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viernes, 27 de febrero de 2015

Creando empatía

Además de preguntar, podemos proporcionar información, introducir narraciones alternativas en el diálogo con nuestros hijos, con el resto de la familia y con cualquier otra persona. Este tipo de información puede ser:
  1. Comentarios personales. Se trata de dar ejemplos de su propia vida, hablar de conocidos, amigos o familiares, que han pasado por situaciones similares, dar ejemplos de otras familias, de su trabajo, etc.
  2. Comentarios sociales. Se utilizan en el primer contacto con la persona, para hablar de cosas sin mucha importancia: sobre el tiempo, sobre alguna noticia del momento, sobre algo acontecido en el centro escolar… Todo esto hace que la persona se relaje antes de hablar del tema importante (una conducta inadecuada en el colegio, un conflicto con un vecino, etc.).
  3. Comentarios de apoyo. Se trata de hacer comentaros como: "Es un gran paso que quieras hablar conmigo de este asunto", "Es un gran esfuerzo hablar conmigo de este tema y te lo valoro", "Te agradezco muchísimo que hayas compartido conmigo esto que te preocupa".
  4. Valoraciones como "experto". Un ejemplo de ello es la normalización: "Esto que te pasa es normal, le pasa a mucha gente". El objetivo es dar esperanzas de cambio debido a la experiencia de otras personas que en un estado similar han mejorado o han salido de esa situación problema. Solemos usarlo cuando la persona entiende que su problema es raro, poco usual o de difícil solución. Facilita crear expectativas de cambio. Sin embargo conviene evitar la normalización cuando nuestro interlocutor considera que lo que nos comenta es extraordinario o muy especial, porque le resta el encanto y no ayuda a la empatía.
  5. Elogios. Se suelen formular al final de la conversación para cerrarla en un clima agradable y favorecer un próximo encuentro: "Ha sido muy agradable hablar contigo".
En un baile, al igual que en una conversación, lo más importante no son los pasos, sino la armonía y la naturalidad de los movimientos de la pareja de personas, su encaje, la música y el ritmo. De la misma forma, lo más importante en una conversación para el cambio no son las técnicas clave o las preguntas certeras que llevan a arreglar la situación, sino el baile de emociones y respeto en la que todas las opiniones, sensaciones y fórmulas de solución tienen cabida. Lo que induce al cambio en una familia y sus relaciones, en en cualquier ámbito social -entre ellos la escuela- no son técnicas maravillosas, sino la relación, el respeto y la claridad en nuestros objetivos. Las técnicas se pueden aprender, pero los procedimientos, estrategias o elección del momento para aplicarlas (es decir, lo que me hace decidir qué técnica emplear y cuándo aplicarla), se dan durante la conversación, y se aprenden en la práctica del diálogo centrado en las soluciones y en la escucha verdadera de la persona que tenemos delante.


(Basado en la documentación del Curso "Comunicación y Convivencia en las relaciones familiaalumnadocentro". Desde la óptica del modelo SistémicoNarrativo.
Autoras: Dácil Josefa Baute Hidalgo y María de la Cruz Pérez Bethencourt).

La empatía como clave educativa.

Si logramos mantener y ampliar el contacto íntimo, la complicidad -que no colegueo-, con nuestros hijos habremos conseguido allanar todos los caminos hacia el entendimiento, la armonía y la ayuda que nuestros hijos necesitan. De ahí la importancia de conocer los instrumentos que nos pueden servir para crear ese buen ambiente de entendimiento, empatía, conexión.
Lo esencial de todo lo que hemos expuesto en este artículo es entender y vivir la relación con nuestros hijos como algo constructivo para ambos y también educativo: nada es vanal en la comunicación; por lo tanto, partiendo de los naturales afectos que nos unen procuremos dotar nuestros lenguajes de herramientas que fomenten la autoestima de nuestros hijos; con la autoestima vendrá la seguridad y confianza en sí mismos.

PARA AMPLIAR, CONTRASTAR Y PROFUNDIZAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué opinamos de las cinco "narraciones alternativas en el diálogo" con nuestros hijos y resto de la familia?. ¿En qué medida creemos que nos puede ayudar cada una de ellas y cuándo emplearlas?.
  • De los artículos que hemos sugerido para ampliar, contrastar o profundizar ¿cuál nos ha servido más y por qué?. ¿Qué otros artículos al respecto hubiéramos propuesto nosotros?.
  • ¿Qué nos dificulta y qué nos ayuda en la aplicación de la empatía en las relaciones de pareja y también con nuestros hijos?.
  • ¿Y nosotros?, ¿cómo andamos de autoestima?. ¿Qué relación encontramos entre nuestra autoestima y la que tratamos de fomentar en nuestros hijos?.

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