hijos que expresen su confianza en nosotros pero ellos esperan también que nosotros les demostremos nuestra confianza a pesar de sus errores).
    • "Libertad-responsabilidad".
    • ...
  • ¿Cómo les estamos educando en lo afectivo-sexual?, ¿vale al respecto que ellos busquen la información "donde sea" o es una tarea que nos compete a nosotros en primer lugar?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

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