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lunes, 22 de agosto de 2016

Educar la mirada a la naturaleza

Siguiendo la dinámica del "Proyecto XERCO" un grupo de familias emprendieron una ruta de senderismo por el llamado "Malpaís de Güímar", Tenerife.
No éramos muchos en esta ocasión (apenas 10 personas en total entre adultos y niños/as). Una de las condiciones para participar de este proyecto que gestiona Justicia y Paz Tenerife es que "se apunten padres/madres e hijos".
El objetivo no es cumplir horarios ni alcanzar unas metas preestablecidas a rajatabla, aunque sí hay unas previsiones consensuadas y aprobadas entre todos antes de iniciar cualquier marcha. El proceso, lo realmente interesante, lo constructivo,... se genera en el camino y se produce con total espontaneidad.

A caminar en grupo se aprende caminando juntos.

Aquella marcha estaba prevista -según experiencias de otros grupos que ya la hicieron- para tres horas de caminata; nosotros la hicimos en cuatro horas. A nadie nos extraña pues se dan en el grupo situaciones personales, intereses, gustos, habilidades,... de una gran diversidad:
  1. Hay adultos con problemas para caminar (y aún así les encanta participar de estas marchas) mientras otros casi echarían a correr todo el camino.
  2. A otros participantes les encanta sacar fotos al paisaje: enfocando sus cámaras tanto a la globalidad de todo el entorno como a la flor o insecto más diminuto con el que nos podamos encontrar,... como también inmortalizar esos momentos agrupándonos todos aprovechando la belleza que nos envuelve.
  3. Hay quienes disfrutan más con un paisaje de mar escuchando las olas romper contra la costa y gozando de su intenso azul que con los bosques de pinar o laurisilva, o el lecho de imponentes barrancos,... y a otros al revés.
  4. ...
Casi nada más empezar propusimos a los niños que "tratasen de localizar al menos dos animales de especies diferentes que fueran terrestres; otros dos que volaran y otros dos que pudieran estar tanto en el agua como en tierra" y fueran capaces de describirlos con el mayor número de detalles".
También debían ser capaces de localizar al menos tres flores de distintas especies de plantas diferentes describiendo sus formas, tamaños, aroma y colores. Todo ello sin salirse del camino que casi siempre se hallaba flanqueado por hileras de piedras (es una medida que se emplea para preservar el espacio natural).
No hizo falta proponer esta dinámica (su objetivo era promover la observación, la capacidad de asombro y admiración de la naturaleza en todas sus formas) porque los niños/as fueron mucho más allá: sobrepasaron con creces lo que se les planteó. También hubo algún caso en el que hubo que corregir alguna conducta.

¿Te gustaría que te tratasen así?.

A veces el miedo o la sorpresa que asusta lleva a reacciones violentas. Eso fue lo que se observó en uno de los niños. Tendía a tirar piedras a algunos animales que se hallaron por el camino, a pisotear algunas hormigas o sacudir alguna planta con un palo seco que llevaba en la mano.
La pregunta en cada momento y situación fue siempre muy similar:
- "¿Te gustaría que a ti te hicieran lo que le has hecho, le estás haciendo tú, a esa planta, ese animalito?".
...
Sus respuestas siempre dieron pie para poder razonar sobre lo que aquel lugar significaba para aquella planta, o aquellos animales,... también para valorar distintas opciones que tenemos ante el encuentro con esas plantas y animales y elegir después aquélla que sea más beneficiosa para todas las partes.
Este niño finalizó la jornada feliz y satisfecho de todo lo que aprendió en esta marcha y a descubrir también que "se pueden optar por muchas soluciones y no sólo con la primera que se nos pueda ocurrir".
Comprobó también que los adultos vivíamos aquello que tratábamos de enseñarle y mostrábamos el mismo asombro que él y los demás niños expresaban ante la constante exhibición de belleza en la enorme diversidad de aquel espacio.

Comunicación, ésa es la palabra.

Madres e hijos (no hubo "padres" en esta marcha) conversaban constantemente con naturalidad y entusiasmo mientras se sucedían los momentos y lugares por donde pasábamos. Los juegos verbales que los niños/as proponían gustaban tanto a los adultos como a ellos mismos -por supuesto- y hacían siempre divertida cualquier parada o descanso.
Escuchar el sonido de la suave brisa del mar que peinaba y envolvía la zona como también pegar la oreja en tierra "para poder oír los sonidos lejanos; grabar en la mente y en el corazón las sensaciones que transmitía todo lo que contemplábamos y hacer diálogo entre nosotros de todo ello... fue, como siempre ha sido, la mejor clase magistral que hayamos vivido cada cual: sin internet, sin maquinitas por medio, sin papelorios ni formalismos,... estábamos recuperando lo que los docentes de otras décadas pasadas nos enseñaban en aquellos días en que no había escuela y nos invitaban a hacer excursiones y nos mostraban "para qué servía aquello que el 'libro de memoria' contaba en sus densas páginas".
La vida y la reflexión que de su contemplación podemos obtener sigue siendo la mejor maestra si sabemos contactar con ella, integrarnos en su lenguaje y COMUNICARNOS tanto con ella como con nosotros mismos.

Estamos invitados.

El "Proyecto XERCO" que, como decíamos, puso en marcha hace un par de años y gestiona Justicia y Paz Tenerife es un proyecto abierto en el que todo el mundo que quiera puede participar. Realizan una marcha al mes (a veces más, en este último año). Cuelgan sus informaciones en https://www.facebook.com/rona.davis.31?fref=ts y para estar al corriente de todo su plan de actuación basta con "pedir su amistad" a través de ese mismo grupo. También se puede hacer llamando al 922-882917 y expresar interés por participar de estas marchas.
Sus objetivos esenciales son:
  1. Ayudar a las familias a establecer una mayor y mejor relación padres/madres-hijos.
  2. Desarrollar la capacidad de admiración y disfrute de la naturaleza y de las relaciones humanas que se establezcan en el grupo.
  3. Tomar conciencia de la interdependencia del ser humano con la naturaleza y adoptar actitudes coherentes con el respeto y cuidado del medio natural y social.
  4. Fomentar la práctica de valores tales como la solidaridad, trabajo de equipo cooperativo, uso responsable de la libertad, fraternidad, respeto y cuidado del Medio Ambiente.
Sin embargo esto lo podemos llevar a cabo también en cualquier lugar en que nos encontremos (no es necesario vivir en Tenerife):
  1. Contactar con familiares y amigos y proponerles organizar juntos esta actividad.
  2. Determinar lo que quieran conseguir juntos con esta actividad de senderismo.
  3. Establecer un calendario y lugares asequibles para todos.
  4. Consensuar unas normas comunes aceptadas por todos para que el grupo y su actividad funcionen bien, haya buen ambiente y se puedan cumplir los objetivos propuestos.
  5. Contratar algún seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier situación de la que no pueda hacerse cargo el grupo.
  6. Planificar cada marcha atendiendo a sus particularidades y también a los participantes concretos que estarán en ella.
PARA AMPLIAR:
La reflexión sobre esta experiencia es sólo una muestra de lo que se puede hacer a poco que nos lo propongamos "para educar a nuestros hijos en la sensibilidad hacia el medio natural y en las relaciones interpersonales y con su entorno".
  • ¿Qué otras experiencias o ideas propondríamos para ampliar este abanico de posibilidades?.
  • ¿Para qué nos parece importante educar en esta sensibilidad?.
  • ¿Qué grupos de senderismo conocemos en nuestra localidad en los cuales podríamos integrarnos?. Si acaso no los hay o bien nos parece que no reúnen las condiciones que necesitamos ¿cómo podríamos autoorganizarnos para crear uno que sí respondiera a nuestras características y necesidades?.
  • ¿Qué acciones podemos llevar a cabo desde ya para educar la mirada hacia la naturaleza y a las relaciones humanas?.

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