Hay personas que son puntos cardinales, que representan nuestros sentimientos y emociones en su máxima intensidad. Los abuelos son parte de esas personas, personas hogar únicas, entrañables e inolvidables.
Ellos simbolizan una unión generación en el papel que envuelve a un caramelo, en las miradas de complicidad, en el juego permisivo y comprensivo de consentimiento desmedido que crispa a los padres.
Los abuelos son nuestros recuerdos llenos de complacencia, de disfrute y de ternura. Historias repletas de giros inesperados, cabellos blancos que ondean al viento y ojos que lucen ante el sol de un paseo sintiendo la calidez de unas manos que son todo amor y comprensión.
Su mayor y mejor regalo: las raíces que marcan una huella emocional imborrable en el corazón de sus nietos con su olor a secretos compartidos, a pequeños detalles, a dedicación, respeto e incondicionalidad.
Los abuelos tienen un doctorado en amor.
El estilo educativo de los abuelos tiene importantes beneficios en un niño. ¿Por qué?. Porque los abuelos que cuidan de sus nietos les transmiten numerosas enseñanzas como: