No existen fórmulas secretas ni reglas generales para que padres e hijos tengan buena relación, pero está claro que algunas familias han encontrado formas de organización que les permiten desarrollarse y enfrentar problemas con éxito. ¡Conózcalas!. Es normal que al escuchar comentarios de alguna amistad sobre la convivencia en su hogar, o bien, al conocer directamente cómo es la relación en otras familias, nos preguntemos "qué tal van las cosas en nuestro propio grupo, cuáles son sus virtudes y defectos, si hay confianza y afecto y, en términos generales, si sentimos que nuestra experiencia es divertida y agradable".
Cuando la respuesta a estas interrogantes es negativa o nos obliga a aceptar dudoso “más o menos”, puede ser señal de que existe algún conflicto y de que los miembros de nuestra familia no son del todo felices o no han aprendido formas de amar y de valorarse unos a otros.
Para solucionar esta situación podemos tomar como guía los siguientes pasos, y comenzar así a cimentar las bases para lograr relaciones más saludables y enriquecedoras.