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viernes, 11 de mayo de 2012

¿Para qué educar en valores?

"Por aquí me aprieta el zapato".
La pregunta parece tener una fácil  y rápida respuesta, basta echar un vistazo a una parte de nuestra realidad (por citar algunos elementos):
  • Grandes y graves desigualdades sociales (fruto de la insolidaridad, avaricia, abuso de poder de unos en detrimento de otros, usura,...).
  • Violencias de todo tipo y en todos los ámbitos (violencia física, verbal, psíquica,... en el ámbito familiar, escolar, urbano,... en el plano personal, socioambiental, estructural-institucional,...).
  • Discriminación, racismo, xenofobia (por razones de sexo, color de la piel, distintas creencias, diferencias ideológicas, culturales, de procedencia,...).
  • Cosificación y mercantilismo del propio ser humano (la persona es utilizada como simple instrumento de "mercado" sin importar sus sentimientos, necesidades vitales, dignidad humana,...).
  • Destrucción de ecosistemas y constante degradación del medio natural (como consecuencia de la depredación salvaje de los recursos naturales sin apenas control y primando siempre el bien económico de unos pocos por encima del bien colectivo y del respeto a la naturaleza).
  • Prevalencia de la economía especulativa sobre la productiva (tendente a enriquecer más todavía a los que ya eran ricos y empobreciendo a la inmensa mayoría de la población hasta sumirla en la miseria y desesperación, menospreciando constantemente su trabajo y dignidad humana).
  • Insatisfacción personal, ansiedad, ausencia de paz interior,... que nos hacen vivir sin VIVIR, soportar la vida en vez de disfrutarla.
  • ...
Razones para "EDUCAR EN VALORES".

Teniendo en cuenta lo que hemos publicado hasta ahora se deducen ya unas motivaciones muy claras:
  1. Nuestros hijos necesitan orientar sus vidas; los valores son un marco privilegiado para hallar esa orientación.
  2. Necesitan también formar su carácter, su forma de ser y vivir; la moral y la ética que aparecen en todos los valores ayudan a orientarse y afrontar la vida con claridad y con criterios.
  3. Precisan "acomodar" el mundo para poder vivir en él como personas: con voluntad propia, libertad y consciencia de significado en cuanto realizan.
  4. Realizarse como personas "en relación": aprendiendo a convivir, tener relaciones sociales y con el medio natural verdaderamente realizantes y armónicas con todo su derredor.
  5. ...
  6. Todos necesitamos recuperar y rehabilitar nuestro mundo (casa de todos), reencontrarnos con lo que nos es esencial y con el reconocimiento de nosotros mismos.
 Estas razones y otras que podríamos añadir justifican sobradamente el que REFLEXIONEMOS seriamente sobre esta realidad que vivimos, analicemos sus causas y las consecuencias que estamos viendo ya y a las que podemos llegar de no rectificar la dirección que llevamos; justifican que nos propongamos ACTITUDES y COMPROMISOS CONCRETOS que aporten alternativas constructivas y posibilitadoras de felicidad para todos (a fin de cuentas... eso deseamos todos: ser felices) y también prevengan los desastres humanos a los que hemos sido capaces de llegar por carecer de criterios realmente humanitarios y contemplativos de la dignidad humana hoy ampliamente reconocida y respaldada con declaraciones tales como la "Carta Universal de los Derechos Humanos", "Declaración del Milenio",  "Doctrina Social de la Iglesia",... pero tan poco respetada en la práctica.
No basta, pues, con hacer un listado de valores a lo grande; tampoco es suficiente con dominar estrategias, formas de comunicar, tener muchos medios,... pues aunque todo ello sea importante... lo esencial es que "tengamos muy claro PARA QUÉ educamos en valores y CÓMO lo vamos a llevar a cabo, contando con nosotros  mismos y nuestra realidad, nuestras posibilidades reales y utilizar el día a día, el desarrollo de cada momento, cada actividad,... para interactuar con nuestros hijos de manera que esa misma vida sea ya una manera de educar en valores" (no sólo por nuestro ejemplo -habrá muchas veces en que en vez de testimonio... daremos antitestimonio- sino sobre todo por la actitud que mantenemos en la dirección que estamos llevando o queremos llevar).
Estamos llamados, como padres y madres y primeros EDUCADORES de nuestros hijos e hijas, a procurar la manera de que los valores constructivos se asienten fuertemente en ellos y formen parte de su propia identidad, su manera de enfocar cada situación, de afrontar un conflicto y resolverlo,... de manera que llegado el momento ellos mismos puedan ser capaces de vivirlos con naturalidad en cualquier ambiente, en sus relaciones con sus iguales y también cuando ellos sean padres educadores de sus hijos.
Un par de cuestiones que también nos conviene valorar:
  1. ¿Es la "educación en valores" algo exclusivo de los padres y madres?, ¿somos los únicos que realizamos esa labor?.
  2. ¿Cómo andamos de "diálogo y coordinación con las comunidades educativas de los centros docentes"?.

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