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jueves, 20 de agosto de 2015

Conciliación trabajo/vida familiar

El título de este artículo no parece tener mucho sentido, al menos en España, ya que más de un millón de familias no tiene a nadie trabajando -o al menos no con nómina- y alcanza las tasas más altas de paro de toda Europa.
Pero afortunadamente hay algunos que todavía pueden decir que eso del "derecho al trabajo" no es un chiste más en este país sino que lo pueden disfrutar.

Dificultades para la conciliación vida familiar-trabajo.


La cuestión para ellos es "¿Como conciliar el trabajo con la vida familiar?".
¿Y por qué de esta pregunta?, ¿acaso no son conciliables?. Pues no, y cada vez menos por varias razones:
  1. Cada vez son más las empresas que antes de contratar a alguien le exigen "flexibilidad horaria y de calendario laboral"; ello quiere decir que la empresa puede pedirte incluso que a lo largo de una semana tengas horarios distintos y a capricho del empleador.
  2. En la inmensa mayoría de los casos -por no decir todos- se ignoran completamente las circunstancias familiares del empleado; hay quienes preguntan por ello al futuro candidato antes de contratarlo, de manera que "si ven pegas... inmediatamente le desestiman y llaman a otro candidato que no tenga ninguna pega al respecto".
  3. En otros casos, muy honrosos aunque escasos, se buscan soluciones que por una parte garanticen las expectativas del empleador y, por otra parte, se tenga en cuenta y se proteja la realidad personal y familiar del empleado.
Si el sueldo fuera digno, suficiente para poder mantener la unidad familiar, no habría problema en que en una familia sólo hubiese una persona trabajando, pero la realidad no es así sino al contrario (hablamos desde la realidad constatable en España): Los sueldos apenas crecen (no así los precios y más los de los bienes de primera necesidad); los salarios parece que se congelaron o bien incluso se reducen o se incrementa considerablemente el volumen de trabajo y horas adicionales para poder cobrar lo mismo de antes.

Consecuencias en las relaciones familiares de esta precariedad.
  1. Ello obliga a que también la pareja tenga que buscar trabajo, en lo que sea, incluso dentro de la economía sumergida,... en tal de poder llegar a final de mes con lo que entre uno y el otro logran llevar a casa.
  2. Los hijos quedan desatendidos y hay que recurrir al resto de la familia para suplirles en esas horas en las que ni el padre ni la madre pueden hacerse cargo de ellos (eso con suerte de que otros familiares sí puedan echar una mano).
  3. La comunicación y relaciones de pareja, también padres-hijos,... se resiente, se hace cada vez más complejo y difícil mantener un ambiente familiar constructivo y llevadero para todos.
  4. Pueden aparecer con facilidad muchos conflictos que no se abordan adecuadamente, discusiones, estrés,... y así la vida familiar se va alejando cada vez más de su idea de felicidad.
¿Qué podríamos hacer?.

Sea como fuere la realidad en este país es que la vida laboral de cada uno de los miembros de la pareja termina absorbiendo la vida personal o del hogar  pero aún nos quedan opciones. Vamos a continuación a citar algunas (en el caso de tener trabajo; si no lo tenemos ¡enhorabuena!, entonces tenemos todo el tiempo del mundo -no estamos para chistes pero preferimos tomarnos así las cosas-):
  1. Si podemos optar entre dos o más trabajos, optemos por aquél que nos permita elegir turno o nos ofrezca flexibilidad de manera que podamos compaginar la vida familiar con la laboral.
  2. Planifiquemos las actividades familiares con antelación de acuerdo con el calendario laboral cuando este último sea rígido o no-flexible y hagámoslo en familia: primero con la pareja y luego con los hijos para que su desarrollo posterior sea más fácilmente asumible.
  3. Repartamos "responsabilidades" del hogar, de manera que  dicho reparto haga disminuir algo el estrés o agobio por "todo lo que hay que llevar a cabo y es necesario hacer" (cada cual en la medida de sus posibilidades).
  4. Si acaso estamos buscando vivienda aprovechemos para localizar una que tenga la mayor cantidad posible de servicios cerca (farmacia, comercios, colegio, centro de salud, parque infantil, biblioteca o casa de la cultura, guardería, academias, parada de guagua,...) y si está próxima al lugar de trabajo mucho mejor, de manera que el desplazarnos no suponga más gastos o mucha pérdida de tiempo.
  5. Planifiquemos los períodos en que nuestros hijos no van al colegio (Navidad, Semana Santa, verano,...) con tiempo de antelación para poder organizar alternativas o soluciones que permitan atenderles de la mejor manera posible.
  6. Economicemos tiempo priorizando en él en primer lugar lo más esencial para nosotros: nosotros mismos y nuestros hijos, a continuación las cosas o tareas ineludibles y en último lugar todo lo demás... y si "todo lo demás" es perfectamente prescindible... pues mejor para nosotros y nuestros hijos; de esa forma podremos darle calidad a nuestras relaciones aunque la cantidad sea más bien escasa.
  7. Como decíamos más arriba, contemos con el resto de la familia: hermanos, abuelos, otros familiares,... que puedan y quieran asumir el cuidado de nuestros hijos en horarios en los que nosotros no vamos a poder estar. Si ellos no pueden... y podemos pagar a alguien de confianza que asuma el cuidado de nuestros hijos... hagámoslo (todo menos dejarlos desatendidos).
  8. Cuidemos nuestro estado emocional, nuestras formas de reaccionar ante las dificultades, el autocontrol,... de tal manera que la falta de estos cuidados no perjudique nuestras relaciones.
  9. Busquemos momentos específicos para "encontrarnos" todos juntos con cualquier excusa: ir al cine alguna vez, irnos a hacer un pateo a algún espacio natural, una acampada familiar, visitar a los abuelos que viven en tal sitio, ir a Misa el domingo, irnos a jugar o pasear al parque toda la familia,...
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿En qué nos ha ayudado este artículo y los enlaces-web que proponemos para ampliar, contrastar o profundizar para conciliar mejor el trabajo fuera de casa con la vida familiar?.
  • ¿Qué otras ideas se nos ocurren que puedan añadirse a lo que aquí ofrecemos?.
  • Desde nuestra experiencia, ¿qué es lo que mejor resultado nos da sean cuales sean las circunstancias?, ¿cuáles son a nuestro juicio -desde lo que estamos viviendo- las claves para lograr este equilibrio que todos buscamos?.
  • ¿Cabría plantearse medidas reivindicativas para pedir a nuestros gobernantes y también a los partidos políticos que también quieren gobernar para que busquen soluciones políticas a la falta de consideración hacia la familia y sus relaciones consigo misma y con lo laboral?. ¿Qué medidas propondríamos?.

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