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martes, 16 de febrero de 2016

La soledad en el anciano (I)

El artículo "La soledad en el anciano" que publicamos hoy haciéndonos eco de tan buen análisis de la situación que vive una persona anciana en relación con su experiencia o sentimiento de soledad forma parte de un conjunto de entregas que iremos compartiendo en este espacio y es propiedad de Marta Rodríguez Martín, enfermera del HGTP. ("Hospital Germans Trias i Pujol". Postgrado en Enfermería Gerontológica y Geriátrica, Abril 2008. EUI Fundació de Gestió Sanitària de l'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (UAB).

RESUMEN
El presente estudio tiene como objetivo describir el problema de la soledad en el anciano profundizando sobre los factores y circunstancias que pueden causar este sentimiento en el proceso de envejecer.
Se realiza a partir de la recopilación de información bibliográfica de estudios e investigaciones obtenidos de diferentes bases de datos (Boletín sobre el envejecimiento, Programa "vida als anys"). Las conclusiones principales intentan dar a conocer las posibles estrategias y recursos, tanto en el ámbito personal como profesional, con la finalidad de prevenir, detectar y tratar la soledad en una de las etapas de la vida con más pérdidas y dependencias: la vejez.

Durante el envejecimiento es frecuente experimentar una serie de vivencias y cambios que pueden ayudar a la aparición del sentimiento de soledad. La soledad es un hecho cada vez más estudiado e investigado por diferentes autores. Aún así no se empezó a tener en cuenta desde la dimensión psicológica hasta los años 50 del pasado siglo, y es a partir de los 80 cuando se comienzan a publicar diferentes estudios empíricos. Por ese motivo, he querido realizar este estudio e intentar exponer el problema que representa este sentimiento, indagando sobre el origen que puede causar la soledad e intentando conocer todas las consecuencias que acarrea; consecuencias que pueden llegar a afectar a todos los niveles: personal, familiar y social, así como conocer los recursos y estrategias que nos pueden ayudar a solventar esta problemática.

La soledad.
La vejez es una etapa de la vida en la que suceden una serie de pérdidas que facilitan la aparición del sentimiento de soledad. Entre otras definiciones, he escogido la propuesta de V. Madoz, que describe la soledad como el "convencimiento apesadumbrado de estar excluido, de no tener acceso a ese mundo de interacciones, siendo una condición de malestar emocional que surge cuando una persona se siente incomprendida o rechazada por otros o carece de compañía para las actividades deseadas, tanto físicas como intelectuales o para lograr intimidad emocional".
La soledad no siempre es un sentimiento negativo, por lo que podemos hablar de soledad objetiva y soledad subjetiva. La primera hace referencia a la falta de compañía, donde según el estudio realizado por CIS-IMSERSO, el 14% de las personas mayores que residen en sus domicilios manifiesta soledad y no siempre implica una vivencia desagradable para el individuo, ya que puede ser una experiencia buscada y enriquecedora, aunque la mayoría de estas personas, según los resultados, se ha visto obligada a ello. La soledad subjetiva, por otra parte, la padecen las personas que se sienten solas. Es un sentimiento doloroso y temido por un gran número de personas mayores, nunca es una situación buscada.

El síndrome de la soledad.

Álvarez define el síndrome de la soledad como un "estado psicológico que sucede a consecuencia de pérdidas en el sistema de soporte individual, disminución de la participación de las actividades dentro de la sociedad a la que pertenece y sensación de fracaso en su vida".
La Organización Mundial de la Salud  utiliza el término envejecimiento activo en este sentido: "El envejecimiento activo es el proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez". Se trata de promover el máximo de autonomía posible, es decir, potenciar la propia capacidad para controlar, afrontar y tomar decisiones sobre la vida diaria.

La soledad y la salud.

El empobrecimiento progresivo de todos los refuerzos sociales, familiares, culturales, la vulnerabilidad frente a las enfermedades, los órganos de los sentidos, las funciones intelectuales, etc., desencadenan inestabilidad y sentimientos de indefensión en el anciano, y es que la soledad puede tener graves consecuencias negativas sobre la salud en el plano físico, psicológico y social. En el plano físico se muestra con: debilidad del sistema inmunológico, dolor de cabeza, algunos problemas de corazón y digestivos, dificultades para dormir, etc. En el plano psicológico con: baja autoestima, depresión o alcoholismo, ideas suicidas. Según JL Sánchez, "la consecuencia de la pérdida de la pareja es la que más aumenta, especialmente, la posibilidad de desencadenar trastornos psicopatológicos como la depresión o la neurosis. Por último, en el plano social presenta conductas como el uso de los teléfonos party-line, prejuicios sociales y otros".
La salud deteriorada conlleva un mayor apoyo familiar, sobre todo con los hijos e hijas. Bazo afirma que las personas sanas conviven en proporciones parecidas en compañía que las que viven solas (o en pareja), pero cuando las personas se sienten enfermas, éstas viven en compañía en mayor proporción que las que viven solas. Este hecho hace que las personas mayores piensen que enfermar es una solución para su soledad. Las propias molestias se convierten en el centro de su atención y es la estrategia para atraer a sí a las personas queridas o a los cuidadores profesionales.
La soledad y la salud, por tanto, son itinerarios bidireccionales que implican aumentar la vulnerabilidad frente a la enfermedad, y la enfermedad puede ser la solución para romper la soledad o la causa de que la situación de la persona que está sola empeore por no contar con los apoyos necesarios.

Factores causales de la soledad.

Crisis asociadas al envejecimiento:
La soledad en los mayores es una realidad que viene favorecida por diferentes factores o causas. Laforest define tres crisis asociadas al envejecimiento:
  1. La crisis de identidad donde se viven un conjunto de pérdidas que pueden deteriorar la propia autoestima.
  2. La crisis de autonomía, dada por el deterioro del organismo y de las posibilidades de desenvolverse en las actividades de la vida diaria (AVD).
  3. La crisis de pertenencia, experimentada por la pérdida de roles y de grupos a los que la vida profesional y las capacidades físicas y de otra índole que afectan en la vida social.
En la vejez, se viven algunas experiencias especialmente duras que suponen una ruptura con la vida anterior, son vivencias que pueden tener graves consecuencias emocionales.

a) El Síndrome del nido vacío: El primer acontecimiento importante al que se suelen enfrentar las personas mayores es el abandono del hogar por parte de los hijos para iniciar una vida independiente. Los padres esperan que éstos les presten la ayuda cesaria cuando sufran algún proceso de dependencia o enfermedad, y el incumplimiento de este deber puede deteriorar las relaciones paterno filiales y originar sentimientos de indefensión y soledad.

b) Unas relaciones familiares pobres: La escasez de relación con los hijos percibida por los ancianos, tanto en cantidad como sobre todo en intensidad y calidad de afecto, representa un importante motivo de frustración en esta etapa.

c) La muerte del cónyuge: La viudedad suele ser el principal desencadenante del sentimiento de soledad en las edades avanzadas. El anciano se encuentra de pronto sin la compañía y la afectividad que tenía con su pareja, dando pie a problemas personales de adaptación a la viudedad de tipo no únicamente emocional, sino también material y relativos a la gestión del tiempo de las tareas propias del hogar y de la vida doméstica y social. Ussel opina que cuanto más unida esté la pareja, mayor será el impacto emocional de la muerte de uno de ellos sin que la presencia de otras personas alivie los sentimientos de soledad y tristeza. El modo como las personas viven el acompañamiento de la pareja al final de sus días es una variable importante para la elaboración posterior del duelo y de la soledad.

d) La salida del mercado laboral: El otro suceso importante en la vida de las personas mayores es la salida del mercado laboral. Tras la jubilación, las personas disponen de tiempo libre que, muchas veces, no saben en qué ocupar. La pérdida de poder adquisitivo también restringe las posibilidades de disfrutar de estos momentos de ocio, así como el deterioro de las relaciones sociales, pudiendo aparecer aislamiento social.

e) La falta de actividades placenteras: La realización de actividades lúdicas puede ser la respuesta al vacío que puede dejar el aumento de tiempo libre provocado, por ejemplo, por la jubilación. Llegada la vejez, se pueden realizar diferentes actividades lúdicas que antes no se podían realizar. Uno de los estudios realizado por CIS-IMSERSO afirma que las actividades que más se realizan son salir a pasear por el parque, leer, ir a bares y cafeterías o acudir a algún club de jubilados; actividades que pueden facilitar la interacción y participación en la vida social.

f) Los prejuicios: En la sociedad actual existen una serie de prejuicios sobre la vejez, como son la de no tener vida productiva, no tener experiencias ni necesidades sexuales, ser inútil, trasnochado y dependiente. Sin embargo, la experiencia, la capacidad de relativizar las cosas, saber juzgar objetivamente, la sabiduría procedente de la experiencia, etc., podrían permitir a las personas mayores mantener un rol social importante.

PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué diagnóstico hacemos nosotros de las personas mayores (abuelos y/o ancianos) miembros de nuestra familia?.
  • ¿En qué vemos que se asemeja a lo que esta entrada nos presenta y en qué hallamos diferencias importantes?.
  • ¿En qué nos han servido el artículo además de los enlaces para ampliar, contrastar o profundizar?.
  • ¿Qué conclusiones prácticas obtenemos al respecto?, ¿qué hacer al resecto y cómo?.

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