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viernes, 5 de julio de 2013

Causas y consecuencias del consumo de drogas

Cuando vemos los efectos de una catástrofe es cuando nos solemos preguntar "cómo es posible que se haya llegado a eso"; no solemos plantearnos esa cuestión "antes de que suceda"; ¿es inevitable llegar siempre tarde?.
Nuestro convencimiento es de que "es evitable llegar tarde"; podemos llegar a tiempo, incluso cuando hasta el momento no hayamos hecho bien nuestros deberes, siempre es posible rectificar, cambiar, mejorar. Sólo que esto requiere de convencimiento personal, entrenamiento y constancia en el desarrollo de nuestro empeño.

¿Por qué el consumo de drogas?, ¿cuáles son sus causas?.
Hay disparidad de respuestas ante esto; aunque la mayoría de los autores que abordan esta cuestión coincidan en su enumeración, sin embargo sí difieren bastante unos de otros en el acento, en recalcar más unas que otras. Empecemos por clarificar objetivamente esas causas:
  1. INTERNAS:
    • Curiosidad por conocer los efectos de unas u otras drogas.
    • Deseos de vivir nuevas experiencias.
    • Placer de transgredir normas.
    • Buscar efectos inmediatos, dicen que placenteros.
    • Falta de autoestima y mal concepto de sí mismo/a.
    • Insatisfacción personal con la propia vida, falta de sentido.
    • ...
  2. EXTERNAS:
    • Presiones por parte del grupo de amigos o de alguien que en ese grupo lidera decisiones.
    • Situaciones familiares problemáticas que no se afrontan debidamente.
    • Acoso escolar y falta de apoyo en esta situación.
    • Relaciones sociales insatisfactorias.
    • Vanalización de su consumo y facilidad para conseguirlas, especialmente cuando todavía no hay adicción.
    • Fuerte presión para su consumo en determinados ambientes (espacios de macrofiestas,...).
    • ...
Hay autores que silencian unas y cargan las tintas en otras casi absolutizándolas.

Necesitamos valorarlas todas porque "todas tienen que ver con la experiencia de las personas"; nada hay inocuo en esa experiencia, todo tiene su efecto y no hay perspectiva desdeñable.
Es más: si acaso hay que poner el acento en algunas debe ser en "aquéllas que arrancan de nuestro ser más profundo, de nuestras habilidades para la vida, de nuestras cuestiones de sentido".

¿Cuáles son pues, a nuestro juicio esas razones, internas, que son la madre de todas las demás?:

  1. Falta de AUTOESTIMA: Nadie que sienta aprecio a su vida, se valore a sí mismo, tenga un alto concepto de su existencia y de su persona aceptará ver cómo se degrada su salud y su dignidad sino que reaccionará de inmediato y no se dejará arrastrar.
  2. La falta de autoestima arranca de la experiencia de no ser querido o no haber interiorizado el afecto a uno mismo por parte de sus padres o personas de referencia. Cuando se reciben multitud de regalos, cosas,... pero no se reciben muestras de atención (dedicación de tiempo, interés por la  propia vida,...) ni de afecto (besos, abrazos, palabras afectuosas,...) y, por otra parte, todo son broncas, desaprobación, juicios gratuitos, malas caras,... se está generando el caldo de cultivo para que esa autoestima acabe rodando por los suelos.
  3. Visión negativa de la vida y del mundo que toca vivir. Es el fácil resultado de lo anterior; ¿gusta una existencia así?. El ser humano busca amor, felicidad; es algo que le es sustancial y cuando se le es negado en la senda en la que está lo buscará por otros espacios... aunque estén equivocados. El camino de las drogas es ni más ni menos que una forma de ESCAPAR de la realidad, no aceptarla y rebelarse de alguna manera contra ella (cobarde, si se quiere; irresponsable... también;... pero es tan fácil el paraíso aparente que presentan...).
  4. ...
Por lo tanto, se tratará de "amueblar" bien ese ser interior, educarlo, fortalecerlo, dar recursos internos, herramientas esenciales a nuestros hijos para que sepan cómo afrontar y desenvolverse con verdadera libertad y responsabilidad sobre sí mismos a lo largo de su vida.
Si ayudamos a nuestros hijos a dotarse de esas herramientas o fortalezas interiores podrán manejarse en cualquier ambiente y podrán salir airosos de cualquier elemento externo que intente manipularles de algún modo. Si enriquecemos y fortalecemos el interior no habrá causas externas suficientes para hacernos claudicar.

Consecuencias.
Es lo que mejor conocemos, es lo más cantoso también. De igual  modo que hay una gran diversidad de drogas, también hay multitud de resultados en su consumo; no es cierto que todas "enganchen" ni que lo hagan "a la primera" tampoco; sí es bien cierto que con mucha frecuencia ésas que dicen que "no enganchan" suelen llevar a que la persona quiera probar otras que sí encierran graves riesgos, también es bien cierto que todas ellas, en mayor o menor notoriedad, se hacen sentir y provocan cambios en los ambientes en que se introducen y no precisamente para bien (salvo para el que trafica y hace negocio con ellas).
En el artículo "¿Qué son las drogas?" anotábamos al final algunos enlaces-web que nos pueden dar sobrada información sobre este capítulo; vamos no obstante a ampliarlo un poco más:
Si hemos hecho lectura atenta de estos enlaces que hemos presentado veremos que esas consecuencias tienen que ver especialmente con la salud física de la persona consumidora, también afectará a su salud psíquica y obviamente también tendrá consecuencias negativas en lo económico, seguridad ciudadana, problemas a causa de delitos (violencia, robo,...),...; pero esas consecuencias no le perjudicarán sólo a quien consume la droga sino que afectarán gravemente también a quienes tienen alguna relación con esta persona consumidora -especialmente si ha llegado ya a la adicción- (el ámbito más afectado va a ser la propia familia, la pareja,... para quienes esto supondrá un auténtico calvario... cuando no un infierno).

Dejamos de ser nosotros mismos.
Cuando la persona se convierte en adicta... se produce algo que es aún más grave que la pérdida de su salud, ruina económica, fracaso en los estudios, pérdida del trabajo... o ruptura de relaciones humanas... para pasar a las de "colegueo", mercantilización de uno mismo y manipulación sobre los demás.
Lo peor es la pérdida de la voluntad y, por lo  tanto, de su libertad y responsabilidad,... tan constitutivas de su identidad y dignidad humanas.
La persona adicta:
  1. Pasa de controlar sus decisiones a obedecer ciegamente sus impulsos por consumir y satisfacer la enorme ansiedad que sufre cuando la ausencia de la sustancia negativa se hace notar.
  2. Se convierte en esclava de esa droga y es el afán por conseguirla mucho más fuerte que cualquier impulso hacia otras necesidades (incluso las de alimentación o descanso que quedan relegados a un segundo plano).
  3. Desaparece también todo código ético: todo vale en tal de conseguir esa dosis que se necesita...  incluso el expoliar los bienes de la propia familia, atentar contra su seguridad "si no se obtiene lo que la  persona adicta quiere conseguir" (hay al  respecto innumerables historias dramáticas que hablan de esto muchísimo mejor que estas palabras), etc...
También el resto de la familia sufre cambios, muchos de ellos forzosos, obligados ante la nueva situación. Salvo que la familia adopte inmediatamente estrategias bien orientadas para afrontar esto de manera que no se destruya su armonía y su mundo de relaciones, se producen muchas veces los siguientes efectos:

  1. Problemas de salud derivados de una fuerte ansiedad, dolor, angustia,...
  2. Problemas de entendimiento entre la pareja: culpándose de lo que pasa con el hijo/a que ya se comprobó que está cosumiendo drogas (a veces incluso llegando a la ruptura).
  3. Problemas económicos (al principio, por sentimientos de culpa, paternalismo y protección mal entendida, uno u otro progenitor -o los dos- se convierten en sustentadores de la situación cubriendo ese consumo... hasta que ven que ya no pueden más).
  4. Incomunicación o insinceridad con el resto de la familia, amigos, etc... (es muy duro, vergonzante reconocer que "el hijo es adicto a tal o cual droga").
  5. ...
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Compartimos el análisis de las CAUSAS y CONSECUENCIAS que aquí aportamos?, ¿qué otras añadiríamos?; ¿a cuáles les daríamos más importancia y por qué?.
  • Según lo que observamos en nuestros ambientes, también en nuestra propia familia, ¿damos toda la importancia que merece "educar en la AUTOESTIMA" a nuestros hijos?. ¿Cómo lo estamos manifestando?, ¿cómo podríamos mejorar en este asunto?.
  • El que alguna vez un hijo nuestro se fume un porro ¿es motivo para llamarle "drogadicto"?; ¿qué puede ocurrir si calificamos constantemente a nuestros hijos según los hechos negativos aislados en los que les sorprendemos?.
  • ¿Qué actitudes adoptar ante la sospecha de que algún hijo consuma alguna droga o incluso le sorprendamos en ese consumo?. ¿Hay recursos, instituciones, profesionales,... que nos puedan ayudar a conducirnos adecuadamente en esta situación?, ¿cómo aprovecharlos?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

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