jueves, 16 de enero de 2020

55 plantas medicinales

Son la agripalma, el ajo, la angélica, el pie de gato, el jengibre salvaje, la asclepia (también llamada flor de sangre o algodoncillo), la énula (o helenio), la albahaca, la pimpinela, la borraja, la capuchina, el cardo mariano, la lombarda, el crisantemo, la cicuta, la consuelda, el berro, la rúcula, la drosera (o rocío de sol), el erísimo, el eucalipto, el fenogreco, la galeopsis, la hiedra terrestre, el malvavisco, el hisopo, la lechuga, el laurel, la lavanda, el marrubio, la malva, el alerce, la mostaza, la gatuña (u ononis), el orégano, la amapola, el duraznillo (persicaria), la vincapervinca, el álamo, el pino y el abeto, el plátano, la polígala, la prímula, la salvia, el endrino, la pulmonaria, la saponaria (o hierba jabonera), la escabiosa (o viuda silvestre), el serbal, el saúco, la tila, el tusilago (o uña de caballo), la verónica (también conocida como triaca) y la violeta.

viernes, 10 de enero de 2020

¿Cuál es el mejor regalo?

Todos los años, después de la reanudación de las clases en la 2ª semana de enero suelo hacer a todos los grupos del alumnado al que le imparto clases esta pregunta:
- “¿Cuál es el mejor regalo, el más importante para ustedes?”.

La pregunta no tiene trampa y obviamente corre el riesgo de asociarse inmediatamente con los regalos –en algunos casos en cantidad agobiante- que recibieron en las fechas navideñas con motivo de papá Noel, Santa Claus o Reyes Magos, y, por lo tanto, pudiera parecer que se les pide que “elijan uno de entre todos esos regalos aquél que consideren mejor o el más valioso”.

sábado, 4 de enero de 2020

10 propósitos que valen la pena

Seguro que los días navideños no faltó quien nos comunicara buenos deseos para el Año Nuevo. Luego nosotros pensamos: "Pues sí, ¡me voy a proponer para este año nuevo....!".
Pasan los días, las semanas y... de muchos hasta nos olvidamos. Y puede que al año que viene por estas fechas estaremos elaborando la misma lista porque no habremos conseguido cumplir ninguno.

En cambio, si nos animásemos los unos a los otros a mejorar y a perseverar, en lugar de a abandonar porque “no pasa nada” y “le sucede a todo el mundo”, seguro que el porcentaje de éxito sería mucho mayor.