Cuando llegan las fechas de vacaciones o fiestas... solemos relajarnos y abandonar el cuidado de la alimentación. El simple hecho de salir de casa supone a menudo un cambio de
régimen alimenticio, pues se relajan los horarios y los hábitos en las comidas.
El
chiringuito pasa factura, al igual que los helados y las copas al anochecer. ¿Y
cómo no caer en la tentación de las especialidades locales en los restaurantes,
pidiendo un primero, un segundo y un postre, servidos seguramente en cantidades
excesivas?.
Los excesos echan por tierra todos los
esfuerzos que habíamos emprendido para mejorar nuestra alimentación, y con ello
nuestra salud.
Sin
embargo, no es sólo durante las vacaciones cuando se engorda ya que en ellas también estamos bastante activos -por lo general-. Es al volver de las vacaciones cuando se tiene el mayor riesgo de
engordar, pues nuestro nivel de actividad se reduce, pero seguimos
acostumbrados a comer más de lo normal, como durante las vacaciones.
No
obstante, volver a casa permite también regresar a los buenos hábitos alimenticios si ponemos de nuestra parte. Volvemos a nuestra tienda de
alimentación, cuyas secciones nos conocemos de memoria; a nuestros puestos
habituales en el mercado y a nuestros tenderos de confianza.
Vacaciones
que debilitan el organismo.
Es
necesario calmarse después de esa anarquía alimentaria.
El
exceso de alimentación, así como tomar comida insana, produce desequilibrios en
nuestro cuerpo. La flora intestinal es la que más sufre.
Hay que
recordar que la flora intestinal es un conjunto de miles de millones de
bacterias que colonizan el tubo digestivo, al que limpian y mantienen en buen
estado. Su papel es fundamental para las defensas inmunitarias. Estas bacterias
nos protegen de los ataques exteriores de las levaduras y las bacterias
nocivas, y también participan en el buen funcionamiento de la digestión.
Se
calcula que una flora intestinal en estado óptimo debe contener un 85% de
bacterias buenas y un 15% de bacterias malas.
Nuestra
flora intestinal es un capital inestimable que debemos cuidar a toda costa.
Debemos nutrirla con alimentos escogidos y volver a sembrarla cada cierto
tiempo con probióticos. Y es que las bacterias buenas resultan anuladas por los
excesos, el alcohol y las comidas ricas en hidratos de carbono.
Si
durante el período vacacional ha descuidado su flora intestinal, probablemente estará
debilitada. Si las bacterias malas toman el control, la flora intestinal será
incapaz de protegerle de la primera infección que sobrevenga y su
digestión también sufrirá.
La
vuelta al trabajo y a la rutina tras estos espacios de tiempo vacacional es una ocasión excelente
para sentar una buena base. Por lo tanto, ahora es el mejor momento para
repoblar la flora intestinal para encarrilarla de nuevo.
Hoy
hablamos de cuatro probióticos y dos prebióticos que pueden ayudar a
retomar bien el curso tras el paréntesis vacacional.
Los
probióticos son bacterias vivas cuya función es colonizar el tubo digestivo,
mientras que los prebióticos son nutrientes destinados a alimentar bacterias
específicas una vez implantadas.
Cuatro
probióticos.
Los
probióticos son bacterias muy distintas entre sí, por lo que sus acciones son
muy distintas según pertenezcan a una u otra cepa.
1.- Lactobacillus
rhamnosus.
Esta
bacteria se utiliza con frecuencia en los productos lácteos en Finlandia y en
Estados Unidos, donde sus virtudes para reforzar la inmunidad son muy
apreciadas.
El
Lactobacillus rhamnosus protege de la diarrea y reduce la permeabilidad del
intestino, producida por el síndrome del colon irritable o por el consumo de
alcohol.
El
British Medical Journal publicó en 2013 un estudio que señalaba que en las
mujeres con sobrepeso que siguen una dieta, el Lactobacillus rhamnosus acelera
de forma clara la pérdida de peso en relación con el placebo. No obstante, su
efecto era nulo en los hombres.
2.- Bifidobacterium
longum.
Esta
bacteria beneficiosa se identificó hace más de 100 años en un lactante. De las
500 especies de bacterias intestinales, el Bifidobacterium longum es una de las
más extendidas.
Los
estudios han mostrado que reduce la intolerancia a la lactosa, las alergias alimentarias, la colonización por bacterias patógenas y la incidencia de la
diarrea.
Además,
el Bifidobacterium longum tiene también la capacidad de disminuir el PH delintestino para hacerlo más ácido, lo que ralentiza la aparición del cáncer de
colon.
Un
estudio ha mostrado que este probiótico permitía atenuar los problemas
intestinales provocados por la ansiedad. El Lactobacillus acidophilus es
también útil para facilitar la digestión de la lactosa.
Se
adhiere con facilidad a la pared intestinal, lo que facilita su implantación
cuando se realiza un tratamiento con probióticos para repoblar la flora
intestinal.
Pero
hay que tener cuidado, ya que aunque el Lactobacillus acidophilus es
predominante en el tubo digestivo, no se conoce aún del todo. Por eso, por
precaución, se desaconseja en mujeres embarazadas y en personas con síndrome de
colon irritable, así como en caso de exceso de bacterias en el intestino o
problemas inmunitarios.
4.- Bifidobacerium
infantis.
La Bifidobacterium infantis es una
bacteria probiótica que se encuentra en el intestino, tanto de niños como de
adultos. Beneficiosa por los ácidos que produce, que impedirían el crecimiento
de la población de bacterias dañinas dentro del colon, juega un papel muy
importante en la digestión y el metabolismo.
Y dos
prebióticos.
1.- Fructooligosacáridos.
Los
fructooligosacáridos se encuentran de forma natural en las cebollas, la
achicoria, los espárragos y los tomates. Se pueden obtener igualmente de las
algas o de la caña de azúcar.
Los
fructooligosacáridos son consumidos por las bacterias de la flora intestinal, y
son excelentes prebióticos.
2.- Ribosa.
La
ribosa es un azúcar útil para todos los organismos vivos, desde las bacterias a
los seres humanos. Garantiza el metabolismo óptimo de la célula. Entra en la
composición de la adenosina trifosfato (ATP), el carburante de la célula que
permite responder a las necesidades de energía del organismo. Permite la
fabricación del ácido ribonucleico (ARN) para la transcripción del código
genético y sirve también para producir otras moléculas esenciales para los
procesos metabólicos, como por ejemplo el NADH.
La
ribosa es especialmente importante para estimular y reforzar las bacterias de
la flora intestinal: las bacterias buenas que ingiramos proliferarán fácilmente
en el tubo digestivo.
Impulsar
el sistema inmunitario y mejorar la digestión.
Si
estos cuatro probióticos tienen tantas virtudes por separado, imagine sus
beneficios si actúan de forma sinérgica, “alimentados” además por los dos
prebióticos que ha visto. Pues eso es exactamente lo que contiene “BienestarPreBioPro”, el complemento nutricional del que hablamos ahora. Se trata de
un complejo que actúa gracias a la sinergia de estas cuatro cepas de bacterias
(totalmente naturales), que intervienen de forma complementaria, y de los dos prebióticos
que favorecen su desarrollo.
Al
combinar probióticos y prebióticos, este complejo permite volver a sembrar
bacterias buenas y nutrirlas para que proliferen en el tubo digestivo. El
mantenimiento de la flora intestinal permite reforzar las defensas inmunitarias
y mejorar la digestión.
La
mezcla está cuidadosamente encapsulada para proteger las bacterias, lo que
resulta esencial. Y es que las bacterias deben permanecer vivas y sanas desde
el momento de la elaboración del producto hasta que sean ingeridas. Y no sólo
eso, sino que deben poder atravesar la barrera digestiva sin ser destruidas por
las enzimas y los jugos gástricos, a fin de implantarse en el intestino.
Para
facilitar la supervivencia de los probióticos, se recomienda tomar una cápsula
en ayunas por las mañanas, cuando las enzimas digestivas están aún “dormidas”.
Con eso basta para ayudar a repoblar su flora intestinal. ¡La mejor decisión
para sentar una buena base en su salud!.
¡A su
salud!.
Felipe
M. Miller
Artículo original: http://www.saludnutricionbienestar.com/suplemento-flora-intestinal/
PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:
Artículo original: http://www.saludnutricionbienestar.com/suplemento-flora-intestinal/
PARA AMPLIAR Y CONTRASTAR:
- ¿Qué podemos comer para recuperar la flora intestinal?.
- 5 alimentos para repoblar la flora intestinal.
- 4 alimentos para regenerar tu flora intestinal.
- Dieta para regenerar la flora intestinal dañada.
- Remedios caseros para reforzar la flora intestinal.
- 8 alimentos probióticos para regular la flora intestinal.
- Cómo regenerar la flora intestinal de manera natural.
- Remedios caseros para restaurar la flora intestinal dañada.
- Alimentos para fortalecer la flora intestinal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario