lunes, 10 de junio de 2013

A ver el tuyo...

Tiempo atrás, tener un teléfono móvil era un gran lujo, y por consiguiente un símbolo de status. Sin embargo, en los últimos años, los precios de los teléfonos celulares se han reducido considerablemente, tanto en el costo del aparato como en el del abono, por lo que no es raro que la mayoría de las familias occidentales tengan acceso a uno o más de estos prácticos artefactos portátiles.
Elementos esenciales a favor del móvil.
  1. Proporciona a los padres una gran tranquilidad, y una red de seguridad, ya que siempre se podrá saber dónde se ubica su hijo, y cómo se encuentra.
  2. Si el hijo se encuentra en una situación de emergencia, podrá contactarse desde el primer instante, lo cual sin dudas atenuará el problema, ya que se lo podrá asistir enseguida.
  3. Podría llegar a ser artefacto inapreciable cuando los planes cambian u ocurre algo imprevisto y es necesaria una actuación diferente.
  4. Bien empleado, puede ser una excelente herramienta para el aprendizaje en el aula o para el aula.
Elementos esenciales en contra del móvil.
  1. Muchos chicos dedican excesivo tiempo a manejarse con el móvil (con los juegos digitales y demás funciones que en él pueden hallar mediante el uso de internet).
  2. Siendo un elemento para la comunicación, paradógicamente llevan a aislarse de su entorno más cercano.
  3. Utiliza componentes (coltan y otros) que para ser obtenidos a bajo costo utilizan mano de obra infantil, muchas veces con grave riesgo para sus vidas.
  4. Debido a su facilidad para interactuar con internet y a sus múltiples funciones (cámara fotográfica, de vídeo, grabadora, etc…) no pocas veces es empleado para subir todo ello a la red de redes violando gravemente la intimidad a la que toda persona tiene derecho (ésta es una de la principales y serias razones por las cuales en la inmensa mayoría de los centros escolares europeos está prohibido su uso en las dependencias y horarios escolares); son mayores, en estos ámbitos, los perjuicios que los beneficios.
Pueden añadirse tanto a un grupo como a otro muchas otras ventajas e inconvenientes respectivamente. Lo esencial en todos ellos “cómo educamos los padres y madres a nuestros hijos en el uso adecuado de esta tecnología”.

¿Cómo educar en el uso del móvil?.
Niños y niñas.
Debido a los componentes químicos y electrónicos que componen el móvil y sus similares –emiten constantemente radiaciones negativas para la salud- es contraproducente que sean usados por los niños y, caso de que los tengan que usar por fuerza mayor, hay que enseñarles a que nunca los lleven en los bolsillos de sus pantalones; en todo caso en una mochila o bolso, siempre separados del cuerpo.
Adolescentes y jóvenes.
No por ser mayores, esas radiaciones desaparecen sino que sus efectos son menores, ejercen menor influencia negativa en la salud de las personas.

Para todos: niños y jóvenes.
  1. Cuando compremos un móvil tengamos buen conocimiento de las condiciones del contrato: Algunas compañías no darán exactamente los mismos beneficios que parecen publicitar, por lo que nos podemos encontrar con facturas y otras cuestiones inesperadas, que estaban en los contratos de forma escondida. Por eso, es muy importante leer bien el contrato y hacer todas las preguntas que sean necesarias.
  2. Tengamos en cuenta que los teléfonos digitales pierden a veces su conexión cuando se encuentran en un lugar subterráneo, muy alto o fuera de una ciudad importante. Si vamos a estar “fuera de cobertura” constantemente… va a ser un gasto inútil.
  3. Previo a la decisión de comprar el aparato y también después de adquirido, eduquemos en su uso adecuado. El que los niños o jóvenes hagan un mal uso de este invento depende de la ética, criterios o valores que nuestros hijos tengan (y eso dependerá de la educación que nosotros, padres y madres, les hayamos dado):
a.     Una vez en nuestro poder o del suyo, corrijamos cualquier conducta inadecuada de manera inmediata; dejar pasar las cosas las primeras veces es la mejor manera de fracasar en la corrección de las que vengan a continuación. No esperemos a recibir “denuncias” o citaciones judiciales por ignorar los riesgos que un mal uso del móvil pueda provocar (cuando “suben” a la red vídeos, imágenes,… sin permiso de la persona o personas filmadas o grabadas).
b.    Informarles de los riesgos de un uso excesivamente prolongado: perjuicios para la vista.
c.     Valorar las ventajas del móvil como instrumento de comunicación y al mismo tiempo “hacer caer en la cuenta de que la mejor comunicación es la que pueden tener en persona, con quienes tienen al lado”. ¿Han visto ustedes alguna vez la escena de varios jóvenes juntos y todos tecleando con sus respectivos móviles pero sin intercambiar una palabra entre ellos?. Cada vez es más frecuente por extraña que parezca.
d.    De igual modo que en determinados espacios y horarios no se permite el uso del móvil, valoremos en qué momentos, en casa, este aparato deba estar cerrado;pensemos especialmente en momentos de convivencia familiar especial: comidas, juegos u otras actividades grupales que organicemos en casa o fuera de ella,… Se trata de vivir la escala de valores que más beneficie la vida familiar y la comunicación con nuestros hijos.
e.     Ayudemos a nuestros hijos a comprender y respetar las normas sobre el uso del móvil en el ámbito docente u otros espacios en los que su uso quede limitado;razonemos con ellos dichas reglas buscando el sentido que en ellas haya.
4.     Eduquemos en el consumo responsable de estos aparatos. Hay constantes avances tecnológicos que llevan a que “el último grito en móviles hoy”… la semana que viene sea ya “pieza de museo” (así nos lo presentan las compañías productoras y comercializadoras de estos artefactos) y nosotros mordemos el anzuelo y nos obsesionamos por tener el último modelo, lo más avanzado,…;  el precio de venta al público es tan asequible que “cambiar de móvil no cuesta nada”, ¿no cuesta nada?:
a.     Sí cuesta: nada de lo que se fabrica artificialmente sale de la nada sino de las materias primas que se arrancan de la tierra. Y no todo se recicla y aún reciclándose ese proceso tiene también un coste para el planeta y la salud pública.
b.    Sí cuesta: hay vidas humanas que se ponen en juego para poder obtener algunos de sus elementos constitutivos.

PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué ventajas e inconvenientes hallamos en nuestro caso en relación con los móviles?. ¿Qué destacaríamos especialmente y por qué?.
  • De las pautas educativas que hemos señalado para el uso adecuado del móvil ¿cuáles destacaríamos?; ¿añadiríamos algunas más?, ¿cuáles?.
  • ¿Qué sentido tienen estas pautas?, ¿para qué trabajarlas con nuestros hijos?.
  • ¿Compartimos con las comunidades educativas de los colegios sus criterios para el uso o no uso del móvil en esos espacios?, ¿cómo las estamos respaldando?. Si acaso no compartimos dichos criterios ¿cómo resolvemos la cuestión de manera que nuestros hijos perciban que "ambos estamos buscando su bien"?.
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

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